Reportajes

Familias aprenden a producir alimentos y a cuidar el medioambiente

El proyecto busca incidir a través de políticas públicas, luego de la reflexión de su realidad y la organización comunitaria.

Por: Idania Hernández

Desde el año 2017, decenas de familias del municipio de Nuevo Edén de San Juan de San Miguel, son beneficiadas por el proyecto Red de Ambientalistas Comunitarios de El Salvador (RACDES) y por la Asociación de Desarrollo Comunal (ADESCO).

Para ello, los participantes asisten a una serie de capacitaciones que se imparten en el municipio.

En dichas jornadas no solo explican los procesos de producción de cultivos, sino también educan a las personas sobre temas políticos y de la historia del país, relacionándolos con temas ambientales y de este modo lograr una concientización a través del análisis y comparación, que permiten visualizar todos los cambios producidos desde años atrás hasta la actualidad.

Estos esfuerzos apuntan a mejorar la calidad de vida de los participantes, así como a incidir en las las políticas públicas a favor del ambiente; quienes posteriormente se dedican al cultivo de hortalizas, criaderos de aves de corral y estanques de peces.

Mauricio Díaz, Coordinador del proyecto, explicó que entre los cultivos más fáciles de llevar a cabo está el de pipián, ejote, chile y tomate; por otro lado, los que llevan más dedicación son el rábano, la zanahoria, entre otros.

En este sentido, el proyecto llegó al municipio con amplios objetivos, actualmente se está trabajando en ello, es por esa razón que es la segunda vez que se está capacitando a las personas interesadas en trabajar en los patios de sus casas, cultivando plantas y cuidando criaderos de animales.

“Uno de mis retos es presentar los proyectos y exponerlos a la municipalidad, además, si los proyectos que se desarrollan son aprovechados ya no solamente se beneficiará este municipio, sino también otras municipalidades”, dijo Díaz.

Asimismo, la organización apunta a mantener lo poco que queda de los recursos naturales que aún conserva el territorio salvadoreño, “en este país, 12 departamentos tienen una cantidad de metales en términos de oro y plata que son muy codiciados por las empresas transnacionales, entonces se lucha para no modificar esto”, dijo Zulma Larín, Presidenta de RACDES.

El Salvador es uno de los países que está afectado directamente tanto en la época de invierno como en el verano por la sequía y es por ello que se está trabajando en conservar los ecosistemas de animales y plantas para obtener esos beneficios que todo pueblo necesita para la base alimenticia.

“El municipio pertenece al corredor seco, es decir es uno de los 52 municipios que están siendo impactados fuertemente por el cambio climático”, explicó Larín.

Con los huertos caseros y las granjas familiares, se pretende logar un mercado local que sea accesible para la gente y no tengan que desplazarse a lugares lejanos; Larín hizo énfasis en que la actitud de las familias que se someten a la actividad tiene que ser determinada para lograr objetivos y resaltar el problema existente de la escasez de agua y de alimentos en las diferentes regiones de El Salvador.

María Hernández es una de las beneficiarias de dicho proyecto, pues ella actualmente tiene en su patio 75 aves de corral.

“Gracias a este proyecto puedo comercializar algunas aves, así también son para el uso de nuestra necesidad alimenticia” expresó Hernández. Además, hizo mención que los precios varían según el tamaño de estos animales ya que recién nacidas cuestas $1.00, los que tienen 15 días $1.50 y las que están adultas su precio ronda entre los $8.00 y $9.00.

Mientras unas personas hacen criaderos de animales, otras cuidan sus terrenos reforestando las zonas donde la tierra es lisa y propensa a deteriorarse; una de las soluciones que se está implementando en la zona es sembrar árboles frutales en esos espacios donde la zona verde no es extensa.

Por otro lado, está otra cantidad de población que se dedica a cultivar plantas medicinales, tales como orégano, jengibre, sábila, alcapate y haya.

Una de ellas es Milagros Bolainez, para ella la disposición de cada una de las personas es tan importante en el proceso de capacitación y en el de acción, puesto que es así como se puede gozar de los beneficios de tener huertos en casa, también es responsabilidad de cuidar de ellos siempre y tener buenos resultados.

“Tener esta oportunidad comunitaria es de gran ayuda, ya que tengo al alcance las verduras de primera necesidad y puedo ahorrar dinero y tiempo en el desplazamiento de viajes y como madre de familia tengo que organizarme para encontrar los productos que todo hogar debe tener”, dijo.

En este contexto, en el territorio salvadoreño está la necesidad de internalizar las buenas prácticas para con el medio ambiente y posteriormente contribuir a la seguridad alimentaria que toma de base estrategias orgánicas para establecer un nuevo modelo pleno en agroecología, dejando de lado la tradición de cultivos agrotóxicos en la tierra fértil, aseguraron las fuentes.

A medida de que los ciudadanos van educándose sobre políticas ambientales y cuidando de los ecosistemas, el interés por mejorar y la curiosidad va creciendo en los habitantes de la zona.

En la actualidad hay 52 personas que están participando en el proyecto, mientras que anteriormente otras 60 personas fueron beneficiadas, sumando un total de 112 ciudadanos.

Según los organizadores, se espera que en el próximo proyecto la cantidad de personas sea mayor, para que se dirijan a un mejor funcionamiento en el sector familiar, ambiental y nutricional de las comunidades.

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Redacción UNIVO NEWS

Equipo de periodistas, estudiantes, editores y productores de la Carrera de Comunicaciones de la Universidad de Oriente UNIVO.

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