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Pedaleando contra la escasez

La comunidad enfrenta el costo elevado del transporte, calles en mal estado y falta de una pasarela

Por: Jairo Gómez

Son las cinco de la tarde y Osmín Guzmán se dirige a su vivienda ubicada en el cantón El Cerro, caserío Los Negros del municipio de Moncagua, departamento de San Miguel y como todos los habitantes de la comunidad, utiliza un medio para trasladarse hacia su destino.

Algunos ciudadanos usan el único servicio de transporte que existe en el lugar: los pick-ups, otros han adquirido su vehículo o motocicleta, sin embargo, estas opciones no están al alcance de todos debido al estatus económico.

Guzmán se dedica a la albañilería y gracias a esta labor compró una bicicleta, pero en esta área no siempre hay trabajo, por lo que también es agricultor en su tiempo libre para asegurar el sustento de su familia.

Actualmente está afinando una casa en el municipio de Quelepa del mismo departamento y cada día recorre siete kilómetros en su bicicleta por una ruta alterna, así se ahorra el pago de tres pasajes que de ida y regreso suman $3.30 y aunque el recorrido es difícil por el estado de la carretera, el albañil pedalea y esquiva las piedras sueltas con una sonrisa en el rostro.

Según Google Maps, si Guzmán caminara hasta su lugar de trabajo, se tardaría casi una hora y media; en su bicicleta reduce el tiempo a menos de una hora. Foto: imagen de carácter ilustrativo y no comercial/captura de pantalla de la aplicación web.

Llegando al caserío Los Negros, una quebrada da la bienvenida a la recta final de su recorrido, la cual cruza –si no está crecida– montado en su bici, en casa le espera su esposa, quien se encuentra enferma.

¿Y Juana qué tal está?

– Casi está lo mismo, los brazos le duelen.

– ¿Pero ya está en la casa?

– Ahí está, pero esa de repente una piedrita la bota. Va a tocar hacerle unos exámenes en el San Francisco, pero le cobran $300.00.

– ¿Y de qué son esos exámenes?

– Es el TAC de la cabeza ¿Y para hacer ese pisto?

– ¿Y solo allí se los pueden hacer?

– Es que no sirven las máquinas en los hospitales, ni las del Rosales. Ya tiene la referencia pues, pero como no hemos conseguido el pisto no se los ha ido a hacer.

Así es como la familia Guzmán Paiz vive cada día con la esperanza de reunir el dinero suficiente para realizar este examen médico que según el Neurólogo de Juana, le brindará un diagnóstico más acertado.

El transporte en Moncagua

La ciudad «Río de Piedras y Conejos», tiene doce cantones, de ellos solo tres cuentan con una ruta específica de autobuses: El Platanar (388), Tongolona y Santa Bárbara (751).

Los moncagüenses que no residen en estas comunidades, deben abordar otras unidades de transporte colectivo; entre ellas están las que transitan por la carretera Panamericana hacia Chinameca, las que se dirigen a otros municipios vecinos como Chapeltique o la ruta 90 que es la de la zona urbana del lugar.

Esta última finaliza su trayecto frente al turicentro El Capulín y es en la que viajan los habitantes del Cerro, Los Negros y El Zapote… Al bajarse tienen que tomar la decisión de esperar un pick-up, pedir un aventón o comenzar a caminar.

Ivet estudia primer año de bachillerato y regresa de clases a las 5:30 p. m., a esa hora es difícil encontrar transporte. Foto: Jairo Gómez.

En dicho cantón, el servicio de transporte existe desde hace nueve años, en ese entonces el costo general del pasaje era de $0.50; pero luego los propietarios de los vehículos acordaron cobrar según el lugar de destino del pasajero, quedando en un rango de $0.25 a $1.00.

Así se mantuvo hasta marzo del 2020 cuando se suspendió por la llegada del COVID-19 a El Salvador. Durante los meses de cuarentena no hubo viajes sino hasta después de las restricciones; no obstante, el servicio no se normalizó, porque solo se brindaba a aquellos que estuvieran dispuestos a pagar la cuota establecida.

Precios actuales del pasaje en el servicio de pick-ups para mayores de 12 años en El Cerro. Foto: Jairo Gómez/archivo.

El 10 de mayo del presente año los conductores reanudaron el servicio como era antes de la pandemia, donde también anunciaron a través de un grupo de WhatsApp de la comunidad, que el pasaje tendría un incremento de $0.25 para todas las zonas.

Ante estos precios, Guzmán reconoció que no se puede dar el lujo de gastar $30.00 cada mes solo en el pick-up y de no viajar en la bicicleta también tendría que pagar dos autobuses que suman $19.50, haciendo un total de $49.50 mensual solo para transporte; esta cantidad de dinero significa la compra de alimentos y medicina para su familia.

La calle, un problema de todos

Alfredo Castillo es motorista desde hace siete años y conduce uno de los cuatro vehículos que a diario recorren las pedregosas calles en ascenso y descenso del cantón El Cerro.

El último mantenimiento a la calle principal se realizó en el tramo inicial del cantón el 17 de febrero, a pocos días de las elecciones 2021. Foto: Jairo Gómez/archivo.

«El alcalde anterior siempre nos miraba de menos, porque decía que no lo apoyaban y por eso nunca hacía proyectos en esta comunidad», expuso Janneth Gutiérrez.

Asimismo reveló que la reparación de la calle fue politizada durante la administración del exalcalde Sergio Solórzano, porque solo se reparaba cuando se acercaban las elecciones de concejos municipales, es decir, cada tres años.

Y que en otras ocasiones se hacía anualmente, pero que la comunidad era de las últimas en recibir este beneficio, por lo que el material selecto o piedra caliza que se tiraba en las calles era arrastrado poco después por las aguas lluvias, examinó Gutiérrez.

El material que se tira en las calles es arrastrado por las aguas lluvias, ya que no hay cunetas. Video: Jairo Gómez.

Castillo aseguró que este problema afecta los vehículos en general, causando desperfectos mecánicos, porque «la calle está en mal estado y esa situación siempre se ha dado, la calle es lo último para nuestra comunidad cuando debería ser lo primero pues todos nos favorecemos de ella», expresó el motorista.

En este contexto, Adilio Torres, actual alcalde de Moncagua tampoco ha brindado una solución, como lo prometió en su campaña política en la comunidad y afirmó a través de una publicación en su página de Facebook.

Foto: imagen de carácter ilustrativo y no comercial/captura de pantalla tomada de: https://www.facebook.com/100941184829989/posts/261692785421494/

Por su parte, Herberth Navas opinó que «las calles necesitan mantenimiento; nosotros queremos ver obras, no palabras».

Janneth añadió que esperan que con esta administración no se repita lo mismo; sin embargo, la comuna lleva más de siete meses en el poder y no ha actuado al respecto.

«En campaña todo prometen», reprochó José Castillo; sobre esta situación, se contactó a la asistente de Torres en varias ocasiones; pero hasta el cierre de este reportaje no se agendó una cita, ni se brindó espacio a través de llamada telefónica para obtener las declaraciones respectivas.

En ese mismo orden, los «esfuerzos» a los que hace referencia el edil en la publicación anterior es uno de los dos tramos pavimentados recientemente: la cuesta El Zope, que se reparó la mitad restante en diciembre de 2020 y según los organizadores tuvo una inversión de Once mil 307.74 dólares.

El proyecto fue financiado por los aportes de los ciudadanos organizados al comité «Hermanos Unidos de Dallas, Texas», el cual está integrado por personas originarias de El Cerro que residen en el exterior, mientras que la logística y mano de obra fue coordinada por el comité de la comunidad con el mismo nombre dirigido por Antonio Portillo.

Ciudadanos trabajan en la pavimentación de la cuesta del Manzano, otro de los proyectos de los comités. Foto: Jairo Gómez/archivo.

Gracias a la organización de los habitantes de las comunidades se han logrado avances en el mejoramiento de la calle principal, sin embargo, falta mantenimiento en la mayor parte de ella, incluyendo los distintos callejones.

El Ojuste es uno de los pasajes, donde no se puede ingresar con vehículo, Jorge Elías es uno de los habitantes de la zona y sostuvo que aún en su motocicleta le es complicado transitar, sobre todo en temporada de invierno que los talpetates están resbalosos.

«No he quedado convidada de llevar elote, Rogelio me lo llevó y del “brecazo” que pegó, yo reboté a pegar a las tablas, todo esto de aquí se me moradeó», relató Antonia Coreas, otra afectada –mientras señalaba su brazo–…

Calle hacia el Ojuste se encuentra intransitable. Foto: Jairo Gómez.

Ella se dedicaba a la elaboración de tamales, su proveedor le dejaba los elotes a dos cuadras de su casa porque el lugar está inaccesible y en un intento por trasladarlos hasta allá, sucedió el accidente ya mencionado.

Ahora solo hace tamales pisques una vez por semana y emprende su aventura hacia los mercados de San Miguel a las 4:00 a. m., porque el viaje que los carritos hacían a las 5:00 a. m. se suspendió.

Elías añadió que como afectados están dispuestos a colaborar con la mano de obra si se realiza algún proyecto de reparación de ese tramo que afecta a 14 familias.

Ciudadanos esperan tres horas para cruzar la quebrada de El Flor

Conductor espera que el caudal de la quebrada disminuya. Foto: Jairo Gómez.

«Dice Mín que un día iba él, Chemita y Byron a trabajar y se quitó un zapato e iba brincando y se metió a un hueco ahí en la quebrada, nombre y “chucumblún” se fue al agua», narró Eliza, quien también solicita a la alcaldía una donación de dos bolsas de cemento para repellar una pared de la casa que se le está lavando.

Más de 25 familias afectadas por la falta de una pasarela. Video: Jairo Gómez.

Paula Castillo tiene 77 años y se encuentra postrada en cama desde hace quince meses, vive en el caserío Los Negros con su hija Eliza Castillo y su yerno quien se dedica a la agricultura.

«No puedo caminar, tengo ‘tullidas’ las ‘canillas’. Algo me he movido porque me llevaron a ponerme un calcio allá, dijo el hombre (doctor) que calcio en los huesos quería, ya con eso logro sentarme», relató angustiada la adulta mayor septuagenaria.

Familia Castillo solicita ayuda para comprar el tratamiento médico que necesita mensualmente doña Paula. Foto: Jairo Gómez.

Castillo necesita dos tratamientos al mes: uno de suplementos de hierro de $30.00 y otro de sodio que cuesta $25.00, afirmó su hija; pero por falta de recursos económicos no ha podido comprarlos, ante esto, Doña Paula hizo el llamado a personas altruistas que deseen apoyarla con dinero, víveres o ropa.

La economía no es el único problema de esta familia, pues también tienen dificultades con el acceso vehicular a su vivienda, «a mi mamá cuando la llevamos al doctor, hay que sacarla hasta la orilla de la calle, porque el carro no entra por un bordo que está allá en la entrada», explicó Eliza.

El ganado de Andrés es el primero en cruzar la quebrada, mientras él tiene que esperar. Foto: Jairo Gómez.

Sumando a lo anterior, se enfrentan a un fenómeno natural que tienen a pocos metros de su vivienda, la quebrada de El Flor, esta les impide salir de la zona, cuando las lluvias son abundantes.

«Me toca esperar hasta tres horas a que baje la creciente… de lo contrario me arrastra con todo y vehículo», dijo Alfredo Castillo, motorista. De manera que si Doña Paula tiene que salir de emergencia al hospital, se encuentra con varios obstáculos.

A dos cuadras de esta quebrada está una pasarela, pero la calle no permite el ingreso de motocicletas ni vehículos, solo de peatones. Foto: Jairo Gómez.

«Hay que poner otra pasarela y hacer también otro badén, porque allí está una pasada fea (…) cuando hay quebrada crecida la gente no sale», expresó Herbert Navas, afectado.

¿Qué pasa cuando llueve? Video: Jairo Gómez.

En este sentido, Osmín Guzmán indicó que no puede transitar por la calle que se muestra en el video anterior, la cual conduce a la pasarela y que su trabajo le impide mojarse los pies por la tarde, sumando a esto que se agita al andar en bicicleta; si la corriente es fuerte, debe esperar…

Los ciudadanos en general solicitaron dar respuesta a los problemas que enfrentan como comunidad; según el sitio oficial de la alcaldía municipal de Moncagua, El Cerro tiene una población de 912 habitantes y se ubica en el puesto diez de los cantones más poblados de la ciudad.

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