La niña, de 7 años de edad, pasó 2 años en el Hospital de Niños Benjamín Bloom, donde le amputaron una pierna y debido al trato que recibió quiere curar a otros
Por: Julisa Montoya
“Mi vida cambio un 20 de septiembre de 2019, cuando los doctores decidieron amputar mi pierna izquierda, yo no quería quedarme sin una parte de mi cuerpo, creía que todo se terminaría ahí… pero tuve un proceso de citas psicológicas, las cuales me han ayudado aceptarme y aprender a vivir si algo de mi cuerpo”, estas fueron las palabras de Alison Villegas, una niña de siete años de edad, del caserío Gualuca, cantón El Brazo, San Miguel.
De lunes a viernes la alegría de Alison es contagiosa, por el simple hecho que sabe que debe de levantarse temprano para ir a la escuela, su condición no la detiene ni mucho menos los 25 minutos que le toca caminar apoyada en unas muletas para poder llegar a su destino.
Un destino que sin duda alguna es muy difícil y tedioso, pero no para ella, el camino que transcurre junto a su mamá, sus muletas, y una mochila cargada de sueños en su espalda son algunas de sus motivaciones para seguir adelante.
Además de ello, para poder salir de su vivienda, cruza un puente de tablas, debido a una quebrada que pasa entre vivienda y la carretera por donde debe cruzar para salir e su centro escolar.
Y es que el sueño de Alison es ser enfermera, se imagina con el uniforme blanco puesto, en un hospital brindando el mejor servicio, ayudando y con la mejor disposición para servir a todos los niños que como ella, necesitan una fe de esperanza ante las dificultades que traviesan a temprana edad.
Solo tenía cinco años cuando los médicos le diagnosticaron un cáncer agresivo “cáncer osteosarcoma”, su vida cambió por completo y tras el proceso de amputación de sus pierna izquierda fue aún más difícil, ya que pasó dos años en el Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom; su infancia sin duda es el recuerdo que mantiene entre la convivencia de niños como ella en su entorno, enfermeras y las paredes del hospital.
“A mí me empezó un dolor en la pierna, era un dolor como que me pegaban con un ladrillo, fuerte y doloroso, me llevaron a la clínica, y me dijeron que era una celulitis, todo cambió el día que llegamos al hospital y los médicos en un abrir y cerrar de ojos dijeron que era un cáncer y que tenían que amputarme” subrayó con tristeza en sus ojos.
Asimismo, el amor de la madre de Alison, Cleydy fue grande y valiente, al decirle a su hija que todo iba estar bien, que su pierna un ángel había bajado del cielo y que se la llevó por un tiempo, hoy que Alison comprende mejor lo sucedido, pide que el ángel baje del cielo y le proporcione una prótesis, algo que le ayude para sus actividades, para no depender de las muletas.
Sumando a ello, estas no son nada fáciles de usar, ya que bajo sus brazos se encojen una parte de su piel frágil y rojiza debido a la fuerza para mantenerse en pie y poderse movilizar por ella misma.
La prótesis que necesita cuesta $2.500 y debido a las condiciones económicas en las que vive su familia no pueden cubrir, pero Alison sueña y no pierde la esperanza de algún día caminar con la prótesis, como también verse convertida en una profesional.
Por otra parte, Cleidy, madre de Alison, ante la petición del deseo de su hija de dejar las muletas, pide ayuda a instituciones, o personas altruista, que pueda ayudar hacerle realidad el sueño de su hija.
“Yo me imagino a mi niña, toda una profesional, caminando, corriendo, dependiendo más de ella, ya que el proceso que como madre he pasado con ella no ha sido fácil, pero que juntas hemos luchando por la aceptación de ella, como para que no le afecten los comentarios ajenos”.
Y es que sin duda alguna, Alison es una niña guerrera y fuerte, aparte de realizar sus actividades escolares, ayuda en la cocina, lava su ropa, y acompaña a su familia a ir a la iglesia, pidiendo en sus oraciones un futuro mejor, lleno de estudios y caminado como más facilidad.
Anudando a ello, Alison es una niña con espíritu positivo, a pesar de su condición, realiza actividades, como jugar landa con sus amigos, como también jugar futbol, ya que ella ha aceptado su condición, la ayuda de su madre, sus maestras, compañeros y amigos de salón y las citas psicológicas, le han permitido convertirse en una niña, feliz y con ganas de seguir viviendo.
Todo su proceso durante dos años aproximadamente no ha sido fácil, ha recibido rechazos, bullyng y exclusión por parte de algunas personas, pero eso no la ha detenido y sigue soñando.
Sus sueños recalca en cada palabra, mirada y sonrisa es tener una prótesis, una beca de estudio y ser un ejemplo para los demás niños como ella, siendo vocera y motivadora ante las dificultades de la vida.
Su mensaje motivacional para personas que cruzan dificultades en sus vidas, o como la situación de ella es: “nunca se den por vencidos, Dios es la fuerza más grande, y siempre existen ángeles para hacernos feliz”.
“Nunca se den por vencidos, Dios es la fuerza más grande, y siempre existen ángeles para hacernos feliz”
Alison Villegas, 7 años
