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Abren museo Diocesano Reina de La Paz

El esfuerzo se enmarca en las celebraciones por los 100 años de coronación pontificia de la imagen de la Reina de La Paz

Fotografías: Rhina Cruz / Marvin Ticas / Jhessica Ponce

En el marco de los 100 años de coronación de la imagen de la Reina de la Paz, la Diócesis de San Miguel, a través del Comité de las actividades del Centenario, inauguró el Museo Diocesano Reina de la Paz, en honor a la patrona de El Salvador, el cual se encuentra ubicado en el palacio Episcopal de San Miguel.

Imagen de la Reina de La Paz en el Museo Diocesano dedicado en su honor.

De acuerdo con el encargado del Museo, Pablo Rivera, el objetivo del museo es mantener la memoria que guarda cada vestimenta de la Reina de la Paz, ya que cada uno representa momentos históricos en el país y su elaboración siempre ha estado en manos de personas exclusivamente para ello.

En el museo los visitantes podrán apreciar seis vestuarios de los más emblemáticos, además,  una galería de fotografías, una colección de cíngulos, estos últimos son una pieza del vestuario de la imagen y van en la cintura de esta, sobre la vestimenta.

Muestra de coronas de la imagen de la Reina de La Paz.

Sumado a la colección museográfica, se pueden apreciar pequeñas piezas de cobre o níquel que representan cada milagro concedido por la madre de Dios a aquellos que le piden con fe y que luego éstos colocan en el vestuario de la Virgen.

También se puede observar la descripción de los detalles de la corona elaborada hace cien años y de otros objetos.

Dedicación del trabajo; dedicación y tiempo de manos artesana, es así, se pueden apreciar seis de los vestidos más emblemáticos que la Virgen Reina de la Paz que ha utilizado en diferentes años.

Todo las piezas se están exponiendo en el Museo Diocesano Reina de la Paz.

El primero es uno de lo más antiguo que fue elaborado con tela de manta y sus detalles son de crochet, asimismo el segundo que es del año 1988, y porta en el centro del faldón la flor de Izote y en el costado granos de café, en cuanto al faldón del Niño Jesús lleva mazorcas de maíz.

Siguiendo con el recorrido, se encuentra el vestido que fue donado por la Fuerza Armada de El Salvador como agradecimiento a la patrona y el manto que porta fue donado también por una unidad militar luego se aprecia el vestido del año 2020; año en que la pandemia impactó a nivel mundial; el vestido tiene un bordado de una lámpara que representación a todo el personal de salud.

De es mismo modo, el vestido que luce la Reina Virgen de la Paz es una de las vestimentas más antiguas, con un tipo de tela de manta, y lo que lo hace especial es que en su faldón tiene pintado a mano el milagro patente de 1787, y por último se encuentra el vestido que fue diseñado para el jubileo del año 2000, vestuario que utiliz para la procesión del mismo año.

Por otra parte, Rodrigo Martínez guía encargado del museo, relató los meses de preparación para que el Museo fuese posible, y a su vez, como comité de actividades del Centenario preparar cada detalle para presentar  a los feligreses católicos algo que les permita vivir una vez más, mediante las piezas expuestas a lo largo de la la historia y los milagros de la patrona de El Salvador.

“Qué bonito y satisfactorio es para nosotros presentar un museo de este índole en la zona oriental, especificando algo propio y único de los migueleños, y que nuestros hermanos católicos mediante este museo pueda sentir la presencia de nuestra Reina y venirla a visitar en estas instalaciones que hemos preparado” manifestó Martínez.

Asimismo, Roberto Morales, visitante de la Parroquia de la Unión, se inclinó ante la presencia de la Reina de la Paz, pidiéndole que aumentara su fe y que este tiempo difícil que se está viviendo pueda pasar pronto.

“Para mí es un gran honor estar aquí visitando al pie de nuestra madre, en la antesala  a los cien años de coronación, recalcando mi devoción hacia ella desde pequeño, y en lo largo de mi vida mi amor por ella es grande, más por los milagros a través de Dios, bajo su intercesión, es por eso, madrugué para ser uno de los primeros en contemplar cada una de las piezas que nuestra madre a usa en los diferentes años” expresó Morales mientras se disponía a hacer una oración.

El museo está abierto para todo público que desee vivir un momento solemne con la Virgen de la Paz y sus horarios de atención son de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 12:00 m. y de 2:00 p.m. a 5:00 p.m., con un grupo de cinco personas máximo para ingresar a las instalaciones, esto debido a la pandemia, además, la entrada tiene un costo de $1.00 y está prohibido tocar las piezas por su delicadeza.

El Comité de actividades del Centenario hizo la invitación  a todas las personas que deseen visitar el Museo y vivir una experiencia única en presencia de la Virgen Reina de la Paz, conocer de cerca cada detalle con el que ha sido vestida la patrona de El Salvador durante años a través de la historia, puede visitarlos.

Fiestas a la Virgen de La Paz un legado histórico

La historia de la Virgen de la Paz ha sido transcendental por siglos, esto debido a los milagros que ha hecho por las personas, especialmente por los migueleños, es así, las fiestas patronales de la Virgen de la Paz son una de las más importantes para el Salvador, llevando ella, el título de la patrona de El Salvador.

De acuerdo con la historia, se destaca que cuando encontraron la imagen en la ciudad de San Miguel, los habitantes vivían en controversias y pleitos, y cuando llegó la presencia de la Virgen de la Paz en el pueblo migueleño, reinó la paz y la armonía.

Junto a este acontecimiento llegó la calma, es por ello que los migueleños le asignaron el nombre Reina de la Paz, por otra parte, su imagen fue encontrada en un cofre que flotaba en la playa Amapala, en la Isla de Zacatillo del Golfo de Fonseca en el año 1692.

La caja que contenía la imagen de la Virgen María, que ahora es conocida como la Reina de la Paz, un grupo de indígenas decidieron trasladarla hacia San Salvador; sin embargo, cuando estaban frente  a la parroquia de San Miguel ubicada en  la plaza central, el burro que la cargaba  no quiso continuar, esto fue el 21 de noviembre de 1692.

Ante de esto ellos abrieron la caja, llevándose la sorpresa de descubrir la imagen de la Virgen en madera con un niño en sus brazos, años después el presidente de ese entonces de El Salvador, capitán general Gerardo Barrios, decidió hacerle una catedral, colocando la primera piedra el 21 de noviembre de 1862, tardando 100 años para que la basílica estuviera lista.

Por otra parte, los milagros de la Virgen de la Paz han marcado historia, como el del 25 de junio de 1903 cuando un rayo cayó sobre su imagen, quemándole el camarín y el vestido, pero esta se conservó, aunque hubo que restaurarla; asimismo, se registró como milagro el que ocurrió el 21 de septiembre de 1787, cuando el Volcán Chaparrastique entró en erupción y la lava asechaba a la ciudad de San Miguel.

Ante dicha amenaza los migueleños sacaron la imagen de la Virgen de la Paz frente a la iglesia parroquial y la lava cambió inmediatamente; llegando hasta la colonia Milagro de la Paz, nombre que fue asignado en honor  a la patrona, tras eso, una palma de nubes se dibujó en el cielo, dicho suceso es conocido como el milagro patente, de acuerdo con los historiadores migueleños.

Este signo representó la esperanza que todo había pasado y es desde entonces que se realiza las tradicionales “bajadas” que son procesiones que parten desde el cantón El Volcán hasta la Catedral Basílica Nuestra Señora de la Paz, todos los 21 de septiembre de cada año, concluyendo todas las actividades en honor  a la patrona el 21 de noviembre. Debido a que muchas comunidades se han sumado a la celebración las bajadas inician a finales de agosto.

De acuerdo con la historia, el 21 de noviembre 1921 la imagen recibió la coronación pontificia y el nombramiento oficial como la patrona de El Salvador, asimismo, los católicos migueleños hicieron la petición que la corona fuera elaborada con preciosos detalles, y su respectiva corona para la imagen del niño Dios que lleva en brazos, además una palma de oro que fue colocada en sus manos tras el milagro antes mencionado.

Es por ello, la cuidad de San Miguel desde los inicios de la historia de la Virgen Reina de La Paz, sigue con las festividades en honor a ella y este año no ha sido la excepción, pese a lo difícil por la pandemia del COVID-19.

Buscando nuevas formas de demostrar la fe y la esperanza que suceda el milagro, que la pandemia llegue a su final; los feligreses están siempre en oración a Dios, mediante la intercesión de la patrona de El Salvador.

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