Perfiles

«El Chino» 16 años de laborar en la UNIVO

Hoy, día del ordenanza dedicamos este espacio para el perfil de Antonio Martínez, un querido y respetado trabajador de la gran familia de la Universidad de Oriente

Fotografías: Roberto Reyes

A las 5 :00 de la mañana en el municipio de San Miguel apenas hay un poco de luz, el ruido de los autos que normalmente es frecuente, casi no se escucha, y buena parte de los migueleños aún están dormidos, pero Antonio Martínez, mejor conocido como “El Chino”, ya se ha levantado,  porque debe estar antes de las 7:00 a.m. en la Universidad de Oriente (UNIVO), donde labora como ordenanza.

Martínez se viste con su uniforme azul en el que lleva el emblema de la universidad y se peina el pelo lacio con mucha gelatina y se va rumbo a la jornada laboral en una motocicleta.

Ya son 16 años los que cumple trabajando en la universidad, aunque desde muy corta edad supo lo que era ganarse la vida. Después de haber tenido que afrontar el abandono de su padre, se dedicó junto a sus hermanos al sostenimiento de su familia, lo que interrumpió su desarrollo académico y lo obligó a retirarse de la escuela cuando apenas cursaba sexto grado.

—Comencé bien bichito como de 13 o 14 años a trabajar. Mi primer trabajo fue en cultivos en el campo junto a mí padre y cuando tuve la edad suficiente, quise salir de mi casa y explorar nuevos horizontes —relató con un tono nostálgico.

Al movilizarse a la ciudad de San Miguel, trabajó en construcción y en la comercialización de granos básicos; el cambio de rutina, y una mejor estabilidad económica motivaban su viaje diario desde el caserío “Placitas en cantón El Volcán, San Miguel, de donde es originario.

En el año 2002 consiguió su primer trabajo en la Universidad de Oriente, con todas las prestaciones y beneficios que una institución educativa de nivel superior le podía ofrecer.

—El problema es que aquí no trabajé de un solo (con plaza), sino que mis primeros dos años fueron de forma eventual, porque, tenía dos hermanos y no podían contratarme. Al irse ellos ya me dieron la plaza.

Posteriormente, “El chino” consiguió otro trabajo en el bufete de abogados del Dr. Pedro Fausto Arieta Vega, desempeñándose como mensajero y tres años después le pidió al actual rector de la Universidad de Oriente, si lo podía reubicar en su antiguo trabajo y para su fortuna, lo logró.

12 generaciones de estudiantes son las que ha visto pasar “El chino Martínez”, además de los cambios estructurales de la universidad que de manera palpable se hacen notar, como la incorporación de aires acondicionados a las aulas; “Algunas aulas ya tenían, pero la mayoría solo contaban con ventiladores”, expresó. Otro de los cambios más significativos que él percibió, fue la integración del ascensor, que facilita, actualmente, el desplazamiento entre niveles a las personas con discapacidades físicas.

El compromiso de Antonio Martínez con su trabajo sigue cobrando fuerza, puesto que la cercanía de los estudiantes hacía él, es muy grande. Lo que reconoce, además, como una de las experiencias más bonitas que ha tenido a lo largo de su vida laboral.

—¡Por lo mismo de los alumnos pues!, haces tu trabajo con tanta alegría porque, viene uno y te saluda, viene otro y te saluda; el trabajo lo haces bien lindo, no sientes que sea pesado, al contrario, te diviertes (ríe con su característico Ji ji ji ji que los estudiantes suelen imitar cuanto lo ven.

A lo largo de los años, los licenciados que laboran en la universidad también han creado un lazo afectivo con “El chino”, y afirmó que las autoridades superiores de la UNIVO, le han brindado apoyo y muchas oportunidades. Un ejemplo de ello, fue cuando sufrió un accidente en motocicleta que lo dejo 8 días en coma, e incapacitado por 6 largos meses.

—¿El Chino cuando se piensa retirar?

—Nunca, la verdad nunca, porque acordate que en los trabajos puede pasar cualquier cosa; a veces, hay empresas que no tienen estabilidad laboral, pero aquí mientras yo esté haciendo bien mi trabajo y mientras no me despidan, yo espero andar hasta con bordón.

—Y si «El Chino” volviera a nacer ¿volvería a trabajar aquí?

—Volvería a trabajar aquí, con los ojos cerrados.

Los años y las experiencias han plasmado el deseo de hacer las cosas bien en Antonio Martínez, y el mensaje que él les da a los jóvenes, es que no desperdicien la oportunidad de estudiar pues si se cuenta con los recursos, no hay que desaprovecharlos.

 

 

 

 

 

 

 

 

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