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Don Lisandro, más de seis décadas entre el cacao y el café

Para don Lisandro el café sigue siendo su mejor herencia, describe la zona cafetalera como un área de paz por el viento y de amor por el aroma del producto, menciona que cuando él entra ahí, se siente joven, recordando los momentos desde su niñez cultivando y consechando.

Por: Rina Valladares

José Lisandro Argueta de 71 años con estatura de 1.73 metros, es un reconocido trabajador por la Sociedad de Cooperativos de Cafetaleros de Ciudad Barrios, por su ardua labor que ha desempeñado durante seis décadas y media

Eran las 10:45 a.m. cuando a lo lejos se escuchaban las voces y las risas de sus compañeros de trabajo, mientras otros solo alzaban su mano saludándolo, don Lisandro que iba llegando a la cooperativa; su experiencia se nota, en los hilos de plata sobre su cabeza, sus mejillas rosas y los surcos en la piel que le han dejado los años, pero el brillo de sus ojos muestran entusiasmo y pasión por iniciar un día más dedicándose a lo que le gusta.

Don José Lisandro Argueta

Él saludó a todos y entró a la sala de espera donde hay colgados en las paredes siete cuadros de pinturas que reflejan la historia del proceso del cultivo del café, otras pinturas de detalle sobre las plantas y de algunos trabajadores que iniciaron el proceso del cultivo del grano, en la esquina del lado izquierdo está una mesa con un contenedor de café para todo aquel que llegue pueda deleitar la bebida y a un lado de este un oasis, a esa misma dirección están las respectivas oficinas.

Don José, hijo de María Santos Argueta y su padre Martín Ayala, quienes en total tuvieron siete hijos, desde niños les enseñaron a dedicarse al campo a cultivar maíz, café y cacao ya que es un patrimonio del lugar y se ha transmitido en la familia de generación en generación. La familia Argueta siempre ha contado con parcelas de tierras propias para dichos cultivos que han sido sustento familiar en consumo y negocio, sus padres en un tiempo vendían los granos en el centro del pueblo y después pasaron a hacer negocios con la cooperativa.

A pesar de las circunstancias de la época él y sus hermanos realizaron sus estudios hasta sexto grado a causa de la muerte de su madre, ya que en esos momentos lo importante era solamente aprender a leer y escribir, la prioridad era ayudar y aprender de las labores familiares para de esa forma tener en un futuro de qué vivir.  

El café de Ciudad Barrios se procesa en la Cooperativa de Cafetaleros, de la que es socio don Lisandro.

Para esos momentos sus padres contaban con dos vacas; a las 4:00 a.m. las iba a traer para que las ordeñaran y al regreso de sus clases pasarlas sacando para irlas a dejar al corral; los horarios de sus clases con las materias básicas eran de 8:00 a.m. a 11:00 a.m. en los días de semana y los sábados recibía clases de moral con el mismo horario.

Actualmente el señor Argueta cuenta con la presencia y apoyo de una hermana y un hermano, ya que perdió a sus padres y a cuatro hermanos quienes fallecieron por motivos de salud.

Don José, ha cambiado el rumbo de la herencia familiar, porque ninguno de sus hijos cosecha café, él decidió que sus ellos estudiaran para que en el futuro tuvieran una perspectiva diferente y garantizar un mejor porvenir, ya que él ve las oportunidades que hay y se las ha dado a sus hijos, aunque algunos decidieron migrar, los cuales han sido fruto de su matrimonio con María de Argueta, perteneciente al caserío La Fragua de San Antonio el Mosco, ella relató que lo conoció en una fiesta de Ciudad Barrios y que ahora su hogar es de siete hijos.

 “A Lisandro lo caracteriza su humildad y amabilidad con las personas, siempre anda sonriente, es paciente para todo, eso me cautivó y así fue como me iba enamorando de él; cuando yo venia a Ciudad Barrios siempre tenía la esperanza de verlo en las calles y saludarlo y miren al final estamos juntos,” dijo ella.

Patios de secado de café en Ciudad Barrios, San Miguel.

Ismael Monroy, trabajador en la cooperativa y socio, conoció a Don Lisandro cuando él administraba una finca vecina a la de uno de sus parientes, lleva cuarenta años de conocerle cuando él tenía catorce años, el señor Argueta tenía 25;  lo considera una persona emprendedora quien ha sacado adelante a su familia con su esfuerzo en el cultivo del café, es responsable y respetable en la cooperativa por ser de las personas más mayores en edad y como trabajador  en el lugar, los trabajadores jóvenes consultan con él cualquier duda o le piden consejo.

Para don Lisandro el café sigue siendo su mejor herencia, describe la zona cafetalera como un área de paz por el viento y de amor por el aroma del producto, menciona que cuando él entra ahí, se siente joven, recordando los momentos desde su niñez cultivando; a él en la cooperativa le gusta vigilar el proceso que se realiza en las pilas donde pasan los granos para ser limpiado y así iniciar el ciclo para luego de ser procesado llegar a cada hogar.

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Redacción UNIVO NEWS

Equipo de periodistas, estudiantes, editores y productores de la Carrera de Comunicaciones de la Universidad de Oriente UNIVO.

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