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Si mis ideas no se mueven, yo no me muevo…

|Por: Paola Rivera|

Fotografía: Divanny Avilés

Dagoberto Gutiérrez, analista político de El Salvador, un hombre no solo de política sino de leyes y reflexiones, quien dice haber sido subyugado por el personaje de Cristo y en su adolescencia unirse al comunismo y al partido Comunista solo porque era el único que luchaba en ese entonces;  se reunió esta semana con los estudiantes de la Universidad de Oriente (UNIVO) para tener un conversatorio donde precisamente la política fue la protagonista.

Con una hora de retraso dio inicio el intercambio de ideas entre Gutiérrez y estudiantes de diversos lugares del oriente del país, puesto que estudiantes de otras universidades visitaron la UNIVO para escuchar lo que este conversatorio tenia para exponer. Un conjunto de pensamientos que parecían irse enlazando solos conforme el tiempo y las palabras pasaban.

El analista empezó su participación mencionando el “duelo mundial” por la muerte de Stephen Hawkings, y así dar paso a una relación entre este y la obra de Maquiavelo “El príncipe” y de cómo este veía la política y el Estado. Reflexionando sobre la virtud y la fortuna, desligando a la moral en todo momento.

La Constitución de la República dice que El Estado reconoce al individuo desde su concepción, pero Gutiérrez afirmó que en ese instante solo se produce la unión de dos cosas, por lo tanto el producto no era más que una cosa, por lo tanto no podía ejercerse la política. ¿Será que la guerra el comunismo y la política le enseñaron ese concepto?

Sin embargo, resaltó la diferencia entre la juventud y la condición de ser joven y llamó a esta capacidad un problema biológico y fisiológico, problema, no obstante, parecía ser risible para la mayoría de los asistentes, aunque unos cuantos lográbamos captar más de un sentido en cada palabra que salía de la boca del señor de camisa blanca que se dirigía a nosotros con la mayor propiedad.

La juventud fue entonces definida como “la capacidad de entender asimilar de manera optimista e inteligente la realidad” y de como esta debía ser usada para hacer y participar en la política, siendo Gutierrez un hombre de predicciones, que se anticipa y espera los hechos, en medio de un discurso entre líneas propagandístico, dijo que en febrero “se cortará la otra cabeza de la culebra” durante las elecciones.

Resaltando que fueron los jóvenes los mayormente involucrados, en el pueblo, para usar la ley a favor de las decisiones que la población (según ellos) quieren y les benefician más, aunque deberían evaluarse a fondo primero la cantidad de discursos dados en canchas privadas para inyectar la aguja hipodérmica en votos que solo fueron un número más.

“El futuro es un espacio vacío, el pasado esta lleno de vida, pero el presente es el escenario del conflicto” con esto invitó a estudiar y a leer para “usar la ley al servicio del hombre y no al hombre al servicio de la ley”, la revolución es a veces la única vía de transformar la realidad y de ello que nazca la lucha contra la ignorancia cada vez que se toma un libro dijo el analista.

Luego de un tiempo de preguntas y respuestas con los asistentes, se tomó “selfies” y no se le fue permitido dar entrevistas para no interferir con este proceso.

Suponemos que la imagen pública es algo que se debe de cuidar más, puesto que puede llegar a ser fugaz, puede desvanecerse, en cambio una grabación, un texto, una opinión es algo que permanece, algo más difícil que cambiar, algo que no se destiñe con el sol en una pasarela, las fotografías se borran, pero las ideas tienen movimiento, se convierten en acción. Habrá que cuidar entonces la elección del líder de un pueblo que ha guardado ideas por más de 30 años…

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