A ti ¿Qué te Motiva?
Por: Reina Romero/Coordinadora Carrera de Psicología
fotos: Guillermo Mejía
En estos días de cuarentena lo único que se ha escuchado es la palabra “virus o covid-19”, quizá hasta en cierta forma, lo hemos normalizado por el alto impacto que ha desarrollado en todo el mundo.
Cuando se descubrió en China nadie consideró el alto alcance que iba a tener, por lo que, a nivel psicológico probablemente no estábamos, ni estamos preparados en la actualidad.
¿A qué me refiero con esto, el alto índice de impacto? A las múltiples problemáticas en las que de una u otra manera muchos nos encontramos; desde un estrés, ansiedad, un TOC, depresiones y puedo mencionar muchos trastornos más que el DSM-V-R, señala en su manual. Sumado a esto viene el aislamiento y el encierro, generando de manera directa o indirecta “el miedo”.
Nelson Mandela dice una frase muy interesante “Aprendí que el coraje no era la ausencia del miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo”.
Por lo tanto, tener miedo, no es malo, es sólo una emoción necesaria y adaptativa, que probablemente se sale del margen cuando lo alimentas y vives al extremo con ideas negativas que no te llevan a la tranquilidad, sino a experimentar pensamientos irracionales, como: pensar en que me voy a contagiar, a no tener probabilidades de vivir, a que mi familia se contagie o muera, y probablemente a muchas alteraciones más.
Por otro lado, esto lo menciono porque muchos especialistas manifiestan el impacto que tiene el miedo en los seres humanos, cuando las defensas disminuyen por los mismos temores que reflejamos a través de todo lo que vemos y escuchamos en los diferentes medios, no digo que es inadecuado no hacerlo, quizá verlo hasta cierto punto tomar alternativas de prevención.
Por esas mismas fuentes hemos escuchado que en otros países suramericanos las personas están muriendo, y no necesariamente porque tienen esta enfermedad. En nuestro país, muchos probablemente presentan un alto índice de ansiedad y síntomas que se experimentan por la poca o nula preparación ante este tipo de situaciones.
Y, cuando revisamos algunos casos como, por ejemplo: los 72 días de los sobrevivientes en Los Andes, los 69 días de los 33 mineros atrapados en Chile, los 27 años que Nelson Mandela resistió en prisión, los 15 días que duraron los 12 niños en Tailandia atrapados en una cueva, los 40 días de nuestro señor Jesucristo que duró en el desierto, y así podemos mencionar otros más. Entonces, ¿Qué les motivó a ellos para salir de esa experiencia? Esa que hoy debemos de tener para que salgamos adelante.
Por eso, hoy que estamos en esta situación de confinamiento en casa: te hago la misma pregunta: ¿Qué te Motiva a ti?
- Los pensamientos positivos, que te permitirán enterrar los pensamientos negativos y los fatalistas
- Disfrutar de un nuevo día al lado de las personas que más amas: “La Familia”
- Reinventar cada día lo que harás, disfrutando de esos momentos que quizá por nuestros trabajos no ha habido oportunidad de realizar y hoy sí.
- De cocinar, disfrutar en la mesa y charlar de cosas que probablemente no se hacia en años, por las múltiples ocupaciones.
- Fortalecer la amistad, que es una relación de afecto, simpatía y confianza que se establece entre personas que no son familia.
- Realiza deporte solo, en familia, con tus hijos, independientemente la edad que tengas, que permita lograr esa empatía y felicidad de estar juntos y saludables.
- Procesa la fe de la manera que hayas practicado o prácticas, para mantener ese contacto espiritual.
- Práctica, comparte, lee libros esos que postergamos por no tener tiempo, haz terapia ocupacional para que estos días más que un encierro y aislamiento, sea una oportunidad de dar tu “tiempo”, es el mejor regalo que puedes dar a tus seres queridos, más ahora que nos sobra o que podemos administrar fácilmente.
¿Será difícil mantenernos motivados? La verdad es que todo lo que hacemos a diario, lo que decimos y pensamos influirá en lo que deseamos. Probablemente a algunas personas les cueste menos, a otras les cuesta un poco más, y quizá haya otras a las que no les cueste nada. Nuestra motivación dependerá de los intereses personales y familiares, de la esperanza, del compromiso, tolerancia, y finalmente de lo que nazca del corazón y del deseo de vivir.
Una mentalidad optimista es el mejor estimulante que conocerás jamás. Lo único imposible es aquello que no intentas”. Giovanni Cassiani