PANDEMIA COVID-19 Y AFRONTAMIENTO PSICOLÓGICO, APRENDIENDO A SER RESILIENTES

Es importante que se promuevan políticas  públicas para atender la salud mental de la población en general y trabajadores de salud pública,  posterior a la pandemia, lo que implica pensar en la contratación de más especialistas en salud mental para desarrollar este trabajo el cual es un desafío para las autoridades de salud Salvadoreñas.

Por. Máster Reina Maribel Lovo de Umaña. Psicóloga clínica y catedrática de la UNIVO

fotos: web

Enero de 2020: despedíamos el 2019 con muchas alegrías y celebrábamos la llegada de un nuevo año, pidiendo a Dios que fuera mejor que 2019.

En esas peticiones estaban: la salud, trabajo y prosperidad. Ya escuchábamos que el Covid-19 atacaba a países como China, pero lo sentíamos tan lejano que en ningún momento cruzó por nuestras mentes que pronto nos enfrentaríamos a una pandemia tan agresiva y contagiosa que pondría al mundo de rodillas. Como efecto inmediato de la misma, produjo el confinamiento en nuestros hogares, el aislamiento social, el hecho de dejar atrás nuestro diario y agitado vivir, suspender nuestros trabajos, negocios y pasatiempos. Incluso, hemos pausado nuestras relaciones interpersonales con familiares y amigos que tanto amamos.

 La enfermedad covid-19 ha puesto al revés nuestra vida, social, laboral y cotidiana. Para frenar la expansión del virus hemos cambiado radicalmente nuestra forma de trabajar, socializar y de vivir.  La presente pandemia tiene un efecto particular en relación con otras emergencias sanitarias: LA SOLEDAD.

Cuando hay un evento que pone en riesgo la salud, el aparato psíquico entra en estado de emergencia y nos sentimos vulnerables y frágiles al punto extremo de a veces perder el control y caer en estados de angustia, ansiedad, insomnio, sobre todo porque no sabemos con certeza el futuro.

Se formulan preguntas como: ¿qué pasara con nuestras familias, ¿cuándo regresaremos a la normalidad ¿cuándo volveremos a abrir nuestros negocios, oficinas y volver a ver a nuestros familiares ¿cómo pagar la renta, facturas de servicio, los alimentos de mi familia? Entre otras.

Estas preguntas conllevan perder la tranquilidad, el sueño y hasta el apetito. Estamos ante una emergencia sanitaria y a la vez de SALUD MENTAL. Sin embargo, también es importante recalcar que es momento de utilizar nuestros propios recursos psicológicos para afrontar lo que estamos viviendo.

Comparto con ustedes algunas ideas de cómo cuidar nuestra salud mental ante una situación como la que vivimos, aunque sé que hay causales de preocupación mucho más grandes, pero la salud es lo principal.

Teniendo salud personal y familiar podremos enfocar nuestras energías a salir adelante en las demás áreas .

Estas son algunas de las reacciones a las que se enfrenta nuestro cuerpo y mente ante la presente pandemia.

• Ansiedad y angustia: las cuales no debemos negar. Es natural sentirlas ante la dimensión de lo que vivimos. Esta emoción pueden reflejarse a través del insomnio, despertar varias veces durante la noche ,irritabilidad, intranquilidad, presión en el pecho, cambios en los hábitos alimenticios (comer mucho o falta de apetito). Esto generado por las preocupaciones sobre cómo llevar el pan a la mesa de mi familia, los pagos pendientes, cómo salir adelante con mi pequeño negocio.
• Miedo: a contagiarnos con el virus, al desabastecimiento, a la muerte. El miedo nos protege y es adaptativo ya que nos prepara para situaciones peligrosas que ponen en riesgo nuestra vida, pero el miedo cuando se vuelve  irracional nos paraliza. Este es contagioso, puede extenderse rápidamente y generar histeria colectiva. El miedo irracional puede surgir cuando nos enfrentamos a mucha información, ya sea en noticieros o redes sociales.

         El pánico surge porque sobreestimamos las amenazas y subestimamos nuestras destrezas de afrontamiento  (Pike,2020).

• Falta de control: nos gusta saber qué va a pasar, para poder prepararnos. La presente emergencia sanitaria, por ser nueva, aun no hay una vacuna que la prevenga, ni un tratamiento específico y comprobado que la cure, ello produce la sensación de descontrol. Los temores son una respuesta comprensible a lo desconocido (Miller,2020)
• Frustración: al no poder llevar una vida normal, no ser productivos, no llevar a cabo nuestros planes y proyectos. Estar las 24 horas en confinamiento y no poder tener vida social.
• Estados depresivos: ante la incertidumbre del futuro, la perdida de nuestras fuentes de trabajo, el empleo; ante el dolor de perder a un familiar de quien no pudimos despedirnos con un abrazo, quien murió en soledad y a quien no pudimos honrar con un funeral, lo que dificulta la elaboración del duelo. El duelo es una tarea psicológica que se realiza siempre que hay una pérdida; la despedida y los rituales son importantes pues nos ayudan a aceptar y a asumir la pérdida . Las personas con antecedentes de episodios depresivos podrían tener nuevos eventos depresivos, también podrían aumentar el número de suicidios.

SUGERENCIAS PARA EL AFRONTAMIENTO PSICOLÓGICO

• Establece una agenda de tu día a día, incluyendo actividades que en tiempos normales deseaste hacer y no pudiste: hacer yoga, ejercitarte ,leer un buen libro escuchar música, bailar, cocinar, tejer, ordenar la casa, ver una buena película en familia o jugar con tus hijos.
• Fortalecer nuestra fe, independientemente la religión que usted practique. Dedique tiempo individual o en familia a la oración, lo que brinda sensación de confianza y tranquilidad y fortalece nuestra esperanza en tiempos mejores con la ayuda de Dios.
• Para disminuir la ansiedad puedes efectuar ejercicios físicos y a respiración. Evitar compartir información que genere ansiedad y angustia. Consumir noticias de fuentes confiables.
• Elabora un plan de contingencia. Esta es una guía que puede ayudar a calmar la ansiedad. Debes saber qué gastos son necesarios para sobrevivir, qué medicamentos necesitas, tanto los de uso continuo como los que debo tener ante un posible contagio, a quién puedo recurrir ante una situación emergente.
• Redes de apoyo: tener una buena comunicación con personas que queremos: familiares, amigos, compañeros de trabajo, escuela. Es importante para promover equilibrio emocional, de ser posible crear grupos en redes sociales.
• No perder el sentido del humor. El humor es una buena vacuna contra el virus del miedo (Jerici,2020)
• Guiarnos por consejos médicos y no por las emociones. Entre esos consejos no olvidemos: no salir de casa si no lo necesitamos y en caso de que lo hagas  usa mascarilla y guantes, toma distancia de dos metros de otras personas y al regresar a casa desinfecta tus zapatos, coloca tu ropa en detergente, báñate, lavado de manos de forma frecuente, uso de alcohol gel, evitar recibir visitas en tu casa .En caso de perder el control de tu estado emocional, buscar ayuda profesional, si es necesario.
• Puedes escribirme a maribel-psicologia1962@hotmail.com, atención gratuita durante la emergencia.

ROL DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL AFRONTAMIENTO PSICOLOGICO.

• Autocontrol emocional, dominio de pensamientos irracionales.
• Ser optimistas, proactivos, automotivados y actuar positivamente ante los imprevistos, (el covid-19   vino y se irá) hay antecedentes de que la humanidad se ha enfrentado a otras pandemias y las ha superado.
• Empatía o reconocimiento de las emociones de los demás: apoyando a otros que lo necesitan, a nuestros vecinos, personal médico y paramédicos, personal de servicio, policías y soldados, como lo vemos en las redes sociales.
• Altruismo: paradójicamente estamos confinados, pero hemos echado a andar nuestra solidaridad y empatía con otros que necesitan de nosotros, tanto con nuestros amigos como con quienes no lo son, ya que es importante dejar las diferencias a un lado promoviendo la solidaridad, empatía y responsabilidad social, dejando atrás el egoísmo.
• Desarrollo de la Resiliencia Colectiva. La resiliencia es la capacidad de las personas para adaptarse positivamente a situaciones adversas o traumáticas (Cryvelnik,2001) la capacidad de convertir un trauma en un desafío, de resistir, de superar un problema y salir fortalecido. Cuando somos resilientes utilizamos la adversidad como aprendizaje, como peldaño para mejorar y crecer   como personas y como sociedad.

        Traducir la situación como una oportunidad de aprendizaje nos permitirá disminuir la sensación de vulnerabilidad y desarrollar recursos internos de afrontamiento.

         Esta crisis sanitaria puede ser una oportunidad para buscar nuevos modos de relación y vida más en equilibrio con nuestro entorno, donde la cooperación , la solidaridad pasen a convertirse en algo estructural,  dejando atrás el egoísmo y la autosuficiencia, iniciando desde las Instituciones Gubernamentales.

         Se nos exige distancia física, pero debemos comprender que hoy más que nunca necesitamos cooperación social, valorar el sistema sanitario, las relaciones familiares y humanas en general como parte importante de nuestras vidas.

         Para finalizar quiero agradecer a todo el personal del sistema de salud salvadoreño que están al frente de esta pandemia, quienes como humanos tienen temores, al contagio, a contagiar a sus familiares, a la muerte. Sufren ante la impotencia de ver sufrir y morir a otros.

Esto podría a futuro generar resonancia emocional, cuadros ansiosos depresivos o de estrés postraumático, especialmente los médicos y enfermeras que laboran en las unidades de máxima urgencia con pacientes críticos, por lo que es importante que se promuevan políticas  públicas para atender la salud mental de la población en general y trabajadores de salud pública,  posterior a la pandemia, lo que implica pensar en la contratación de más especialistas en salud mental para desarrollar este trabajo el cual es un desafío para las autoridades de salud Salvadoreñas.