El consumo de embutidos y su repercusión en la salud de las personas
Por: Erika Argueta
En la actualidad son escasas las personas que no han probado por lo menos una vez un embutido de cualquier tipo, estos alimentos son una buena opción cuando buscamos algo que pueda cocinarse rápido. Estos productos son preparados con carne picada, grasas de cerdo, vaca, pescado o pollo, productos vegetales, condimentos y especies, pero hay diferentes tipos de embutidos como los de carne, de vísceras, de sangre y fiambres, cada uno de ellos clasificados según su ingrediente principal.
Asimismo, la mayoría de nosotros ha degustado de un Hot Dog o un sándwich de jamón por mencionar algunos de los alimentos más comunes que contienen embutidos, pero muchas veces no nos detenemos a investigar sobre lo que estamos ingiriendo y si eso puede tener una repercusión en nuestra salud, si el consumo se vuelve excesivo. No conocer la composición nutricional de lo que comemos puede generarnos daños graves a nuestra salud.
Lastimosamente los embutidos forman parte de las carnes o productos procesados que expertos en nutrición como Andrea Calderón, miembro de la Sociedad Española de Dietética y ciencias de la alimentación (SEDCA) no recomiendan consumir en exceso «Como sucede con cualquier alimento o producto si de vez en cuando nos damos un capricho o tomamos algo que no es tan sano, no será tan perjudicial puesto a que lo más importante es el conjunto global de la dieta» agregó.
Además, debido a sus altos niveles de sodio y grasas concentradas, mencionando también que en su mayoría contienen preservantes que claramente ayudan a «mantener» el producto en buenas condiciones y a su vez eliminan bacterias, no obstante, representan un riesgo para el organismo. De igual forma, cuando hablamos de carnes procesadas nos referimos a que están mecánicamente recuperadas, por lo tanto, al ingresar al intestino pueden liberar todo tipo de toxinas que dan el paso a los padecimientos.
Algunas de las enfermedades que puede causar el frecuente consumo de embutidos son el riesgo de cáncer, la saturación de colesterol, los triglicéridos, diabetes, enfermedades del corazón y otras enfermedades adversas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) este tipo de carnes han sido clasificadas como cancerígenas del grupo 1, incidiendo más en el cáncer colorrectal.
Por último, cabe destacar que como mencionan los profesionales en el área, los daños llegan cuando el producto es ingerido con mucha frecuencia, y es por ello que es necesario una dieta balanceada con alimentos que favorezcan a nuestro organismo y nos proveen los nutrientes necesarios para llevar una vida sana.