Serenata toda la noche para la Virgen de La Paz
El XVIII Festival Mariano fue realizado en las principales calles de San Miguel desde las 6:00 de la tarde hasta el amanecer
Redacción: Abby Reina fotografías: Abby Reina y Alejandro Hernández
El atardecer del 20 de noviembre de 2019 fue diferente en la ciudad de San Miguel, las principales calles de esta localidad no se veían saturadas de vehículos, sino de fieles católicos que asistirían al ya tradicional del Festival Mariano.
Mientras, el imponente volcán Chaparrastique vestía de colores vivos, nubes le rodeaban, los cielos pintaban de un tono celeste, en tanto niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad se concentraban en el popular parqueo del cementerio para ser partícipes del banderillazo de inicio de la noche de celebración a la patrona de San Miguel.
Las 7:00 de la noche marcaba el reloj, cuando Mons. Fabio Reynaldo Colindres Abarca, el alcalde municipal, Miguel Pereira, sacerdotes, diáconos, religiosas y más personalidades asomaban de uno y otro lado, saludando carismáticamente a la población.
El acto dio inicio con una oración elevada al altísimo, luego las
palabras fueron cedidas a la mayor autoridad de la iglesia católica, quien expresó enviar un saludo muy cercano y cariñoso a todos los católicos y no católicos de la diócesis de San Miguel, “la Reina de la Paz bajo su mirada dulce nos ha unido siempre, los tiempos que vivimos no son fáciles, no es nada fácil vivir en amor a nivel familiar, matrimonial hay mucha violencia, deudas, pobrezas, enfermedades ¡como necesitamos de Dios! y como necesitamos invocar a la Reina de la Paz como madre, maestra y señora nuestra para que camine con nosotros nos ayude y nos defienda; a todos les envío mi cariño cercano mi oración y bendición, sepan que el obispo de San Miguel los quiere mucho” concluyó.
En medio acto sin previo aviso la carroza de la Virgen llegó, el pueblo alegre, algunos con lágrimas en sus ojos y con sus palmas, dando una lluvia de aplausos fue recibida la imagen que recorrería las calles y avenidas donde se estaba alabando su nombre “¡que viva la reina del cielo! ¡que viva la Reina de la Paz, que viva la patrona de San Miguel!” fueron algunas de las frases que se escuchaban con voces llenas de gozo.
En el acto protocolario se hizo la entrega de diplomas de participación a todos los representantes de lo coros y ministerios que participaron en el Festival Mariano,
Por su parte el edil, Miguel Pereira, tuvo a su cargo las palabras de honor, “el objetivo de celebrar esta fiestas es en honor a nuestra patrona de El Salvador, porque no únicamente es de San Miguel, sino de todo el país, y también para que toda la población sepa que no todo es carnaval, no todo es fiesta este es el momento de venerar a la Virgen con el festival mariano”.
Finalizando esta ceremonia era momento que los migueleños caminaran en procesión acompañando a la patrona, la Virgen de La Paz; ancianos en sillas de rueda, niños en brazos de sus padres, personas con discapacidades también asistieron, ofreciendo su estado a su madre del cielo.
La carroza avanzaba lentamente, mientras que en las aceras de las calles estaba a flote el comercio, “¡lleve su gorro, bufanda, agua, jugo, gaseosa, papitas fritas, vaya lleve la tostada de yuca de plátano!” decían los vendedores que no desaprovechaban la oportunidad para ganar su dinero honradamente.
Cuadra tras cuadra llenas totalmente de personas gozándose de una u otra manera, los coros y ministerios de alabanzas entonaban el himno a la Virgen de La Paz: “Salve salve oh reina ensalzada, de tus hijos escucha el clamor, nuestra dulce patrona aclamada, tuyo siempre será El Salvador” mientras la imagen pasaba enfrente de las diferentes tarimas.
Después de un tiempo la Reina de Paz llegaba al frente de su casa, la bella Catedral Basílica de San Miguel la cual se vestía de gala, cohetes, luces de colores, y mucha pólvora iluminaban el cielo dándole la bienvenida.
El tradicional castillo de luces fue encendido para con ello despedir a la Patrona de El Salvador la cual tendría que entrar a su santo hogar, con aplausos resonantes, cánticos y frases fue la entrada triunfal de la agasajada de la noche.