Cultura

Francisco Gavidia, escritor, educador y periodista

 Por: Bryan Miguel Martínez

La calle es la morada del mendigo.
La indiferencia la cubrió de hielo.
Y en ella, al sol, al aire y al espacio,
El mendigo es su libre prisionero;
Con la ciudad por cárcel, se detiene
A las puertas, no más: no pasa dentro!
Es cojo; tiene grillos a las plantas.
Es manco; sus esposas son de hierro.
Es sordo; ni él se escucha, está murado.
Es mudo; tiene una mordaza. Es ciego;
Está preso en la tumba.

El 29 de septiembre de 1863 se cree que nació el escritor y periodista Francisco Antonia Gavidia en  Cacahuatique, hoy Ciudad Barrios, San Miguel, debido al extravió de la partida de nacimiento original, algunos de sus biógrafos aseguran que fue en 1863 y otros en 1865.

 En 1880 el joven Gavidia obtuvo el grado de Bachiller en Ciencias y Letras, y luego se trasladó a San Salvador donde ingresó a la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de El Salvador. Sin embargo, dejó la carrera después de un año, para convertirse en un autodidacta.

Gavidia es considerado el iniciador de las letras salvadoreñas, practicó los más diversos géneros. Fue escritor educador y periodista.

Además lector y traductor de poetas franceses, enseñó a su gran amigo, Rubén Darío, el alejandrino francés, que otorgó a sus versos una sonoridad distinta y única. Darío difundió este estilo en todo el suelo castellano. Rubén Darío lo mencionó en su autobiografía al considerar que fue, según sus propias palabras quien le otorgó la posibilidad de incursionar en «La floresta de las letras francesas”

El año 1887 contrajo matrimonio con la hija del periodista Carlos Bonilla. Un año después, fundó el periódico El semanario noticioso, que salía cada jueves, así como la Academia de Ciencias y Bellas Artes de San Salvador. Tras el derrocamiento del general Francisco Menéndez, Gavidia se exiló del país, y continuó su actividad periodística en Costa Rica, donde fue director de La Prensa Libre entre 1891 y 1892; y posteriormente en Guatemala trabajó como corredactor de “El bien público” de la ciudad de Quezaltenango.

Entre sus obras más reconocidas destacan: Júpiter, Ursino, Conde de San Salvador o el Dios de las cosas, Lucía Lasso o Los piratas, La torre de marfil, La princesa Catalá.

Júpiter de Francisco Gavidia tiene dos versiones, una para teatro en cuatro actos de la cual solo tiene noticias y la obra escrita de cinco actos, la cual fue llamada: Júpiter o la conspiración de 1811, por el periódico El Municipio Salvadoreño y publicada en Repertorio Salvadoreño, Revista mensual de la Academia de Ciencias y Bellas Letras de San Salvador, Tomo III, No. 4 Octubre de 1889

La Academia Salvadoreña de la Lengua, en acto promovido por Ramón López Jiménez, nombró el año 1965 como el Año Gavidiano, para conmemorar al escritor que creció en la cálida zona oriental.

De acuerdo con José Hermógenes Córdova Gonzales, profesional de la educación, quien actualmente es docente del Centro Escolar “Alberto Recinos H” del canto “Las Marías” del municipio de Chinameca, comentó que el gobierno salvadoreño declaró a Francisco Gavidia como salvadoreño meritísimo en 1933 y en 1939 la ciudad de San Miguel le rindió un homenaje que incluyó el bautizo con su nombre del teatro de la ciudad.

El año 1937, Gavidia fue miembro de la Comisión de Cooperación Intelectual de El Salvador, dependencia de la Sociedad de Naciones, y en 1941 la Universidad de El Salvador le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Al final de su vida le fue otorgada la máxima condecoración nacional de El Salvador, la orden «José Matías Delgado», la que recibió de manos del presidente de la República Oscar Osorio en su lecho de enfermo en el Hospital Rosales, pocos días antes de morir.

Para Córdva, entre los principales aportes de Gavidia está la difusión del humanismo y de los valores clásicos grecolatinos, antes de él muy poco apreciados en nuestro medio; la revaloración de temas y tradiciones indigenistas queriendo incorporar la historia nacional y latinoamericana a nuestra literatura; el impulso al teatro salvadoreño, específicamente por haber sido el primero en producir varias obras de teatro de temas autóctonos.

Francisco Gavidia propuso la primera reforma educativa del país, que comenzaba desde el nivel de parvularia pero que no tuvo mucho apoyo de parte de los maestros ya que no les parecía conveniente estar capacitándose cada año , cosa que ahora se ha logrado. Propuso ensayos y estudios de la historia moderna de El Salvador, la abolición por la esclavitud, los estudios de humanidades, la influencia literaria en las carreras profesionales; todo eso demostraba su dedicación y empeño hacia lo que hacía, relató el educador.

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Redacción UNIVO NEWS

Equipo de periodistas, estudiantes, editores y productores de la Carrera de Comunicaciones de la Universidad de Oriente UNIVO.

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