Arte Sirio en tiempo de guerra
Hoy, día internacional del arte
Fotos: enlaces web
Lo que ha florecido en los últimos tres años tras la guerra en Siria ha sido el arte sobre todo fuera de sus fronteras, aunque algunos valientes siguen ejerciéndolo incluso bajo el fuego de las metralletas y las bombas.
Los artistas sirios: Nihad Al Turk, Abdul Karim Majdal Al-Beik, Othman Moussa, Mohannad Orabi y Kais Salman, expusieron sus obras en Londres, reflejando, según los analistas diferentes maneras de ver el conflicto.
Ayyam Gallery se convirtió con la llegada de la guerra en un refugio para el mundo del arte, la galería es toda una institución cultural en Siria. Fundada en Damasco en 2006, Ayyam Gallery se convirtió con la llegada de la guerra en un refugio para el mundo del arte, transformando sus instalaciones en estudio para artistas. Al recrudecerse la guerra, se vieron obligados a trasladar obras y creadores a otras ciudades, según citas medios internacionales
Dicha galería cuente con cuatro sedes; Londres, Dubai, Beirut y Yeda para “dar a conocer el trabajo de artistas de Oriente Medio.
Otros artistas Sirios, como Nizar Ali Badr, han sido nominados para el premio anual del libro de dibujos mejor vendido en 2016 en Canadá por parte de La organización Rocky Mountain Foundation
“El nombre de Badr figura al lado del nombre de la escritora Margriet Ruurs, por su libro Peldaño sobre Piedras (Stepping Stones). Esta obra se encuentra entre los primero cinco libros mejor vendidos en este país norteamericano, según medios de información locales.
El libro narra la situación de Rama y su familia que son obligadas a abandonar su aldea tranquila y huir a Canadá.
Nizar ha creado más de 25.000 escenas del día a día de la guerra de Siria desde 2011 y nunca ha vendido ninguna de ellas.
Otros artistas hacen su labor o la hacían hasta hace unos días en la propia Suria, como Muafac Majul, quien elbora murales de hasta 720 metros cuadrados, una de estas obras adorna la pared exterior del recinto de la escuela Basem Hamsho en Damasco, se ha convertido en el mayor mural del mundo elaborado con materiales reciclados
“Queríamos hacer sonreír a la gente, especialmente a los niños, y que por un momento dejaran de lado las dificultades del día a día y los problemas cotidianos”, explica este pintor, de 56 años, declaró el artista a la prensa.
Tazas, latas, tenedores, trozos de azulejos y muchas cosas más que hallaron en sus casas fueron empleadas para construir esta obra, aunque los artistas también contaron con la colaboración de vecinos, familiares e incluso de los alumnos del colegio.