AGAVE sigue produciendo fibras naturales
Agave es una fábrica que fue fundada en 1962 por Mauricio Borgonovo, inició procesando fibra de henequén.
Por: Ana Elsy Urrutia fotos: Ana Elsy Urrutia y cortesía AGAVE
El kenaf es una planta tropical, que tiene una apariencia similar al bambú y está emparentada con el algodón, en los años 60 y 70 su cultivo fue generado en grandes cantidades en el Cantón El Platanar, municipio de Moncagua, San Miguel, así como el henequén.
El supervisor de la fábrica Agave, en el área de producción, Carlos Maravilla explicó que el que durante sus inicios, fue necesario superar una serie de inconvenientes, el primero fue un incendio a los 9 años de haber iniciado labores, también enfrentar la reducción sustancial de este rubro en el mercado durante la última década.
El apoyo de las autoridades y el crecimiento de las exportaciones a países Centroamericanos, principalmente en la tela de henequén, México y Estados Unidos, Agave, ha vuelto a resurgir con la fe que en el futuro tendrán el apoyo necesario para poder seguir generando empleo en su comunidad.
Con la reactivación de los cultivos de henequén en municipios como Osicala, Delicias de Concepción, Cacaopera y la del kenaf en Chapeltique y Moncagua, se ha abierto la posibilidad de que más personas se involucren para elaborar una mejor producción.
Freddy Moreira, uno de los productores, comentó que para la elaboración del saco, el kenaf y el henequén son separados en la fábrica para dar paso a otra etapa donde la fibra va tomando forma.
El Kenaf inicia el proceso en el departamento de suavizado, donde además de darle se le aplica lubricante ecológico, en el departamento de cargas se afina la fibra en tres estiradores, limpia, ordenan, estiran; la hiladora, comienza a dar forma al hilo, la bobinadora produce enormes bobinas de hilo que posteriormente alimentaran el urdimbre y los telares, el urdimbre del kenaf enrolla el hilo en rollos más grandes que sobre pasan las 9 mil yardas cada uno.
Estos rollos son transportados a la engomadora donde se le aplica un tipo de goma elaborada con harina de yuca, agua y cola natural para darle un mejor acabado al hilo, se usa una cantidad considerable de vapor que servirá para mejorar la tela, la fibra engomada llega a los telares planos, donde nace la tela con su acabado tradicional.
El proceso aplicado al henequén es parecido al kenaf; sin embargo, la diferencia es marcada con tres peines, por los que pasa el henequén, tres estiradores y la hiladora, asimismo las bobinadoras que producen enormes rollos de fibra que pasan a urdimbre y finalmente a los telares planos, tanto la tela de kenaf como la de henequén acaban en la zona de producto terminado donde son puestos en la mesa de inspección, ahí reparan y eliminan errores de fábrica.
Para una mejor apariencia las planchadoras de telas están esperando por ellas, en la cortadora se determina el tamaño del lienzo a utilizar para elaborar el saco en el área de costura, se le da forma al producto, este pasa posteriormente a la imprenta donde de acuerdo a lo solicitado por el cliente se imprime el logo. En la zona de empaques, se preparan los paquetes de sacos cada uno cuenta con 300 unidades.
La salida al mercado de estos productos ha generado, un impacto positivo en muchas familias, que durante años se han sostenido de la venta de artículos derivados del kenaf y el henequén.
Los días domingos se abre la plaza local en su máxima expresión, siendo esta la ventana de exhibición para muchos comerciantes; diariamente la fábrica Agave genera empleos directos beneficiando a la población del cantón El Platanar y sus alrededores.
La planta cuenta con alrededor de 70 clientes nacionales e internacionales, que de manera permanente solicitan grandes cantidades de sacos.
El doctor Mario Valencia del área de odontología, de la unidad de salud local, mencionó que la fábrica beneficia a la comunidad, porque es una fuente de empleo para muchos habitantes de dicho cantón. La fábrica AGAVE, ha estado comprometida con la población ayudando a instituciones como: la escuela y la Unidad de Salud, en innumerables proyectos de beneficios a los más necesitados de la localidad.
Cabe recalcar que todas las obras humanas siempre tienen un impacto ambiental, pero en el caso de la fábrica, el impacto ha disminuido, aseguraron, debido a que ya no se cultiva el henequén ni el kenaf en El Platanar, como era en el pasado, donde se procesaba la materia prima contaminando los mantos acuíferos y las fuentes de agua, ahora toda la materia prima es importada o comprada a pequeños agricultores del área de Morazán.