Salvadoreños: Unión es lo que necesitamos
Tuve la oportunidad de nacer en El Salvador, tierra bella de grandioso esplendor.
Vivir en este país día a día es una bendición, cuando los turistas nos visitan usualmente se enamoran de la pupusas, la horchata y las personas.
Dicen que los salvadoreños son personas amables, humildes y trabajadoras, optimistas porque, a pesar de ver caos alrededor siguen sonriendo, porque a pesar de las dificultades siempre salen sin saber si regresaran.
Es un país con infinidad de virtudes empezando con su nombre: EL SALVADOR, nombre dado a Jesucristo quien vino a morir por nosotros, y su apodo de cariño el «pulgarcito de América», pequeño pero admirable para muchos, se dice que en cada país del mundo siempre estará un Salvadoreño extrañando su tierra, añorando estar con su familia y siempre orgulloso de su país.
Pero en algo hemos fallado, en algo tan importante, tan primordial, tan especial: se nos olvida ser unidos, se nos olvida ser activos, se nos olvida luchar por los derechos, se nos olvida hacerle bien a nuestro prójimo, se nos olvida apoyar lo nuestro, se nos olvida de donde somos.
Siempre he pensado que una persona puede estar preparada académicamente, pero si no recuerda con cariño lo que fue o de donde viene, desencanta, no se podría ver la esencia de su ser, no podría saber el antes ni el después.
Aunque nos hayan llovido mil tormentas, aunque en los noticieros solo saquen malas noticias, tratemos de ser agentes de cambio, sintámonos orgullosos de donde venimos, de lo que somos, de las costumbres, y sobre todo de no haber tenido recursos grandes, pero una cualidad de un Salvadoreño es cuando se rebusca por salir adelante.
Unión es lo que necesitamos.