El equipo de artesanos necesita asesoría para poder promover sus productos en esta pandemia
Por: Yanci Lizama/Kevin Amaya/Febe Carranza y Jhessica Ponce
Elsy Noemy Jurado, residente del Cantón El Limón, municipio de Sensembra, Morazán, es una emprendedora que recibió la oportunidad al momento que llegaron a su comunidad buscando personas que supieran tejer, porque el patrimonio de Sensembra es el tule sus tejedores de petates.
Hay dos tipos de tule: el tule negro y el tule de agua. El primero tiene forma de prisma alargado y su corteza se usa para el tejido de petates, conocidos también como esteras. Su parte interna, llamada “corazón” o “mecate” se utiliza en la fabricación de monturas, alfombras y otros. El tule de agua tiene su corteza más ancha y sirve para elaborar papeleras, portamacetas y otros.
Este grupo de jóvenes recibieron motivación y fueron varias las que tuvieron la oportunidad de aprender a hacer nuevos diseños o manualidades con el tule en el proyecto que sin duda fue de mucho aprendizaje y conocimiento para llevar a cabo sus habilidades y destrezas.
FOMILENIO fue una de las instituciones que apoyó este proyecto, pagando a un tutor para que les enseñara a hacer los nuevos productos, también fueron los encargados de equiparles con herramientas como las maquinas industriales, en la actualidad todas las personas que cuentan con las maquinas, dejaron de tejer el petate y dedicarse a la fabricación de los nuevos productos.
A Elsy le motivó involucrarse a este proyecto, al que llamaron: Pastoral Juvenil Artesanías, debido a la situación económica, al igual que la oportunidad de aprender algo nuevo, sirviendo como una nueva fuente de ingresos y ayuda a la familia.
En la situación de COVID-19 el negocio ha sido paralizado, no obstante, en su momento tuvo éxito, porque asistían a ferias de parte de Ciudad Mujer a la ciudad de San Miguel, participaron muchas veces en estas ferias, obteniendo ganancias de sus ventas, algo que quisieran recuperar.
Ahora bien, este grupo de 12 personas tuvo la oportunidad de aprender ademas a elaborar sorbete artesanal, que fue un proyecto por parte de Ciudad Mujer, comprando una maquina para hacerlo de forma manual, y luego se les otorgó una maquina industrial.
Elsy también es una mujer emprendedora, en granja, ella cría pollos de engorde, gracias a FAO El Salvador, que en su cuenta de YouTube se pueden apreciar cada uno de sus proyectos, cuando ya tenían sus pollos para poder vender, FAO, se encargaba de comprarlos.
“Yo quiero seguir, poniendo mis conocimientos a andar, que no solo se queden en el muy aprendizaje, si no que sacarle provecho” dijo Jurado.
Elsy , también se ha encargado de dar taller a muchachas jóvenes que pertenecen a la comunidad del cantón, poniendo en práctica el teñir camisas, y el elaborar artesanías con el tule, llamando a su proyecto: Pastoral Juvenil Artesana en Tule Sensembra (PJATS).
Francisca Cortez es una de las muchachas jóvenes que formó parte del taller que impartió Elsy, al mismo tiempo Francisca cuenta con su título de administración de empresas, pero eso no le impide involucrarse a este tipo de proyectos.
Materia prima en los alrededores
La materia prima del tule se obtiene en el mismo cantón, en otras palabras, tenían sus proveedores, por esta razón no se podía dejar de aprender algo nuevo, la materia prima del teñido se obtiene de las cascaras o las hojas de los árboles ya que estos son artesanales, los obtenían buscándolas.
La meta de estas jóvenes fue la producción de artesanías a base del tule y teñidos naturales y ser reconocidos en el mercado. Por otra parte, buscan involucrar a otros jóvenes, así prestando sus equipos y dando vida a este proyecto con la mayor parte de la comunidad.
Curiosamente entre las jóvenes emprendedoras se encuentran algunas que han tenido la oportunidad de formarse académicamente y esto viene a ser un aporte importante para el grupo de emprendimiento en tiempos de pandemia el trabajo ha cesado, pero no ha tenido un golpe en la economía debido a que se encuentra en una zona rural y muchas de estas mujeres jóvenes se dedican a otras ocupaciones.
Rosa Elena Castro, una clienta de artesanías de barro, mármol y hamacas, se entera del nuevo arte que están creando en Sensembra con base del tule, expresa “me parece muy interesante ya que es un trabajo bastante estético y que requiere mucha paciencia, por medio de él poder crear cosas realmente bonitas, con finos acabados, es muy bonito ver en los mercados petates, diferentes tipos de cestos, el incluso sombreros muy coloridos, me gustaría mucho aprender hacer diferentes tipos de creaciones”
«Estoy dispuesta a comprar este tipo de artesanías porque definitivamente un petate es muy fresco, los canastos son ideales para guardar diferentes cosas, los sombreros en un día de playa lucen increíbles, las carteras teñidas también me resultan interesantes para mostrar a mis amigas lo bonita que son que se interesen en comprar ellas también», dijo Rosa.
