MIS PASOS A TU LUZ
Por: Leonardo García
fotos: César Grande y José Contreras
A mi choza me dirijo
Caminando por los verdes pastizales,
Respirando aire puro,
Entre los apriscos y los animales
En busca de sus cubiles.
Me torno en océano de felicidad
Entre las aves y su vuelo
Y el encantador crepúsculo
Con colores matizados en el sublime cielo;
Mientras tú apareces de imprevisto
Tan llena de vida al séptimo día del mes
Para mostrarme tu belleza
En total y clara desnudez
De repente apareces,
Aun cuando los rayos de sol acarician mi cuerpo
Y el día pelea en su ocaso
Con el silencio…
Y llegas para darme el génesis
De la noche serena que contigo viene
y me das la pauta para empezar a contemplar
Lo hermoso de tu desnudez .
Tan fulgorosa, excitante y muy sensual
Vienes a mí con el crepúsculo del anochecer.
¡¡oh amada mía!!
Te veo y no me lo creo;
No sé si es un sueño de fantasías
O has venido a verme en realidad.
Solo sé que estás aquí
Haciéndome muy feliz.
Y quiero bailar contigo,
Pero vienes descalza
Y no traes vestido,
Te haces la disimulada
Y te escondes cada vez que te miro…
Y es agradable verte a escondidas
En completa desnudez,
¡¡Oh amada!!
Ya quisiera el día asirte por mujer;
Y yo quisiese que la noche fuese eterna
Y que no muera cuando cante
El pájaro del amanecer.
Que el reloj detuviera sus agujas
Y que, entre ella y el silencio
No se rompan los lazos
Para que inerte y cansada
Duermas entre mis brazos.
Pero es imposible
El mundo viene y va,
Nomás déjame decirte:
Si mañana no nos vemos
Ya habrá otro ciclo
Ya habrá otra oportunidad.
MIENTRAS TANTO…
Se fue mi sol,
De montaña en montaña
Se escondió
Y su paradero no me dio.
Se fue y me dejó
Sin decir adiós,
Sin dar una señal,
Pero sigo creyendo que es leal.
Mientras tanto…
La noche va llegando
Obscura y silenciosa,
Dejando desnuda la nebulosa.
Y tú con ella vienes a mí
A hacerme compañía,
Dándome tu luz
Y con ella la alegría.
Trato de acercarme a ti
Flemático como rocío, y
Mientras trato de quererte
Sosegada sonreís nervudamente
A mi cautelosa seducción de doncel.
¡¡Oh, qué bonito es lo tuyo!!
¡¡Oh amada mía!!
Me incitas a amar de noche
Y a esperar de día,
Desde la entrada del sol
Por mi pupila
Hasta la caída del crepúsculo
Y tu esplendorosa venida.
Y sin importar el pavor
Que le guarde a mi sol y a su ira,
Yo te seguiré queriendo
Como nadie te ha querido
Vida mía;
y
Aunque abrasado sea
Yo te seguiré queriendo,
Deformado entre las cenizas
Pero, mientras tanto…
¡¡Ven y ámame!!
Como se ama a la vida misma.