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Menos multas y más cultura ecológica

San Miguel necesita una política pública integral para cambiar la cultura ambiental de negativo a positivo

En el desfile del 15 de septiembre, las cachiporristas y los integrantes de bandas de paz del segundo bloque del desfile en San Miguel tuvieron que marchar sobre bolsas plásticas, pajillas, botellas, semillas de jocote  y otro tipo de basura.

A eso de las 9:00 de la mañana los transeúntes que esperaban ver  el espectáculo ya habían dejado su huella y hasta la división de la avenida Roosevelt estaba llena de basura; no pareció importarles que esta chocara con sus pies.

Un grupo de policías que estaba en la zona de la Roosevelt Sur colocaron su basura en un carretón que habían dejado estacionado, no había cerca donde poder depositarla.

Aunque al municipio de San Miguel se le aplaude por haber reformado el articulo 10 de  la ordenanza municipal del aseo, a través de la cual ya han impuesto multas a particulares, iglesias y empresas por tirar la basura a la calle, esta es insuficiente sin la educación ambiental.

El desfile del 15 fue el mayor ejemplo, los jóvenes realizaron la actividad solo en un carril de la arteria,  la gente ocupó el espacio sobrante para circular y los vendedores para establecer sus negocios ambulantes unos y otros fijos.

Ese día no hubo multas, el personal del CAM estaba ocupado en labores de apoyo a la seguridad, pero obviamente si se hubiesen dedicado a sancionar a cada persona que dejó basura en la ciudad, hubieran recaudado dinero suficiente para seguir con ese proyecto.

Lo que aún hace falta en San Miguel es educación y conciencia ambiental, no solo multas, que claro a más de alguno ya le quedó una lección.

Las escuelas, las empresas, las ADESCOS, todos deberíamos asumir un compromiso militante con el medio ambiente y la comuna debería liderar estos procesos que ya iniciaron, porque ha quedado demostrado que sin compromiso personal, gremial, empresarial, de actores sociales, de todos los  habitantes de este municipio,  la basura va seguir siendo un problema, en cualquier punto y los recolectores de esta siempre tendrán que recoger toneladas de basura de las calles, pese al problema que causan los desechos, porque aún hay muchos que no aman ambientalmente este territorio, ni enfocan esfuerzos, por hoy, para cambiar esa cultura.

Ya es momento que haya una política pública participativa que incluya  el compromiso para mejorar este aspecto, para llevar educación ambiental y cosechar una ciudad que se conozca no solamente por ser pionera en colocar multas a quienes ensucian las calles, sino además porque la gente tiene cultura ecológica.

Una ciudad en la que procesar basura sea una oportunidad para quienes no tiene trabajo, donde con el plástico se hagan piezas para dar casas a los necesitados, en el que las empresas y las instituciones académicas colaboren con estos procesos, una ciudad en la que desde niños se sepa que es diferente, que maneja con mayor responsabilidad sus desechos  y su basura, ojalá que pronto hayan menos multas y más cultura ecológica.

 

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Redacción UNIVO NEWS

Equipo de periodistas, estudiantes, editores y productores de la Carrera de Comunicaciones de la Universidad de Oriente UNIVO.

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