Luna de Nieve
Por: Leonardo García Cruz Estudiante de Inglés UNIVO foto: Abby Reina
La penumbra de mi corazón está iluminada,
pasó de ser una noche obscura
al máximo espectáculo que jamás se haya visto
desde que apareciste brillando tanto como ninguna.
Las luces de la ciudad he decidido apagar
porque después de ti la energía está sobrada.
Tú irradias hermosura plena con solo aparecer
y traspasando mis blancas sábanas, me haces bien.
Has iluminado cada parte de mi ser.
Aparentas ser el génesis de un amor clandestino
mas veo que como la nieve te vas derritiendo
y yo estoy ansioso por que sea en mis brazos
pero el planeta no nos deja, él te quiere completa.
Mientras yo te deseo como si no hubiese otra
y te anhelo como la luz a mis negros ojos,
aunque aparezcas tan cerca con los febreros
yo insisto en mantener mis párpados perplejos
para explorar tu belleza y no esperar hasta el apogeo.
No hay ninguna como tú, como tú ninguna hay
y aunque sé que los brazos no me alcanzan
y este corazón es muy pequeño;
para abrazarte desde lejos y amarte con el alma
me sobran necias y tercas ganas.
Pero prefiero verte que a nada
y recorreré los montes entre la hierba
los ríos, lagos y mares.
para no perderte, al menos por ésta noche.
aunque te pierdas luego para siempre.
Sé que es casi imposible un amor de siglos
separados por el calendario; fechas y horarios
qué si no existieran, feliz seríamos sin saberlo.
La esperanza gira inmensa como el mismo cielo
e infinitas como las estrellas y luceros;
sin embargo, la canción suena poco triste.
Solo te pido no desaparezca cuando llegue
el alba con la aurora en pleno crepúsculo
ee la fría madruga.
Ohh, Luna de nieve, por favor no te vayas.
Leonardo García Cruz
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El Salvador. Miér, 20 febrero.
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