Heriberta, artesana del barro negro
Los artesanos de Guatajiagua esperan que sus ingresos mejoren ya que durante la cuarentena no han podido vender y son personas de bajos ingresos económicos
Por: José Alfredo Hernández
Fue a los 10 años de edad, que Heriberta Pérez emprendió su oficio de artesana del barro negro en el municipio de Guatajiagua, Morazán, el cual inicia yendo hasta el cerro Los Vigiles, donde debe comprar y a veces pedir regalada la materia prima.
Ella y su familia son expertos en elaborar ollas, comales, arroceras, sartenes y objetos para decorar los hogares.
Heriberta se sabe de memoria el proceso y contó que primero, de niño, se empieza haciendo cosas chiquitas, “ ya según va creciendo uno hace cosas grandes, de diez años yo empecé a preparar el barro primero, se cuela porque lleva tres clases de barro que son colorado, negro y arena, se mezcla y se cuela, luego se amasa y de ahí se deja endurar para hacer la pieza. Ya para hacer un comal pues se pone el barro en el suelo y se empieza a moldear, al tenerlo hecho se raspa y se pule y se les pone las orejas y luego volvemos a alisarlo con una piedra especial que le dan forma al producto y lo pasamos por fuego en un horno hecho de tierra blanca.”, detalló la artesana.
En el invierno cuesta mucho trabajar el barro, por eso las artesanías y las ollas, los comales, se trabajan durante el verano, explicó.
Este producto al venderse se convierte en el único ingreso económico de esta familia, pero la pandemia del Covid19 les pasó factura.
“Antes de que empezara esta enfermedad del coronavirus salíamos a vender, pero hoy cuesta mucho más y acá en la casa de poquito en poquito que me han venido a buscar antes de la pandemia nos íbamos hasta San Salvador a dejar hasta cuatro cajas, pero nos costaba porque el pasaje sale carro hasta allá y en bus pues tenía que andar con cuidado para que no se quebraran”, comentó Heriberta con una mirada triste y una voz quebrantada,
Heriberta tuvo 10 hijos 6 mujeres y 4 hombres, dos de ellos murieron en el parto, y a los demás desde que eran infantes ella les enseñó su arte, ya que será un legado para ellos.
“Desde que tenía 12 años de edad mi mamá me enseñó a hacer cosas pequeñas y a medida pasó el tiempo aprendí a hacer nuevos diseños como arroceritas con cuchara, cacerolas, tostadoras de tortillas. También me enseñó a hacer nacimientos para la época de Navidad, acá lo que el cliente pida nosotros lo hacemos”, dijo Norma , una de las hijas de Heriberta.
La gran mayoría de artesanos de barro negro, son mujeres muy trabajadoras y debido al desempleo que hay en nuestro país y a pesar de la pobreza en que nacieron, han logrado aprender un oficio del cual dan gracias a Dios por haber nacido en un municipio en el cual les caracteriza como gente laboriosa y con un gran patrimonio cultural que les ha permitido sacar adelante a su familia.
Por su parte, el alcalde, Lucio Canales les ha apoyado durante la pandemia, llevándoles barro negro para que sigan trabajando y puedan generar ganancias.
Doña Heriberta, invitó a la población para que puedan apoyar a estos negocios de artículos artesanales hecho de loza, ya que ellos no tuvieron la oportunidad de estudiar una profesión para darles una mejor vida a sus hijos.
Si usted es amante a la artesanía y a los utensilios de cocina elaborados en barro negro, puede solicitar su encargo llamando al 79120180.