Entrevistas

«El MINEDUCYT no tiene políticas de desarrollo musical sistemático o académico a nivel nacional”

Para Amaya, desde los acuerdos de Paz la prioridad era el rescate de la economía y como era eso decían hay que tecnificar a los alumnos en inglés en las redes sociales en esto y lo otro, pero  en música nada

 Redacción y fotos: Erick Argueta

 Elmer Alexander Amaya Guerrero tiene 65 años,  durante su trayectoria como músico ha enseñado a personas a insertarse en este campo desde el año 1973;  estudió en la Escuela de Música Centro Nacional de Artes y fue el pionero del método Suzuki en El Salvador,  enseñanza que va dedicada a los niños.

Amaya ha sido director de grupos musicales como: la Orquesta  Sinfónica Estudiantil del Centro Nacional de Arte, también fue violinista en la Orquesta Sinfónica Nacional,  30 años después se jubiló, en el año 1995 fue el director y fundador de la Orquesta Sinfónica Juvenil.

Hasta la fecha Amaya sigue despertando en los jóvenes el interés por la música específicamente en el municipio de Ciudad Barrios,  San Miguel.

El sonido de las melodías que enseña Amaya a sus 45 alumnos en el Centro de Convenciones Cooperativo,  en Barrio Concepción se escucha desde la calle, desde ahí se puede percibir el ambiente de paz al estar en el lugar.

Amaya viste una camisa manga larga morado lila, pantalón negro, lentes claros y unos zapatos que brillan con el reflejo de la luz eléctrica, él está de pie frente de sus alumnos para darle las instrucciones y sacar las melodías a su instrumento, después de eso se dirige a su piano para dar la señal en que momento cada uno tiene que empezar a tocar.

Al equivocarse la dinámica es volver a repetir los pasos, es por ello que todos los niños y jóvenes están atentos a seguir las indicaciones –  ¿quieren que se escuche bonito? Pregunta – ¡si! – contestan sus alumnos.

Este maestro de muchas generaciones de músicos, nos concedió una entrevista y esto nos comentó:

¿Cuál ha sido el destino de aquellos jóvenes que usted enseñó música en 1973? ¿Y aproximadamente a cuántos ha instruido en este aprendizaje?

Esos jóvenes emigraron a otros lugares y los que se quedaron acá unos han de tener de 40 a 50 años pero me agrada al saber que algunos son generadores de talento. he enseñado alrededor de 2, 000 jóvenes en distintas generaciones.

 ¿De donde es originario ?

Soy de Ciudad Barrios,  pero en el año 1970  me fui a estudiar a San Salvador porque el gobierno me otorgó una beca para estudiar música, en la reforma educativa fui parte del primer grupo experimental del bachillerato en música.

¿Cómo decide viajar usted a la capital a estudiar música?

Me fui porque cuando uno termina de estudiar básica hay una interrogante,  estudiar lo que a uno le guste  en el caso mío que es la música, trabajar en una hacienda o emigrar debido a que las oportunidades para los jóvenes en aquel entonces en Ciudad Barrios y a nivel nacional eran escasas.

Pero el gobierno me dio la oportunidad de estudiar música y fui a realizar las pruebas a San Miguel,  pensaba que era el único que me iba a examinar en música y cuando llegué a la prueba me llevé la sorpresa que habían como 1000 personas aplicando a esa beca, pero de toda esa cantidad solo pudimos ingresar 10 para música, 10 para artes plásticas y 10 para teatro, fue en ese momento que empieza mi carrera de estudios musicales.

¿Qué le motivó ser músico?

El primer profesor de música fue mi papá Alejandro Albero Amaya de Ciudad Barrios él era músico del pueblo y muy conocido, tocaba trompeta y marimbas en las procesiones, yo observaba todo eso desde pequeño lo más lógico era que quería ser músico igual que mi papá, cuando fui a estudiar a la escuela de música ya llevaba conocimientos previos, eso me ayudó a ser el más destacado y gracias a eso empecé a trabajar en la escuela de música donde había estudiado.

¿Qué logros ha obtenido después de estudiar música?

Fui parte del coro de la orquesta sinfónica Nacional y  aspirante a músico, 10 años después la OEA me dio una beca para estudiar música en la especialidad de administración musical y docencia en Santiago Chile de la universidad del  Estado por un año y después  regresé a El Salvador a seguir trabajando y he regresado a Ciudad Barrios porque de acá soy originario y me gusta enseñar la música a nuevas generaciones de jóvenes.

 ¿Cuál fue el primer instrumento que aprendió a tocar?

El primer  instrumento que aprendí a tocar fue la guitarra, luego el violín pero tenía una dificultad, como era niño mis brazos eran pequeños pero a pesar de eso con la práctica fui aprendiendo, luego torque batería, contrabajo y congas, a medida el tiempo pasaba aprendí en todo instrumento que estaba a mi alcance eso me fue ayudando para involucrarme a la música.

¿Los integrantes de su familia son músicos?

Mi esposa es flautista,  somos generadores de talento en las iglesias, mi primera hija violinista, mi hijo Alexander Amaya es chelista y guitarrista mi otro hijo es flautista de la orquesta sinfónica juvenil y mi otra hija es chelista y tocamos en una Orquesta Sinfónica Cristiana de El Salvador.

Tengo cuatro hijas profesionales y que también son músicos.

¿Qué significa para usted la música y cómo esta puede ayudar a prevenir la violencia?

Hoy en día es el campo de batalla para que los jóvenes se acerquen a la música para evitar la violencia, evitar que anden en agrupaciones que no son recomendables, además de eso les abre el panorama de otro tipo de diversión, el problema es que en Ciudad Barrios no hay lugares de diversión; hay pero populares como para el fútbol que se da en la calle,  de ahí para allá no hay nada o sí hay ocupaciones qué va a un ciber o van a una actividad o una discoteca etcétera pero no aquí sino en otro lugar. Por lo menos este proyecto que se está llevando acabo es como un oasis de un agua cristalina para los jóvenes porque saben que aquí están aprendiendo música y pretendemos crear líderes para la comunidad y que también lleven ese ADN de la música a otras generaciones.

¿En qué sentido?

Me gustaría que los maestros de música de Ciudad Barrio salgan de aquí y por qué no decirlo de todo su alrededor. Presencié el desfile del 15 de septiembre de los niños, es algo que me marcó porque ninguno de ellos tiene profesor de música y los niños no tienen la culpa porque ellos hacen lo que alguien les enseña,  la maestra de kínder enseña a tocar la misma canción iba cha cha cha cha cha chá pero no es maestra de música, vayámonos más lejos, todo Centro Escolar tiene una banda pero no hay personas aptas para enseñar y si este programa se llegará a cortar va hacer un gran error, porque necesitamos crear un vivero para que digan yo quiero ser un profesor de música y debería trabajar dónde está la necesidad.

¿Para usted de que depende que no se le dé prioridad a la música en estos lugares?

Porque el Ministerio de Educación (MINED) no tiene políticas de desarrollo musical sistemático o académico a nivel nacional; como no lo tiene a nadie le importa,  es más la  carrera de profesor de músico desapareció, está el profesor de artística y el de artística es aquel que puede pintar qué puede hacer esto, que puede hacer lo otro, que también puede tocar guitarra y le enseñan para que de clase de música dentro de sus posibilidades, le digo eso porque yo  me he tomado la tarea de revisar los programa del Ministerio de Educación y solo una brochita de  contenido de música tienen.

Desde los acuerdos de Paz la prioridad era el rescate de la economía y como era eso decían hay que tecnificar a los alumnos en inglés en las redes sociales en esto y lo otro; pero  en música nada, ahora hay que darle vuelta a la tortilla, Europa y Estados Unidos las prioridad es el campo artístico musical las instituciones ofrecen todos los implementos musicales o deportivos para que las personas se desarrollen, acá en el país lo tratan hacer pero son populistas porque los instrumentos son entregados a las escuela y el director dice que hago con esto.

¿Qué propone usted?

Si a mí me entregaran esos instrumentos yo haría una campaña de conciencia que preparemos verdaderos instructores para que den tutorías a estos jóvenes pero no para entretenerlos sino para formarlos; porque no podemos formar si no tenemos verdaderos maestros no se puede llegar lejos y al no haber la oportunidad estos jóvenes se van a la universidad a estudiar arquitectura, abogado u  otras carreras menos música; porque no hay.

Me gustaría que Ciudad Barrios fuera un Centro de Capacitación Musical docente pedagógico para toda esta área si alguien quiere retomar la idea está bien, pero aclaro no soy comerciante soy motivador. Cuando yo llego a San Salvador me pregunta y de dónde venís y les digo de Ciudad Barrios y me dicen que lejos tanta calor uno se cansa pero yo no miro kilómetros yo me contento con ver la cara alegre de los niños.

¿Qué significa Ciudad Barrios para usted?

Ciudad Barrios para mí es historia y el municipio que requiere de más desarrollo como por ejemplo un centro de desarrollo cultural.

¿Para usted cuál es la realidad de los músicos en el país?

Esta es una enfermedad nacional se están desarrollando programas de educación musical en todo el país pero sin ningún complemento académico sistemático, nos estamos enamorando de qué el joven toque música pero no tienen los maestros idóneos para que enseñen, mi preocupación es que alguien debe generar una institución formal para capacitaciones aquí voy a repetir y espero que sea así crear en Ciudad Barrios  un una escuela de música.

 ¿Por qué las municipalidades deberían invertir en la música?

Porque es un deber trabajar para la humanidad y porque los jóvenes van a formar las nuevas generaciones a través de un nuevo pensamiento sano a lo que viene; pero que no trabaje solamente por un periodo de tres años, sino que sea permanente no importando el partido que llegue al poder.

¿A qué lugares lo ha llevado la música?

Yo soy muy conocido en el país y en muchos lugares he viajado a México, Argentina, Estados Unidos, Suiza y todo Centro América.

¿Cómo es el proceso de aprendizaje de los jóvenes?

Yo enseño como me hubiera gustado que me enseñaran, facilito las dificultades a los niños y jóvenes para que ellos no tengan ese problema, si un niño viene y me dice yo toco violín yo le digo no hay problema porque para eso  he estudiado distintos métodos de aprendizaje.

¿Qué tan importante es enseñar música en Ciudad Barrios en este momento?

Es un momento muy especial porque pretendemos crear paz y tranquilidad y es importante porque vamos creando espacios para que las personas se diviertan haciendo música, pero en una forma bonita y que los niños u jóvenes no solo vean el instrumento en una vitrina sino darles la oportunidad de aprender a tocarlo.

¿Qué consejo da a los jóvenes que quieran aprender música?

Sencillamente que estén dispuestos a decir yo quiero aprender, pero que lo expresen y desde ese momento dependerá del padre de familia sí darle o no la oportunidad.

¿Cuál es la visión con los jóvenes que conforman la Orquesta Sinfónica de Ciudad Barrios?

Verlos desarrollando el talento y que vayan más allá para que den esperanza a otros niños y que sea el orgullo de sus padres al tener un hijo que le gusta la música.

Alguien debe generar una institución formal para capacitaciones aquí voy a repetir y espero que sea así crear en Ciudad Barrios  un una escuela de música.”  Elmer Alexander Amaya, maestro de música

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Redacción UNIVO NEWS

Equipo de periodistas, estudiantes, editores y productores de la Carrera de Comunicaciones de la Universidad de Oriente UNIVO.

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