Con Reportes de Anny Martínez/fotografías: Anny Martínez
El juzgado ambiental de la zona oriental hace un poco de alarde de lo suyo con varias plantas entre los pasillos. Ahí, el juez, Elí Avileo Díaz Álvarez, vestido con una camisa a cuadros grandes, saco y en lugar de corbata una estrella que pareciera ser una placa fiscal, rodeada de unas ramas en un círculo de metal, se acomoda en una silla y coloca los codos en una mesa colocada para la conferencia de prensa.
Una biblia, libros de leyes, una hoja con las últimas disposiciones ambientales bajo su jurisdicción y una carpeta con las calificaciones que le ha dado el Consejo Nacional de la Judicatura, son su presentación.
Díaz Álvarez, administra un juzgado que tiene competencia y jurisdicción en los cuatro departamentos de la zona oriental del país, a saber, San Miguel, Usulután, Morazán y La Unión; conoce en materia ambiental lo que pasa en los ochenta y siete municipios que se encuentran en estos departamentos.
Él, que sin ser alcalde, sino siendo juez de paz, logró convertir a Villa El Rosario en Morazán, en el municipio más limpio, fue nombrado como juez ambiental desde el 28 de febrero de 2017 y afirma, con la experiencia que surca sus manos y su rostro, que seguirá trabajando pese a las presiones externas, sobre todo del poder económico.
Díaz insistió a los periodistas que deben recibir una capacitación en materia jurídico-ambiental y dejó varias preguntas en el tintero, ya que andaba deprisa, tenía un asunto de su especialidad que atender y la PNC ambiental ya le esperaba.
¿En su trayectoria profesional cómo ha visto la problemática ambiental?
Desde mi niñez he sido educado en materia ambiental, fui primero juez en el municipio de El Rosario, departamento de Morazán, arreglé ese municipio y lo convertí en el más limpio de El Salvador y como consecuencia CORSATUR, una empresa de turismo, la nombró el pueblo más limpio y respetuoso del medio ambiente.
¿Tuvo problemas con las personas de dicho municipio?
Al principio sí, yo soy originario de ahí, se tuvo problemas; firmamos un acta de compromiso en donde yo iba a estar todos los días, porque los jueces que estaban solo llegaban una vez a la semana, teníamos educación ambiental y muchas acciones ambientales, luego tuve una oportunidad de sacar una maestría en educación ambiental, en derecho penal, me capacité y “salte” para acá.
Se hicieron muchas leyendas urbanas de que usted era el juez que “amarraba” a la gente en los árboles.
(sonríe) Capturamos a personas con base al art 3 de la Ley del Medio Ambiente, se capturó un coronel que andaba a media noche matando animales silvestres y a un jefe policial de San Francisco Gotera, a varios policías y a un médico y casi capturamos a un juez que fue mi compañero.
¿Usted tuvo problemas personales por esas acciones?
Como no, si me amenazaron a muerte en muchas ocasiones, pero usted sabe que Dios da la vida y el permite si se la quitan o no.
¿En ese municipio nunca hubo policía ambiental?
No.
¿Como o en quienes se respaldaba usted?
En la comunidad, de ese pueblo yo recibí un gran respaldo, tanto que se organizaron y formaron diez unidades ambientales, cien hombres y diez mujeres, esto para cuidar los bosques y todos los recursos naturales; todavía los cuidan, a mí me han nombrado padrino de ese municipio, porque les estoy ayudando bastante.
¿Cómo ha sido el trabajo en la zona oriental?
El trabajo es arduo, porque veo ochenta y siete municipios, y he aprendido a tratar con gente de diferentes formas de pensar, especialmente con el poder político y económico, cuesta, porque aquí se lucha en contra del poder económico, hay prepotencias y porque dicen que tienen dinero quieren resolverlo todo con un perdón.
¿Cuándo dice que lo más fuerte es el poder económico a que se refiere?
Cuando se están descapotando los cerros, por ejemplo, las empresas privadas grandes, millonarias, vienen a pedir perdón o mandan a sus abogados a alegar cosas que no son, el poder político son los alcaldes y es duro.
¿Hay denuncias contra los alcaldes por delitos contra el Medio Ambiente?
Si, los 87 alcaldes están denunciados incluyendo al de cabecera (San Miguel) y el anterior.
¿Y han pagado por ese delito?
No, han restaurado.
¿Cree usted que basta un juez ambiental para toda la zona ambiental?
No, el proyecto estaba ser un juez por departamento, se necesitan más, aquí el trabajo es tan arduo, que entro antes de las 7:00 a.m y salgo a las 9:00 p.m, me gusta lo que hago, lo hago con pasión y esmero, con objetividad, no me he cansado, en tiempo de pandemia todos los jueces mayores de 60 años los “mandaron” para la casa y los jóvenes también, solo yo me quede acá.
¿Existen personas preparadas como usted para ser jueces ambientales en el país?
Si y no, porque, por ejemplo, yo este cargo lo tengo por capacidad técnica y no por cuestiones políticas, al contrario, ARENA se opuso a que yo estuviera y el FMLN también, pero el Consejo Nacional de la Judicatura me examinó y salí bien, y si ustedes ven mis calificaciones los cinco años me han calificado excelente.
Son diez calificaciones que tengo, me hacen dos por año, por esa razón cuando quitaron a todos los jueces mayores de 60 años a mí no me quitaron, me mandaban de magistrado para la Cámara Ambiental.
¿Cuál sería su mensaje para que la Corte Suprema de Justicia considere nombrar más jueces ambientales?
Mi mensaje es a toda la comunidad de oriente y a todo el país, que nos eduquemos en materia ambiental, para tener conciencia y cultura ambiental, eduquémonos y un mensaje para los alcaldes, que tengamos municipios limpios, sanos, libres de violencia, de contaminación y para las autoridades como la Corte Suprema de Justicia, que hagan un estudio y determinen que es necesario un juez por departamento.
