De la milpa en El Salvador a New York
Publicado por: Laspau Blog: Scholar Ambassador
Fecha: 14 de febrero, 2018
Como aprender inglés me llevó al extranjero
Por: Pedro Alexander Vásquez Jiménez Becario de El Salvador en Programa de Desarrollo Docente Fulbright. Actualmente estudia una Maestría en la Enseñanza del Inglés como Segundo Idioma y es docente de idiomas en la Universidad de Binghamton.
“De lápiz y de papel no se vive.” Este es un adagio muy común en El Salvador que significa que de la educación no se come. Esta era una frase que escuchaba una y otra vez mientras crecía en la zona rural de mi país. Mis padres no creían que la educación era algo valioso y no querían que invirtiera mi tiempo estudiando porque consideraban que era algo de lo que no iba a obtener provecho. De hecho, con frecuencia, ellos me decían que tenía que trabajar en la milpa, que yo pertenecía a ese lugar y que esa ocupación como cualquier otro niño en El Salvador. La milpa a la que me llevaban está ubicada en la zona rural de Morazán, una ciudad considerada como una de las más pobres en el país. Pese a todo eso, desarrollé un interés por la educación; así que, persuadí a mis padres para que me enviaran a la escuela por la mañana y les prometí trabajar en la milpa por las tardes, aun sabiendo que eso significaba intensos días llenos de trabajo y escuela.
Mientras estudiaba el bachillerato (educación media o secundaria), me interesé por el inglés y quería convertirme en profesor de inglés, pero mi familia no podía pagar mi educación universitaria. A poco tiempo para graduarme de bachillerato, apliqué a la beca que la Universidad de Oriente (UNIVO) ofrece y la obtuve por a mis altas calificaciones. Estudiar en la universidad fue algo exhaustivo porque tenía que tomar dos buses a diario para llegar. Me levantaba a las 4:00 am para estar a tiempo en mis clases de las 7:00 am. A pesar de todos los obstáculos que enfrenté para terminar mi Licenciatura en Idioma Inglés, continué perseverando. Aún recuerdo que estudiaba con la luz de una vela por las noches porque no teníamos energía eléctrica en mi casa y que llevaba $2.00 dólares (USD) en mi bolsillo, que eran suficiente para el pasaje del bus.
En el año 2011, obtuve la beca de Intercambio Global de Pregrado (UGRAD, por sus siglas en inglés), programa auspiciado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos. Estudié en la Universidad Estatal de Missouri por un año mientras aun realizaba mis estudios de pregrado. La experiencia de sumergirme completamente en un contexto académico totalmente diferente fue extraordinaria: tenía compañeros que venían de culturas y contextos diferentes y que hablaban otros idiomas. En septiembre del 2015, obtuve una oportunidad del gobierno austriaco para participar en un programa de capacitación sobre cómo Construir y Mantener la Paz Civil Internacional (IPT, por sus siglas en inglés) en Stadtschlaining, Austria. Este fue un programa que tuvo una duración de tres semanas y se llevó a cabo en el Centro de Estudios Austriacos para la Paz y Resolución de Conflictos. En este lugar, enfoqué mis estudios en los Derechos Humanos porque estoy seguro que se puede enseñar valores y derechos humanos a los jóvenes a través de la educación. En resumen, me emocioné mucho al ser aceptado en este programa y también de poder visitar Europa. Después, en el año 2016, me gradué con honores, obteniendo el cum laude, de la Universidad de Oriente y oficialmente me convertí en docente de inglés.
Desde entonces, la enseñanza se volvió mi pasión, la cual amo y disfruto cada vez que estoy al frente de un grupo de estudiantes. Sin duda, escogí la mejor profesión. Después de graduarme de la Universidad de Oriente UNIVO, obtuve un puesto de tiempo completo como coordinador de la Carrera de Profesorado en Inglés y docente de diferentes asignaturas de inglés. Al mismo tiempo, era docente voluntario para las asignaturas de liderazgo y competitividad en el Programa de Honor institucional, el cual es formado por estudiantes de distintas carreras que se destacan por sus buenas calificaciones. Al mismo tiempo, era voluntario en mi comunidad, impartiendo clases de inglés a niños.
Considero que todo es posible cuando eres una persona optimista. Encontramos obstáculos en el camino, pero nos hacen fuertes y nos ayudan a encontrar diferentes formas de superarlos y alcanzar nuestras metas. Tomar riesgos o intentar cosas nuevas puede ser algo desafiante, pero vale la pena; yo soy un ejemplo de ello. Salir de mi zona de confort es algo que de lo que nunca me arrepentiré. La experiencia de estudiar en el extranjero y conocer nuevas culturas ha sido de las aventuras más asombrosas en mi vida. Recuerdo cuando niño trabajaba en la milpa, solía ver el cielo y ver los aviones volar sobre mí y nunca pensé que en mi vida tomaría uno. Ahora, estoy en New York estudiando una Maestría en la Enseñanza del Inglés como Segundo Idioma y lo que se, es que los sueños se vuelven realidad si te atreves a creer en ellos; lo que siempre me hace recordar una de mis citas favoritas, “No pares de soñar, no pares de creer”.
Este es el enlace en inglés:
http://www.laspau.harvard.edu/cornfield-el-salvador-new-york-city-learning-english-took-overseas/
Traductores: Flor Olivares y Ciro Mejía/UNIVO