Opinión Académica

RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA COMO FILOSOFIA INSTITUCIONAL

Artículo Científico

“Un hombre no puede actuar con acierto en un nivel de su vida si está ocupado actuando desacertadamente en otro. La vida es un todo indivisible”,

Mahatma Ganhi.

Por: Gloria Beatriz Reyes Guerrero, LLM[1]

PALABRAS CLAVES: Universidad, Responsabilidad, valores, filosofía, paradigma, docencia, investigación, proyección social, problemática social.

 INTRODUCCIÓN

Se habla frecuentemente de la “responsabilidad social”, como una forma de pensamiento ético dentro de las organizaciones;  sin embargo, en este documento se quiere ampliar  y hacer notar como pudiere aplicarse esta filosofía como parte del quehacer universitario. La responsabilidad social, se fundamenta, en responsabilidad con los trabajadores, con los proveedores, con los consumidores, con los competidores, con el Estado; por lo que, pudiere se perfectamente acogido y desarrollado dentro del mundo universitario, se trata de hacer una reflexión acerca de la responsabilidad social y flexibilizar el concepto hacia el ámbito académico, aclarando desde luego, que las Universidades no son empresas privadas con ánimo de lucro.

  1. LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

Es importante hacer referencias a efecto de recordar el Libro Verde de la Unión Europea la define la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) cómo: “Concepto por el cual las empresas deciden contribuir voluntariamente a mejorar la sociedad y a preservar el medio ambiente. A través suyo, las empresas se conciencian del impacto de su acción sobre todos y expresan su compromiso de contribuir al desarrollo económico, a la vez que a la mejora de la calidad de vida de los trabajadores y sus familias, de la comunidad local donde actúan y de la sociedad en su conjunto”[2]. De lo que se deduce que los ámbitos que comprende dicha temática son los siguientes:

  • Aspecto Laboral: Cumplimiento de las normas de Derecho de Trabajo, de acuerdo a los principios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
  • Aspecto Económico-Financiero: Elaboración y presentación de estados financieros transparentes y públicas, realizar inversiones socialmente responsables.
  • Aspecto Medioambiental: Respetar el medio ambiente y la calidad ecológica, haciendo alusión directa al consumidor de cómo se obtuvo el producto, o se prestó el servicio.
  • Aspecto Social: Invertir un porcentaje de las utilidades en proyectos sociales, que procuren un mejorar el nivel de vida de personas de escasos recursos económicos.

Por otro lado, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas también ha promovido esta iniciativa internacional. Las Naciones Unidas tiene como objetivo involucrar a las empresas privadas en la gestión de algunos de los principales retos sociales y medio ambientales que se plantean con la creciente globalización”[3]. Anima a las empresas, instituciones, organismos, a seguir principios universales agrupados en cuatro áreas, derechos humanos, derechos laborales, medio ambiente y anticorrupción.

Kristensen, describe la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) como “el intento de promover una nueva forma de comunidad, o de solidaridad fraternal, basada en las responsabilidades y obligaciones individuales hacia aquellos miembros de la comunidad próximos a nosotros”[4]

Se puede observar que la Responsabilidad Social Empresarial se puede aplicar y desarrollar tanto en empresas como en universidades, con el único matiz que hay que adaptar el concepto con los fines y objetivos institucionales.

 

  1. RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA

Las actividades que realizan las universidades, deben estar íntimamente ligadas con la sociedad, para que de esta manera se logre no solo el reconocimiento de la misma como una institución, sino que contribuya al desarrollo de la comunidad. Ahora, no se puede pensar en Universidades aisladas del entorno, ya que para formar profesionales, lo primero es crear esa conciencia social, que los graduados comprendan la problemática social del país.

La gestión de las Universidades debe estar basado bajo los principios de Responsabilidad Social Universitaria (RSU), con un enfoque de proyección social y extensión universitaria como complementos, que procuren hacia la formación estudiantil y producción de conocimientos. Las Universidades deben realizar un nuevo rol social y moral más allá de asegurar la formación profesional, técnica y científico.

Al adaptar el concepto de RSE dentro del sector universitario, la RSU se centra principalmente en la práctica de principios y valores, dentro de las áreas como son: Gestión Institucional, Docencia, Investigación y Extensión (proyección social).

Por ende, el reto que tienen las Universidades es evitar que se continúe en esta autodestrucción humana, se debe humanizar la gestión académico-institucional, enlazando los pilares fundamentales de la siguiente manera: La docencia, cuyo objetivo último será promover un aprendizaje de carácter social, abriendo el salón de clase hacia la comunidad, como fuente de enseñanza significativa y práctica aplicada a la solución de problemas reales; y la proyección social e investigación, que debe encaminarse a promover investigaciones que procuren por el desarrollo social, económico, medioambiental, cultural, político. Aquí es importante, que las investigaciones se elaboren de forma integrada, colaborando conjuntamente con los docentes investigadores, estudiantes, sociedad civil, el gobierno central y municipal, las instituciones públicas y privadas, ONG´s, organismos internacionales, etc.

En esencia, la RSU como parte filosófica de las Universidades implica una nueva política de gestión: Se trata de cambiar paradigmas, es un nuevo enfoque filosófico a todos los niveles, es decir, se trata de un cambio de gestión institucional, del modo de enseñar e investigar, de relacionarse con la sociedad, el conocimiento y el medioambiente.

Es evidente que las Universidades deben mejorar las relaciones con sociedad civil-gobierno para que de esta manera desaparezca la explotación de recursos ajenos, se promueva el desarrollo sostenible, se propicie una industria de bienestar humano, donde se modifiquen los estilos de vida y las pautas de consumo. Como puede observarse, se trata de un cambio total de forma de pensar, de reconfigurar las modalidades presentes del “ser-en-grupo”.

Los futuros profesionales que en este momento se están formando en las facultades deben poseer cimientos sólidos de, solidaridad, respeto a la dignidad humana, honestidad, lealtad; que comprendan la problemática social, que procuren por la cooperación e integración; de lograrse este objetivo, sin duda alguna, se convertirán en personas que dirigirán y mejorarán la relación empleador-trabajador, ciudadano-gobernantes, potenciando ese pacto social, que requiere cada uno de los salvadoreños que nacen diariamente en el país.

 

  1. NUEVO PROFESIONAL COMO AGENTE DE DESARROLLO SOCIAL

Las Universidades deben orientar la currícula, no solo hacia una formación general y especializada sino hacia la promoción del desarrollo sostenible y justicia social, creando así un nuevo perfil del egresado universitario, así:

  • Un profesional preocupado por las injusticias y con enfoque de compromiso social, con capacidad solidaria en acciones de voluntariado.
  • Un profesional con capacidad de enfocar su área de especialización hacia una visión de solución de problemas cruciales de la sociedad.
  • Un profesional con capacidad de escuchar, intercambiar y entrar en empatía con el entorno social.
  • Un profesional con capacidad de generar democracia y participación.

Es necesario instituir en los pensum de las diferentes carreras universitarias la problemática del desarrollo como tema transversal prioritario, reintegrando los saberes (Ser, saber hacer, saber ser) en el marco de la solución de problemas de desarrollo. Por ende, se busca integrar la cultura humanista con la cultura científica, formar equipos de docentes e investigadores capaces de lograr un autoaprendizaje interactivo en mira de solucionar problemas complejos. Se pretende enseñar al futuro profesional no sólo el aspecto formativo, sino que conozca el conocimiento, que comprenda claramente la diferencia entre informar y formar.

Este cambio en la forma ver, en especial en las relaciones Docente-estudiante en las aulas universitarias, conduce a realizar las siguientes reflexiones:

  • Hay que promover una docente más democrático, que procure una enseñanza basada en el autoaprendizaje del estudiante
  • Hay que fomentar diferentes técnicas pedagógicas, todo en función a las formas de aprendizaje de los estudiantes (Aprendizaje Basado en Problemas, Aprendizaje Lúdico y el Aprendizaje Basado en Proyectos).
  • Hay que desarrollar un aula donde se cree un espacio social para generar responsabilidad de autogestión en los educandos.
  • Hay que combinar la clase áulica con el aula virtual.
  1. CONCLUSIÓN

Las Universidades deben proporcionar las herramientas de gestión, de compromiso social y ambiental, dentro de una formación ética profesional centrada dentro del desarrollo humano justo, aunado a un aprendizaje activo, con una investigación aplicada al desarrollo sostenible y la participación de los educandos en proyectos y programas con fines de beneficio social.

La educación superior universitaria como bien público, debe generar conocimiento, crítica social, competencias y capacidades que permitan a los profesionales ser líderes dentro del entorno social, para que de esta manera puedan hacerle frente a los problemas sociales que enfrentamos como país. Por ello, es necesario que las universidades actúen de manera más activa al fortalecimiento y rescate de los valores, para garantizar la transparencia y la participación, enmarcada en la búsqueda global de un desarrollo más humano y más sostenible.

  1. Bibliografía

 François Vallaeys, ¿Que es la Responsabilidad Social Universitaria?.

Isabel María Ruiz Mora y María del Mar Soria Ibáñez, Responsabilidad Social en las Universidades de España. Razón y Palabra. Primera Revista Electrónica en América Latina Especializada en Comunicación.

[1] Master en Derecho de Empresas, Master en Asesoría Jurídica de Empresas, Instituto de Empresas, IE, Madrid, España; Master en Dirección de Empresas, Postgrado Internacional en Derecho de Negocios, Instituto Superior de Economía y Administración de Empresas, ISEADE-FEPADE, Abogada y Notaria.

[2]  http://europa.eu.int/comm/off/green/index_es.htm

[3] http://www.unglobalcompact.org

[4]  Vidal Martínez, I. & Morrós Ribera, J. (2005). Responsabilidad Social Corporativa. Madrid, España: Fundación Confemental, 89.

Publicado originalmente en Revista UNIVO de artículos científicos_

https://univoedu-my.sharepoint.com/:w:/r/personal/jreyes_univo_edu_sv/_layouts/15/Doc.aspx?sourcedoc=%7B8dd0bb54-d20c-42cb-b8cb-22908d9d2a35%7D&action=default

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Redacción UNIVO NEWS

Equipo de periodistas, estudiantes, editores y productores de la Carrera de Comunicaciones de la Universidad de Oriente UNIVO.

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