UN ENTRENO DE FÚTBOL LE CAMBIO LA VIDA
Gustavo Ramírez es un estudiante de la Universidad de Oriente, cursa primer año de
Ingeniería en Sistemas
fotografías: Brenda Flores
Cada día aproximadamente a la 1:00 de la tarde, cuando el sol está en su máximo esplendor, el sudor se desliza sobre el cuerpo de treinta jóvenes que corren tras un balón, con un futuro probablemente muy exitoso; llevan puesto su camisa, calzoneta, tacos, medias, sus rodilleras y con un logo que indica que orgullosamente pertenecen al Club Deportivo Águila.
El sueño empieza con un entreno dirigido por Eraldo Correia, técnico del C.D Águila quien con mucha paciencia observó cómo era el trabajo de Leopoldo Gustavo Torres Ramírez, un joven originario del pueblo de California en el departamento de Usulután; Leo como todos sus compañeros le llaman pertenecía a la tercera división del equipo California de su lugar de origen.
Como todo buen jugador debe pasar por ciertas etapas para poder entrar a la sub 17 y él después de ciertos partidos fue seleccionado para ser parte de la reserva del Águila, con tan solo dieciocho años de edad, este talentoso joven demuestra que ha nacido para el futbol, a pesar que todo este esfuerzo implica trasladarse a la cuidad para mejorar en su área y prepararse profesionalmente con una carrera universitaria.
La tecnología es la ciencia que le apasiona a Leo, gracias al club deportivo que lo apoya con media beca hoy está cursando su segundo ciclo en la carrera de Ingeniería en Sistemas en la Universidad de Oriente (UNIVO), estudiar y jugar le ha permitido desarrollarse porque para él pertenecer a estas dos grandes familias es un orgullo no solo para su familia, sino para su comunidad que están al pendiente de su progreso.
Para lograr sus dos metas principales Leo debe pasar su mayoría de tiempo en la cuidad, la Casa Club del Águila se ha convertido en su segundo hogar, aunque asegura que es muy difícil no poder convivir con su familia decidió comunicarse a través de video-llamada con su mamá; “convivir con mi familia y de repente dejar de hacerlo es raro y difícil, pero en mi mente está lograr muchas metas, es por eso que la oración está presente cada mañana agradeciéndole a Dios por la oportunidad que me da de vivir y avanzar para poder concluirlas ” expresó.
Dos años de viajar una o dos veces al mes para poder ver a su familia, su cuerpo ya casi no recorre las calles de su querido pueblo Carolina, pero cada vez que sus amigos lo ven llegar lo reciben con una sonrisa al igual que cuando jugaba en su equipo donde inició su gran sueño; los abrazos, consejos y oraciones hacen que Leo se recargue de fuerzas para continuar su trabajo y lograr ser el orgullo tanto de su familia como la de su comunidad.
Salvador Quintanilla es el entrenador auxiliar de la sub 17 del C.D Águila y es el principal espectador al ver el desarrollo de Leopoldo Ramírez llegando hasta la liga mayor y también prepararse académicamente como ingeniero en sistemas; “los sueños son posibles, basta ser disciplinado y derrumbar esas barreras que no nos dejan crecer, Leopoldo es un claro ejemplo de que las metas se pueden cumplir y si es posible pueden superar nuestras expectativas” afirmó Quintanilla.
“El presidente del Club Deportivo Águila y Rector de la UNIVO, Doctor Pedro Fausto Arieta Vega apoya a los jóvenes que decidimos formar parte del futbol migueleño a través de becas, las instalaciones de la Universidad para poder entrenar y muchos más beneficios para desarrollarnos, solo se necesitan los deseos de superarse porque el fútbol es una disciplina excelente para los jóvenes que deciden transformar el país, yo decidí cambiarlo y lo voy a hacer porque somos el futuro de nuestras comunidades, de nuestro club, y de El Salvador” añadió Leopoldo Torres.
Convivir con mi familia y de repente dejar de hacerlo es raro y difícil, pero en mi mente está lograr muchas metas, es por eso que la oración está presente cada mañana agradeciéndole a Dios por la oportunidad que me da de vivir y avanzar para poder concluirlas” Leopoldo Torres Ramírez