Es una adrenalina increíble que siento cuando voy corriendo en velocidad pura” Moisés Martínez
fotografías: Uriel Guevara
Una prueba de educación física realizada en el año 2009 en las instalaciones del Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (INDES) en la ciudad de San Miguel, marcaron el inicio de una exitosa carrera para Moisés Salvador Martínez Gonzáles, en ese tiempo con apenas 14 años de edad.
Ese mismo año llamó la atención del profesor en educación física de nacionalidad cubana, Julián Miranda, quien en esa misma oportunidad lo invitó a participar en una competencia que se realizaría al día siguiente.
Moisés, un joven originario del Barrio Concepción, de San Miguel recuerda que conocía muy poco sobre atletismo; sin embargo aceptó la invitación, participó en la competencia y tras conseguir dos primeros lugares en 100 y 200 metros planos respectivamente, logró clasificar a un nuevo certamen que se llevaría a cabo en la ciudad de San Salvador.
La alegría e ilusión no llegó hasta ahí, pues en los juegos posteriores, pese a ser su primera experiencia en competencias de ese nivel, alcanzó segundo lugar en 400 metros con valla, mismo resultado que obtuvo en 110 metros con valla.
Para Moisés su discapacidad intelectual que afecta la retentiva de la memoria en algunas ocasiones, no ha sido obstáculo para brillar, y entre sus logros más significativos, destaca el haberse clasificado para los Juegos Panamericanos Paralímpicos de Toronto 2015, mismos que lamentablemente no pudo disputar debido a un esguince de tercer grado, sufrido durante la fase clasificatoria.
Menciona que en esa ocasión el Comité Paralímpico de El Salvador (COPESA) por falta de fondos económicos no le dio la atención necesaria para recuperarse a tiempo y lograr competir. Debido a la gravedad de la lesión, tuvieron que pasar 6 meses para poder volver a correr.
A pesar de la falta de apoyo y de los escasos recursos económicos Moisés no desiste en sus entrenamientos diarios, preparándose al máximo de cara a la clasificación para los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.
Sus principales apoyos son su madre, doña Ana Isabel Martínez, quien también ha fungido el papel de padre en su familia, y su entrenador, el Profesor Julián Miranda, quien hace 8 años descubriera su talento y lo motivara a incorporarse al atletismo.
Durante la mañana ayuda a un amigo a impartir clases de educación física en el Colegio Cristiano Profesora Marta Garay de Castillo y los días en que no lo hace, ayuda unos tíos que se dedican a la colocación de tabla-roca en interiores y la construcción de techos, con lo que consigue ahorrar un poco de dinero para subsidiar sus gastos.
“Algunas veces que hay competencias en San Salvador viajamos en bus público y nosotros tenemos que asumir los gastos” señala Martínez.
“Moisés es muy consistente, Es el atleta que mayor dedicación da al trabajo y entrenamiento diario. Esperamos que en enero del próximo año se convierta en el campeón centroamericano en el torneo que se realizara en Nicaragua” menciona Julián Miranda.
Moisés asegura que junto a los niños a encontrado su vocación, y que la situación económica que vive, es la razón por la que no ha podido continuar sus estudios superiores y cursar el profesorado en Educación Física como lo desea; las clases que imparte son gracias al conocimiento empírico que posee.
Soy Migueleño, soy guerrero y no importa contra quien compitamos, siempre daremos pelea” Moisés Martínez.
