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Manfredy, jugando en El Mar de Plata desde su niñez

Vive en el municipio de Chirilagua y es jugador del Mar de Plata, en la posición de medio campista

 Febe Elizabeth Gálvez Carranza

Manfredy, un  joven delgado, alto, cabello liso, ojos negros y piel trigueña, desde muy pequeño le gustaba jugar futbol.

 Se caracterizó por ser un buen jugador, ya que desde siempre lo practicaba con su padre, hermanos y primos, todas las tardes cuando el reloj marcaba las 03:00 de la tarde salía corriendo para la cancha a practicar técnicas de futbolista, su sueño siempre fue jugar en el equipo que su padre jugaba.

En los recesos que le daban en su centro educativo, eral el primero que tomaba el balón y animaba a sus demás compañeritos a jugar, con su amigo Cristian, un niño delgado, de piel morena, y ojos negros, eran los que hacían los equipos para iniciar un partido de futbol.

A la edad de diez años ingresó a un equipo de fútbol infantil, el cual llevaba por nombre Mar de Plata (infantil). Sus padres al  ver lo emocionado que su hijo estaba optaron por comprarle un par de tacos, sus medias y el traje del equipo en el cual sería integrante, lleno de felicidad una noche antes de entrenar con el coordinador del equipo no podía dormir de alegría, pues también ya quería estrenar sus tacos.

Al día siguiente cuando el reloj marc+o las 02:45 de la tarde se dirigió a la cancha, ya que quería llegar temprano y ser el primero, su entrenador lo felicitó por su puntualidad diciéndole que llegaría muy lejos. Llegaron los demás niños y los comenzaron a organizar en sus respectivas posiciones, el quedó como el portero del equipo, jugaron y se divirtieron mucho.

Pasaron  los días y se llegó el momento de tener su primer partido amistoso, la euforia se sentía en el ambiente, los ánimos de los niños eran notorios, ya que era su primer partido con muchas personas viéndolos, por suerte lograron salir victoriosos, como recompensa les dieron refrescos y pizza, con el propósito de animarlos más.

Al pasar los años y cumplir los 15 ingresó al Mar de Plata (adultos),  donde juega en la actualidad como medio campista. Cada martes y jueves, 2.45 p. m., se dirigen al campo donde todos los de su equipo se reúnen a entrenar,  para el como para su equipo es muy divertido estar todo lo que resta de la tarde jugando, platicando e incluso comiendo alguna golosina que pasan comprando, pero siempre teniendo en cuenta el punto principal que es el mejorar en sus entrenos.

Todos los domingos tenían enfrentamientos con otros equipos de fútbol de diferentes lugares, en ocasiones son enfrentamientos en casa, como también enfrentamientos donde ellos son los visitantes en otros lugares. Uno de sus partidos favoritos fue uno en el que estaban jugando por obtener un premio de $500.00 dólares para el primer lugar, $250.00 para el segundo y $100.00 para el tercer lugar, el objetivo de su equipo era llegar al primer lugar.

Se llegó el día del gran partido, donde el premio era dinero en efectivo, esperaron ansiosos su turno, el reloj dio las 10:00 de la mañana, la hora se había llegado, entre gritos y aplausos fueron recibidos, se organizaron y al silbato comenzaron a jugar; las horas pasaban, su contrincante era un rival difícil de vencer, al pasar veinte minutos les habían metido un gol, se sentían desesperados, pero no se querían dar por vencidos.

Los minutos transcurrían, los espectadores pedían un gol, al minuto 0:45 el gol fue hecho por Manfredy, ya estaban empatados, pero eso no era suficiente, su objetivo era ganar. El equipo opuesto tampoco quería perder y lucharon por desempatar, sin embargo, no lo lograron.

Los minutos pasaban, la tensión se sentía, el tiempo ya terminaba, el equipo contrario por poco les hace otro gol, pero lo evitaron a como dio lugar. Antes de que el tiempo terminara, pasa lo que todos estaban esperando, el Mar de Plata, hacia su segundo gol, logrando así desempatar el partido, y colocándose como los ganadores, llevándose el premio mayor.

La afición les gritaba de alegría, los abrazos y por parte de sus familias no podían faltar, para él fue el mejor partido que ha jugado, se sintió como un verdadero futbolista.

El encuentro llegó a su final, los primeros, segundos y terceros fueron premiados. Volvió a casa con una felicidad inmensa pues estaba donde siempre quiso estar, en los primeros lugares.

Actualmente por la contingencia que se vive por la pandemia, no había vuelto a jugar desde ya muchos meses, a Manfredy le hacía mucha falta andar jugando en diferentes lugares pero ya comenzó esa rutina en las canchas, hace lo que le apasiona.

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Redacción UNIVO NEWS

Equipo de periodistas, estudiantes, editores y productores de la Carrera de Comunicaciones de la Universidad de Oriente UNIVO.

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