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«El peludo» Zelaya y Gilberto viven la hiel y la miel del fútbol salvadoreño

Dos jóvenes en tiempos diferentes, uno del siglo XX y otro del XXl, en épocas y lugares distintos, con salarios diferentes, pero con una misma pasión por un mismo deporte. Misael Zelaya y Gilberto Baires dos jugados de diferentes generaciones del fútbol .

Por: Melissa Rivera

fotos: cortesía

Entre gritos y silbidos celebraba la afición cada gol que anotaba el “Peludo” en una cancha remota del Conacastal, Chinameca, San Miguel, un espacio polvoriento en las cuales la grama nunca se pega, ahí jugaba Misael Zelaya “El Peludo” en un equipo pirata –como comúnmente se les hace llamar- con una corta edad se postulaba para ser uno de los mejores jugadores del cantón y por qué no, del departamento de San Miguel.

Con tan solo 17 años ya jugaba con un equipo llamado “Santo hallado”, el cual que se formaría junto a él y otros jóvenes de la zona que cada domingo se reunían para jugar; las personas empezaban a llegar para verlos.

Después de jugar cada fin de semana, hubo un domingo en el que llegó el dueño de un equipo que estaba en segunda categoría, llamado “JOYVER” (abreviatura de Joya Verde) su dueño Julio Marín vio como aquel muchacho jugaba y las destrezas que tenía con el balón, por lo que, cuando finalizó el partido lo buscó para hablar con él.

Luego de un rato de conversación le ofreció un contrato para jugar en su equipo de fútbol, Misael aceptó, pero por la emoción de ascender a un equipo más formal nunca preguntó cuánto dinero iba a ganar. Julio Marín le ofreció un contrato por un año y lo firmó.

Misael “el peludo” Zelaya entró al “JOYVER” con un uniforme verde que solo tenía el número 10 en la parte trasera de su camiseta –las camisas de los jugadores no tenían nombres en esos tiempos- y con un look un poco extraño y único, el cabello largo hasta la cintura baja, el cual ataba con una cola en cada partido.

El primer partido que El Peludo tuvo ya formalmente como jugador del JOYVER fue un domingo del año de 1974 contra un equipo llamado “Agua Zarca” del departamento de La Unión, al que le ganaron.

El segundo partido fue contra un equipo llamado “El Chaparrastique” de San Miguel, al que le ganaron 3-1 Misael recuerda como las barras de la afición gritaban y silbaban de sorprendidos porque a pesar de ser un equipo nuevo iban ganando y su popularidad iba en ascenso.

En el tercer partido en el que jugó Misael fue contra un equipo, llamado “El Corona” al que también le ganaron, pero no todos los juegos eran de victoria hubo uno contra “El Hüisquil” en el cual perdieron 7-1, el único gol del Joyver fue el de Misael, él mencionó que perdieron por la hora en la que jugaron: “esa vez que nos enfrentamos contra “El Hüisquil” de La Unión perdimos porque ellos escogieron la hora más difícil del día, las 12:00 del mediodía” recordó Misael.

Cada domingo había fútbol y algunos días de la semana eran de entreno con Chita Águila, con quien entrenaban duro para seguir jugando cada vez mejor.

Misael iba mejorando sus técnicas de jugador, hubo un domingo que les tocó jugar contra un equipo de San Jorge que llevaba por nombre “El Nuevo San Jorge”, el JOYVER por ser un equipo relativamente nuevo las personas no creían que le pudieran ganar al gran equipo de San Jorge: “cuando llegamos a San Jorge, oímos a su portero decir que nosotros éramos un pinche equipito y que no podíamos ganarle, pero fue todo lo contrario, les ganamos”, el dueño del equipo de San Jorge, El Chele Óscar se quedó sorprendido porque el Joyver le ganó a su equipo y en su casa.

Misael recuerda que el equipo estaba integrado por: Emigdio Díaz, Ever Díaz, Buenerje, Noé, Lino, Usías, Sergio, Julio y otros que ya no recuerda.

Con los partidos pasando, Misael esperaba los pagos al finalizar cada domingo, por eso él se esforzaba en los entrenos porque sabía que entre más goles hiciera más dinero le daría don Julio Marín, desde que comenzó a jugar con el JOYVER el pago que recibía por partido era 25 colones como sueldo base por partido, hiciera o no goles, cuando hacía dos goles o más recibía el doble, es decir 50 colones más el dinero que la afición le recogía por el esfuerzo que notaban que él hacía. 

Con el dinero de la afición más lo que don Julio le pagaba Misael recogía aproximadamente 250 colones. Muchas veces el dinero de la afición lo repartía entre los demás integrantes del equipo a los cuales no les pagaba como a él.

Pero para su mala fortuna, la carrera de Misael como jugador finalizó un domingo del año 1979, en un partido contra “Agua Zarca” en el que se lesionó una rodilla; la lesión fue grave, dejándolo sin poder volver a tocar un balón nunca más, el accidente se dio a raíz de un enojo porque el JOYVER iba ganándole al equipo 3-1, los 3 goles eran de Misael por eso un jugador aprovechó que era más alto y cuando Misael iba a meter el cuarto gol, le fracturó la rodilla, todo fue rápido y cuando Misael reaccionó ya estaba con un sobador del Águila que le recomendó que se operara pero él no quiso.

Hoy en día Misael ya tiene aproximadamente 39 años de no jugar fútbol, sus últimos años los ha dedicado como trabajador del Centro Escolar “Sra.Rosa Hirlemann de García Prieto», ya tiene 72 años de edad, es ordenanza en esa escuela y sus ratos libres los dedica a escuchar música, crónicas deportivas y las noticias por la radio, acostado en una hamaca que está en el solar de su casa. No tiene pensión del área del fútbol, ni ninguna prestación que provenga de ese rubro.

Gilberto Baires

En tanto Gilberto Baires  es un joven jugador de fútbol, que al igual que otros jugadores, su amor y pasión por este deporte inició desde niño. A través de un amigo se inscribió en una escuela de fútbol a sus 14 años -3 años antes de Misael en aquellos tiempos- ahí aprendió más técnicas, siendo muy joven todavía.

Después de un par de años de entrenos, Gilberto empezó a jugar con el Santa Tecla, después de un tiempo pasó a ser  jugador de Club Deportivo Águila.

Actualmente, Gilberto no está jugando debido al confinamiento por COVID-19, todos los partidos de fútbol al igual que los equipos están en pausa por tiempo indefinido;  pero al pasar el confinamiento va a pasar a formar parte de las líneas de jugadores del 11 Deportivo. A pesar de ser un jugador joven Gilberto Baires ya es padre de familia, tiene un niño llamado André de 4 años de edad.

Baires siendo ya un jugador profesional, jugando en equipos muy reconocidos en todo el país su salario es muy bueno, –como él menciona- ya que mes a mes ganaba un aproximado de $1,200.

Gilberto menciona que para él el fútbol si es bien remunerado debido a que gracias a este deporte ha hecho su casa: “todo lo que tengo es gracias a fútbol por ejemplo la casa en la que vivo es gracias a ello” mencionó, aunque su salario es bajo comparado con otros en la región.

El fútbol ha sido por excelencia el deporte favorito de muchas personas alrededor del mundo y El Salvador no es la excepción. Por décadas han sido muchos los que han jugado este deporte ya sea por hobby, por pasión o por necesidad. Algunos creen que el fútbol es bien remunerado para aquellos jugadores que lo hacen de forma profesional porque en cada lugar es pagado de diferente manera. Misael ganaba 100 colones al mes que actualmente serían cerca de $16.00 y actualmente Gilberto gana $1,200 al mes.

De acuerdo con una investigación periodística de la sección Cancha de El Salvador.com, que buscaba comparar los salarios de los jugadores del páis con otros de la región, en México, un jugador de Primera gana entre 6 mil a 60 mil dólares. En Costa Rica, es similar a los datos nacionales. Mientras que como media en el continente americano, casi lo dobla, ya que esta va de los $600 a los mil. Según el reporte Football Employment de 2016 de FIFA, en el mundo, un 45% gana menos de $1,000 al mes, siendo África el lugar con las cifras más bajas, y Europa, el de las más altas, cita el reporte.

De acuerdo al sondeo realizado por dicho medio, solo el 36.6% de los jugadores  en El Salvador gana entre mil dólares y 2 mil dólares.

El apasionante mundo del fútbol le dejó a Misael miel, al principio de su carrera y la hiel del olvido de los estratos altos; solo le queda el recuerdo de lo vivido, y para Gilberto, por ahora representa la miel en su juventud; dos caras de una misma moneda.

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Redacción UNIVO NEWS

Equipo de periodistas, estudiantes, editores y productores de la Carrera de Comunicaciones de la Universidad de Oriente UNIVO.

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