Brenda, la ciclista de ruta de Morazán
Brenda y su lucha por practicar ciclismo de ruta en el Oriente de El Salvador
En El Salvador el ciclismo de ruta no es un ámbito muy común entre las mujeres, pero Brenda Isabel Aparicio García rompe los moldes y a sus 22 años ha luchado por cumplir su sueño montada en una bicicleta. Pero, ¿cómo lo logró?
Brenda es originaria de San Francisco Gotera, Morazán, y forma parte del equipo Team Wolf, con el cuan entrena sin importar si es un día festivo o el cumpleaños de uno de sus miembros. Los días más difíciles son los miércoles y los domingos, porque recorren arriba de 90 kilómetros sin parar.
Ella es la única chica en el equipo y una de las dos mujeres que practican este deporte de forma competitiva en el Oriente del país. Su mayor reto al principio fue estar al nivel de muchos competidores hombres, incluyendo los de su Team, pero poco a poco lo logró.
Sus inicios en el ciclismo se dieron cuando era niña y competía con sus vecinos en bicicletas convencionales. Era la única niña a la que le gustaba andar en bicicleta a altas velocidades. Con el tiempo se unió en Gotera al “Semiteros Bike”, en alusión al plato típico local, con quienes recorría toda la ciudad durante la noche y por dos años también hizo ciclismo de montaña.
Pero lo que ella de verdad deseaba era ser ciclista de ruta. “Siempre me ha gustado ser de las personas que les gusta lo difícil y siento que el ciclismo de ruta a nivel competitivo es más duro, hay que tener mucha más disciplina”, contó.
EMPEZÓ CON PIE DERECHO
Aparicio comenzó a competir en San Miguel y en su primera carrera ganó el primer lugar, en la modalidad de montaña, en un recorrido de 8 kilómetros. El triunfo la motivó a seguir compitiendo y actualmente cuenta con más de 20 medallas, la última de ellas una presea de plata lograda en Honduras.
“Utilizo una bicicleta de ruta o una ‘semi’ como la conoce la mayoría, esta es de carbón; en realidad es una básica, una sencilla, porque mis recursos no me permiten poder tener una buena bicicleta”, explicó.
El ciclismo es bastante caro y su team actualmente no cuenta con patrocinadores que los apoyen, así que Brenda debe costear ella sola su equipo para seguir luchando por cumplir sus metas, algo que llena de orgullo a su familia.
“Me siento orgullosa de ella, porque sé todo lo que se esfuerza día con día para lograr lo que quiere, y aunque no todos la apoyen tanto moral como económicamente, yo siempre estoy ahí, aunque no sea mucho lo que pueda hacer por ella. Siempre estoy animándola porque me gusta verla bien”, dijo su hermana, Erika García.
Sus propósitos actuales son poder ganar el campeonato nacional de y poder entrenar sin ningún inconveniente. Tampoco descarta competir a nivel centroamericano.
“A todas esas mujeres salvadoreñas que quieran entrar en el ciclismo, pero por miedo no lo hacen, anímense, a pesar que el ciclismo es duro da mucha alegría y satisfacción porque te podés dar cuenta de lo que el cuerpo humano es capaz de hacer”, anima Brenda.
“Yo sufrí mucho ya que al principio mi familia no me apoyaba, veían el ciclismo como un tabú, que solo los hombres lo practicaban y a veces me iba a los entrenos llorando por todo lo que me decían. Pero al final uno demuestra que se puede superar. Independientemente tengás o no tengás recursos, si tenés las ganas podés encontrar los medios y así demostrás que merecés el apoyo” añadió la ciclista.
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