Deslaves de Volcán de Fuego siguen provocando peligro en los alrededores, mientras otro sector del país centroamericano protesta contra ineficiencia del gobierno.
A una semana de la erupción que les ha costado la vida a 110 guatemaltecos, las autoridades, voluntarios y familiares buscan más víctimas en el Rodeo, Escuintla, los encargados del monitoreo del coloso informaron el pasado sábado sobre la generación de un nuevo lahar, sedimentos candentes que debido a las lluvias bajan por algunas barrancas del flanco oeste del volcán.
Según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología y Meteorología (INSIVUMEH), el del sábado ha sido el lahar más fuerte que ha descendido este año y lo formaba material fino pastoso y bloques de uno y tres metros de diámetro que arrastró troncos y ramas de árboles, provocando vibraciones a su paso.
“El riesgo del volcán no ha terminado, aunque parece que su actividad disminuye, se debe recordar que en la erupción anterior pasaron dos semanas y media para que todo volviera a la normalidad, por eso se mantiene una vigilancia constante”, indicó Eddy Sánchez, director del INSIVUMEH.
Agregó, que las labores de búsqueda de los 200 desaparecidos siguen oficialmente paralizadas, pero en lugares como San Miguel Los Lotes, decenas de familias persistían el sábado en su intento de encontrar a todo aquel que pudiera haberse quedado enterrado.
Los vecinos de los lugares cercanos al volcán junto a familiares consumidos por la desesperación y desconsuelo, como Damaris Toma, una joven de 24 años de edad que no podía dejar de llorar porque no encontraba a su hija Emely, de tan solo seis años de edad.
Hasta el día sábado el Instituto Nacional de Ciencias Forenses informó sobre las primeras cinco personas identificadas mediante ADN y de otras tres huellas dactilares. En total, han sido identificados 43 de los 110 fallecidos.
Más de 4,00 personas permanecen en albergues, donde la ayuda nacional e internacional ha comenzado a llegar, pero también las primeras denuncias y protestas de cómo se está gestionando la solidaridad hacia Guatemala. La situación se agrava con la inconformidad contra el gobierno chapín; el analista político guatemalteco, aseguró en una entrevista: “Ha sido una gestión política sumamente deficiente, por la falta de previsión del desastre, que sumado a otros problemas lleva a la población aun nuevo punto de disgusto con el presidente Morales”.
Mientras el volcán sigue amenazante los guatemaltecos en varios puntos del país, exigen la renuncia de Jimmy Morales.
Fuente: Prensa de Guatemala
