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Futbolista playero entrena con su hija para no perder condición física

Debido a la Pandemia Eliodoro Portillo no ha podido realizar ejercicios fuera de casa, pero se mantiene activo

Por: Cristian Gonzalez

fotos: cortesía

Eliodoro Portillo, quienes actualmente jugador estrella de la selecta playera de El Salvador,  es residente de Chirilagua, municipio de San Miguel y tras la pandemia por el COVID-19, se vio afectado para hacer sus ejercicios y estar en constante entrenamiento.

El jugador cangrejero, siempre soñó dedicarse a algún deporte, fue su deseo de niño, y a través del tiempo se le ha hecho realidad; empezó a jugar futbol 11 a muy temprana edad, pues era algo que lo apasionaba, y aparte de ser su pasatiempo favorito, sentía que era lo más importante a la hora de estar en la cancha.

En el 2001 fue el comienzo de su vida en las canchas y tras un balón, él era tan solo un niño de 12 años, pero sus padres le estaban apostando al sueño de Eliodoro, asimismo apoyándolo en lo que él le gustaba, al inicio no fue nada fácil, y en esta ocasión el caso de Portillo no fue la excepción.

Es por ello, que caminaba muchos kilómetros solo para jugar junto con su hermano Santos Portillo, su recorrido para llegar a la cancha era del Castaño hasta Chilanguera y de Zapatagua hasta Chirilagua.

El tiempo seguía su ritmo, al igual Eliodoro tras su sueño, luchando, perseverando y persiguiendo sus metas, por lo cual a sus 14 años se convirtió en un jugador ya oficial del equipo del Borbollón, en Chirilagua.

Cuando inició a jugar futbol, no fue en el espacio de su propia habilidad dentro del terreno de juego ya que tenia la posición de portero, sino que entro como jugador de cancha, en posiciones como de volante central y a veces de delantero, tras el paso del tiempo llegó el momento en donde Eliodoro lo cambiaron de posición y entro a ser el guardameta en los juegos posteriores.

Sin embargo, el costo que tuvo que pagar fue muy grande y fuerte; dado, que al no tener un portero como entrador, o más bien un orientador que le explicara como eran las técnicas para ser un portero le fue difícil, pero no imposible para seguir perseverando, por lo tanto, tuvo que aprender con lo que veía, investigaba en algunas guías deportivas, aprendiendo y llenándose de experiencia, también se encontró con lesiones, cuando realizaba sus prácticas.

“Me lanzaba verticalmente, acción que no era la correcta, mi misión era proteger el arco para que no entrara el balón, cuando la técnica era lanzarme en  sentido diagonal y no vertical” comento Portillo, experiencia que en momentos lo desmotiva, por no tener un conocimiento profesional de las posiciones a la hora de estar en la cancha.

Marcos Portillo, padre de Eliodoro no quería que siguiera jugando y mucho menos en esa posición, como guardameta, dado que en varias ocasiones había salido lastimado, en una de ellas de un dedo de la mano derecha por la cual tuvo serias complicaciones.

Más aun con el trabajo de casa, luego continuar con las prácticas deportivas, el sueño era que la meta iniciada tenía que salir adelante con sacrificio y lograrlo, aunque sus padres le habían dicho en algunas ocasiones que no continuara.

“Una experiencia en la trayectoria de mi vida fue que yo con tan solo 13 años de edad me tocaba jugar con personas mucho más mayores que yo, con mucha más práctica y eran exjugadores de segunda división del departamento de San Salvador, algo difícil y era un  reto grande para mí” afirmó Eliodoro.

Años después se incorporó al grupo deportivo Las Estrellas Del Sur de la ciudad de Chirilagua, dónde estuvo 9 años (2003). En el año 2007 inició una selección playera donde aún pertenece.

Portillo cuenta las grandes experiencias que vivió en Brasil, donde fue invitado, este evento llamado «Mundialito Club» se celebra año tras año en  diferentes lugares, y el tiempo que estuvo ahí fueron 13 días.

En el 2012 viajó a España y formó parte de los jugadores en Barcelona, donde múltiples equipos reconocidos asistieron y en los cuales se menciona, Barcelona, Milán e Italia.

En la actualidad Portillo se encuentra aislado por la pandemia y se le dificulta realizar los ejercicios para poder mantener su condición física, tuvo una oportunidad de practicar en dos ocasiones en el estadio principal, Carlos Moon, de la ciudad de Chirilagua, cosa que ya no pudo seguir para evitar malos entendidos en la población Chirilaguense.

El mundialista José Portillo, junto con su hija, realiza las actividades y ejercicios que el cuerpo técnico le ha brindado para que este no pierda su condición física y se mantenga activo, siempre en el juego.

Este entrenamiento lo hacen en casa, ubicando en un espacio para que padre e hija tangan una mayor comodidad y movilidad, para hacerlo; ella toma el balón, lo coloca justamente frente de ella, y se dispone a «disparar”, Portillo en su puesto, simulando un arco, se dispone a detener el balón, acción que se repite, las voces que sean necesarias. Para mantenerse y en tiempos de pandemia continuar con sus entrenamientos.

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Redacción UNIVO NEWS

Equipo de periodistas, estudiantes, editores y productores de la Carrera de Comunicaciones de la Universidad de Oriente UNIVO.

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