INJUVE les otorgó capital semilla al destacarse en el área de ciencia y tecnología
El talento y la dedicación, son la base de un proyecto exitoso, y cuatro jóvenes, estudiantes de Licenciatura en Computación de la Universidad de Oriente (UNIVO), han revolucionado el campo de la tecnología, dándole vida a un objeto cotidiano con el objetivo de cambiar las malas costumbres y brindarle un uso práctico e interactivo a su invento: un basurero automatizado.
Con este proyecto ganaron un estímulo económico de parte del Instituto Nacional de la Juventud en el JUVENTOUR, celebrado recientemente en San Salvador.
La idea surgió del licenciado en computación Edwin Mendoza, quien fue capacitado junto a otros docentes en el área de robótica educativa; posteriormente, decidió incluir esa temática en una de las asignaturas que el impartía y encontró mucho talento entre los estudiantes.
Hace aproximadamente un año comenzó el montaje de “Basurito”; Jairo García, Agustín Sánchez, Jorge Martínez y Daniel Mejía, trabajaron muy duro en su desarrollo, estando conscientes de la dificultad que esto incurriría, pero gracias a la consistencia y los conocimientos que cada día adquirían, culminaron su fabricación.
Los jóvenes se motivaron al saber de un programa que impulsaba el desarrollo de tecnologías, a través de una remuneración económica como premio, para que den fuerza y continuidad a los proyectos que necesiten de grandes inversiones.
Se les ocurrió participar y presentaron un invento práctico pero inexistente dentro de los aparatos destinados a la familia: La lámpara para bebes. Su funcionamiento era simple, debido a que entraba en funcionamiento cuando el bebe lloraba y se apagaba cuando este cesaba su llanto, lastimosamente no pudieron ganar, pero esto no desanimó su trabajo.
La Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (CONAMYPE), asesoró a los estudiantes en el proyecto “Capital Semilla”, donde lograron un premio de $2,500. El logro fue de mucha importancia y les permitió escalar un peldaño más en su formación, al adquirir una impresora 3d con la que actualmente brindan servicios comerciales en la estructuración física de diseños digitales bajo el nombre de “Soluciones Automáticas”.
En cuanto a “Basurito”, consta de 3 sensores ultrasónicos que sirven de ojos al robot; cuando estos detectan un objeto, envían una señal al pequeño circuito electrónico del robot y le ordenan detenerse o esquivar el obstáculo. También tiene un comando de vos para darle interacción con el usuario, pues si este es detectado, se le indica que deposite la basura en dentro de él.
Además, el robot tiene al frente una pantalla Lcd y tres luces tipo Led, para avisar el nivel de basura dentro del contenedor.
$100 es el precio aproximado de producción, de “Basurito” y ya tienen pensado continuar con otro proyecto; una versión más avanzada de su actual creación, pero hasta que los ingresos económicos no sean estables, no se puede poner en marcha.
Agustín Sánchez, originario de Lolotique y estudiante de Licenciatura en Computación, comentó que han participado en 3 ferias tecnológicas; la de Asociación Salvadoreña de industriales (ASI), el año pasado, en la feria de EUPRIDES, y la feria tecnológica a nivel de bachillerato en San Francisco Gotera, Morazán.
Con artefactos como estos, se descubren nuevos talentos que permitirán en un futuro, hacer más fácil la vida de los salvadoreños; pero, mientras no se proporcione el apoyo necesario, algunos de los inventos más ingeniosos quedarán estancados en la mente de los soñadores.
El mensaje que Agustín dio a los jóvenes, fue el de intentar hacer algo novedoso y de perder el miedo a las limitantes que la inexperiencia les da.
