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UNIVO: 36 años de historia y perseverancia

En sus inicios la UNIVO contó con una Asociación de Estudiantes

Redacción: Nory Hernández/Mauricio Portillo
Con reportes de: Mauricio Sánchez y Brenda Flores
Fotogalería:Judith Molina/Kenia Joya y Archivo

“Entré a esta universidad como estudiante, me forjé como empleado, luego ascendí a Secretario General y ahora formó parte de las decisiones que se toman para el crecimiento de esta institución”, así describe su trayectoria el Licenciado, Juan Alberto Ulloa, actual Secretario General de la  Universidad de Oriente (UNIVO), un hombre perseverante e inteligente, que desde afuera vio crecer a esta institución, pero que a medida se fue desarrollando se involucró completamente en la misma y ahora describe completa, detallada y cronológicamente esa historia…

La Universidad de Oriente se fundó el 30 de octubre de 1981, durante el periodo en el que se estaba iniciando la guerra civil de El Salvador; en un contexto en el que los problemas sociales obligaron al gobierno de turno a cerrar la única universidad pública que existía, la Universidad de El Salvador (UES), provocando que los estudios superiores se paralizaran temporalmente, aproximadamente por dos años.

En consecuencia, a nivel nacional se crearon una serie de proyectos para darle apertura a universidades privadas, con el fin de cubrir y darle espacio a la demanda de superación profesional a miles de jóvenes que no pudieron culminar ni seguir con sus estudios, permitiendo de esa manera que entrara en vigor el proyecto de la creación de la Universidad de Oriente, que fue expuesto y promocionado ante empresarios y profesionales de la ciudad de San Miguel, apoyado por la iniciativa del Club Rotario 2030.

Al ser uno de los fundadores y principales actores de la creación de la primera universidad en el oriente del país, el actual Rector de la UNIVO,  Doctor Pedro Fausto Arieta Vega, recuerda muy bien la primera reunión en la que se les hizo la propuesta, “Un día fuimos invitados al colegio Católico de Oriente, al Marista, una serie de empresarios, profesionales, agricultores e industriales, para discutir la importancia que realmente tenía abrir una universidad privada en San Miguel; cuando de repente alguien se levantó y expresó que siempre existían personas dispuestas a colaborar, así que propuso a ocho de ellas para que organizaran el proyecto de la universidad”, relató el Doctor Arieta.

Entre estas personas se encontraba Don Francisco Merino Gonzales, quien fue Presidente de la directiva por muchos años; asimismo el  Doctor Pedro Fausto Arieta Vega, Dr. José Luis Castros Cisneros, actual Decano de la universidad en el área de Ciencias de la Salud; Doctor Ernesto Panduche,  anterior Presidente de la Junta Directiva, Lic. Armando Avendaño, Ing. Cesar Augusto Navarrete, actual Vicepresidente de la Junta Directiva y Don Jorge Alberto Balibrera, quienes fueron los principales pilares para que el proyecto de creación de la universidad diera inicio.

A partir de esto, un grupo de 49 personas lo retomaron y se convirtieron en los fundadores o precursores de la Universidad, tomando la iniciativa, el compromiso y el esfuerzo para que tal proyecto se hiciera realidad.

La UNIVO abrió sus puertas y dio inicio a sus labores el 31 de octubre de 1981, en el famoso local del portal Prunera, que se encuentra ubicado sobre la 8a calle poniente, frente a la cancha Álvarez, en la ciudad de San Miguel. La población estudiantil con la que comenzó fue de 554 alumnos, distribuidos en cuatro facultades, entre ellas la de Medicina.

Gracias a la credibilidad y confianza que se brindaba, esta comenzó a crecer y se dio a conocer a nivel oriental por su buen nivel educativo,  por lo que la Junta Directiva alquiló más locales para poder dar abasto a los estudiantes que ingresaban, teniendo así un total de 5 locales en el centro de la ciudad de San Miguel.

En el año 1982, la UES comenzó nuevamente sus labores académicas, haciendo que la cantidad de estudiantes de la UNIVO disminuyera, pero a pesar de ello, la universidad continuó trabajando para mejorar; sin embargo, el año de 1984 tuvo que enfrentar una de sus peores crisis, tanto sociales, académicas y económicas.

Desde el punto de vista social, tanto los estudiantes, docentes y profesionales que conformaban la comunidad universidad, tenían que enfrentarse a problemáticas provocadas por el conflicto armado, como paro de buses, atentados y enfrentamientos entre la guerrilla y el ejército.

En el ámbito académico,  algunos estudiantes optaban por regresar a la Universidad Nacional por sus bajos costos; afectando también a la universidad en el aspecto económico, puesto que en ese año bajó considerablemente la población de estudiantes, reduciéndose a 281 alumnos específicamente.

Estudiantes ayudaron a estabilizar la UNIVO

Esto hizo que la UNIVO comenzara a adquirir deudas con el personal y los locales que esta alquilaba, pero gracias a la función que desempeñaba la asociación de estudiantes, dirigida por el actual Secretario General, Juan Alberto Ulloa, tomaron la decisión de hacer una propuesta a la Junta Directiva, que consistía en duplicar la mensualidad de pago de cada estudiante.

Esa decisión fue tomada por todos los estudiantes, con el fin de brindar una solución a la problemática que enfrentaba la universidad; pero como contraparte, esperaban que el personal hiciera conciencia y aceptara que sus pagos se les dieran de una manera pausada, mientras se superaba la crisis, logrando así que la Junta Directiva y el personal laboral y educativo pudiera  mantenerse.

Luego de ese altercado se creó una política que ayudó y benefició para que la población estudiantil aumentara. Esta consistía en el plan especial de estudio que se basaba en impartir clases los sábados y domingos, para darles prioridad a las personas que trabajaban y las que vivían lejos, a fin de que se les hiciera más económico y factible asistir los fines de semana.

Otro fenómeno que hizo que la universidad aumentara sus actividades laborales y estudiantiles, fue el terremoto ocurrido en el año 1986, en la ciudad capital, San Salvador, el cual provocó que muchos jóvenes se mudaran a la ciudad de San Miguel y culminaran ahí sus estudios.

Un año más tarde, en 1987, la universidad logró alcanzar una estabilidad económica favorable, debido a que la Junta Directiva creó una cuenta de ahorro, en la que depositaban los fondos de la misma, para utilizarlos posteriormente en la superación de su nivel y su calidad educativa. Por tanto,  en 1991, la Junta Directiva decidió comprar una propiedad, como producto del desempeño y colaboración, tanto de los estudiantes como del personal administrativo y docente.

La primera propiedad que se obtuvo fue el mesón Primavera; posteriormente se solicitó un préstamo en el banco Cuscatlán, que cubrió un 60% de la inversión realizada para construir el edificio de 5 pisos que actualmente es la sede central de la UNIVO, mientras que el otro 40% se financió con recursos propios, permitiendo que la edificación pudiera ser equipada con con aulas totalmente diseñadas para el estudio superior, puesto que los locales en los que antes se impartían las clases, eran aulas adaptadas al estudio y no perfiladas para el mismo.

Ese edificio se inauguró el 1 de julio de 1993, haciendo que la universidad tomara más credibilidad, al dejar en evidencia todo el esfuerzo y crecimiento realizado en tan poco tiempo.  Pero además de eso, previamente había adquirido un terreno de 33 manzanas ubicadas en el Cantón Anchico, en el que por medio de un convenio se estipuló hacer uso de esas tierras por 50 años plazo de forma gratuita, para darle ampliación al campus experimental de agronomía.

Luego de la construcción del edificio central, la universidad se interesó por el predio en el que funcionó la fábrica de sacos de mezcal  (SALVAMEX), ubicada en Quelepa, que por motivos económicos quebró, dejando que sus propiedades pasaran a ser parte del Banco Cuscatlán, quien las puso en una subasta pública, y  la UNIVO adquirió las primeras 12 manzanas que estaban ubicadas detrás de dicha fábrica; de manera que para el año 1995 se poseían la sede central, el campus experimental Anchico y parte del campus Jaguar de Piedra.

Para el año 2000, la Junta Directiva decidió darle espacio a otros miembros de la universidad para retomar su administración, pero éstos tenían una visión diferente, si se compara con la de la administración saliente, que buscaba mantener en pie el campus Jaguar de Piedra y llevar hacia este la población universitaria; en cambio ellos creyeron conveniente mantener la sede central, dejando que el campus siguiera cumpliendo sus funciones.

Sin embargo, para el año del 2003, terminaron de comprar las tierras que completarían lo que ahora es el campus Jaguar de Piedra, teniendo así un total de 20 manzanas. Pero además realizaron la compra del campus experimental Anchico, en el año 2007.

En el año 2010 esta administración cumplió uno de sus objetivos más relevantes, que era la obtención de la acreditación universitaria; un reconocimiento público nacional legal por parte del Ministerio de Educación que se hace a aquellas instituciones que cumplen con los estándares de calidad y buena educación académica, siendo la UNIVO la única universidad acreditada en el oriente del país.

Pero en 2012 la primera administración retoma sus labores, después de 12 años de su retiro, teniendo en mente nuevos proyectos como mejoras en infraestructura, remodelación y mejoramiento en laboratorios, entre otros.

“Actualmente se posee la reacreditación obtenida este año 2017 y es un orgullo tanto del trabajo del personal como de cada alumno que pone en alto nuestra institución, ya que a nivel nacional son 11 universidades en total las que poseen este privilegio” Juan Alberto Ulloa,  Secretario General.

Diversificar fuentes de ingreso.

Teniendo en cuenta que la universidad subsistía simplemente con los ingresos de las cuotas estudiantiles, el Rector de la UNIVO, Doctor Pedro Fausto Arieta Vega, con el apoyo del Vicerrector Ever Israel Martínez, lograron conseguir contactos  y obtener frutos para crear proyectos con financiamiento externo.

“En este momento se cuenta con el apoyo de USAID, el Ministerio de Educación y el Ministerio de Turismo”, reveló Ulloa.

Otro proyecto de diversificación financiera, es el programa de becas estudiantiles, que según el Secretario General, es uno de los que más se enorgullece porque forma parte de esa gran iniciativa, que busca apoyar a todos los jóvenes que quieren seguir adelante y por motivos económicos no logran obtener un título de educación superior.

Asimismo explica que para llevar a cabo ese programa se tiene convenio con ONGs, empresas comerciales y alcaldías. Además de las becas que ofrece la universidad que son otorgadas a jóvenes talentosos, o con problemas económicos.

Por lo que con orgullo recalca que la UNIVO es una de las instituciones con más becados a nivel nacional, teniendo un total de 1,520 becas actualmente, que son financiadas por las instituciones antes mencionadas, en un 50% y el otro 50% como aporte de la universidad, que reconoce el esfuerzo  y colaboración que hacen las instituciones para brindar ese beneficio a los jóvenes que lo necesitan.

Pero otro aspecto importante es que algunos de estos estudiantes becados han logrado expandir sus conocimientos a escala internacional, gracias a  que muchos de ellos han viajado a diferentes países como Israel, Estados Unidos, Cuba, Francia, Austria países de Centroamérica y entre otros, en programas de estudio de los que la universidad facilita la información.

“Es por ello que esta universidad gracias a su persistencia y su gran esfuerzo para llegar hasta donde actualmente se encuentra, ha logrado obtener muchos reconocimientos a nivel nacional e internacional, al punto de ser catalogada como una de las mejores universidades a nivel nacional por su compromiso con la población estudiantil y su apoyo a través de proyección social ante diversas instituciones”

“Todo eso hace que yo ame esta institución ya que vi cómo se levantó de cada obstáculo que cruzó, estuve presente en sus altas y bajas y como persona me siento muy orgulloso de seguir formando parte de esta mi casa ya que aquí pase los mejores años de mi vida” fueron las palabras con las que finalizó su extensa y bien estructurada cronología.

Por lo que al ser partícipe directo en la formación de la UNIVO y por ende conocer toda esta trayectoria, el Doctor Pedro Fausto Arieta Vega, puntualizó:  “En la universidad hacemos la diferencia no solo en la extensión o calidad académica, sino también en las facilidades que estamos generando para formar profesionales integrales”.

También los estudiantes aman la UNIVO, como lo expresó, José Aníbal Maravilla, recién graduado de Profesorado en Inglés y miembro del Programa de Honor: «La universidad es un puente hacia el éxito; ser profesor era para mí un sueño un poco distante, pero gracias a Dios, la familia y las oportunidades que brinda la UNIVO pude alcanzar a ser un profesional, aprobé el toelf y Ecap, los cuales me certifican  y estoy apto para cualquier área educativa. El voluntariado en la UNIVO nos hace más humanos, únicos, identificados con la universidad, la UNIVO es mi segunda familia, me ha formado y siempre me sentiré orgulloso de ser Made In UNIVO», comentó.

Asímismo, Cristian Antonio Galdámez, estudiante de Técnico en Comunicaciones, felicitó a las autoridades de la UNIVO y al cuerpo docente, por trabajar constantemente por que esta siga creciendo en diferentes ámbitos y sea reconocida a escala nacional e internacional.

“En la universidad hacemos la diferencia no solo en la extensión o calidad académica, sino también en las facilidades que estamos generando para formar profesionales integrales” Doctor, Pedro Fausto Arieta Vega, Rector.

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