«Recordar es volver a vivir»
Por: Erika Argueta
Durante la infancia es cuando aprendemos a socializar con el entorno, es donde comenzamos a saber cómo funciona nuestra sociedad, y es lo que nos permite desenvolvernos y desarrollar nuestros patrones culturales y del mismo modo, el relacionarnos con otros individuos a través de juegos, culturas o tradiciones nos ayuda a identificar nuestras habilidades y llenarnos de nuestra cultura para inculcarla a las nuevas generaciones.
Es el caso de los juegos tradicionales en El Salvador, los que marcaron la infancia de muchos de nosotros que sin importar el día, la hora o incluso el clima, siempre era buen momento para jugar Futbolito con los amigos de la cuadra o jugar «Trompo» con nuestros hermanos, que al llegar octubre el cielo se tornara de colores por las «Piscuchas» volando lo más alto posible, que en los recreos todos se reunían a jugar «La Cebollita», llenos de alegría y derrochando risas sin parar. Y es que son muchos juegos los que formaron parte de la vida de los salvadoreños, que ahora sólo queda recordar lo divertida que fue esa etapa, gracias a ellos.
Sin embargo, hay ciertos factores que modifican estos patrones culturales que han forjado durante años a nuestro país. Es indiscutible el hecho de que las innovaciones a nuestro alrededor, han cambiado el mundo en muchos aspectos de la vida cotidiana tanto de manera positiva como negativa, y este es un claro ejemplo de ello. Las nuevas tecnologías en la infancia no han traído más que consecuencias en muchos aspectos, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), los teléfonos inteligentes están alimentando una “cultura del dormitorio”, y para muchos niños el acceso en línea es cada vez más personal, tiene un carácter más privado y está menos supervisado.
Cada destacar que la tecnología es un medio que facilita el acceso a la información de manera más rápida, y brinda muchos más beneficios a las sociedades, debido a esto va en constante evolución, lo que causa mucha influencia en las personas hasta llegar al punto en que incluso los más pequeños del hogar; ya cuentan con su propio celular y de ese modo se han ido perdiendo con el pasar del tiempo las tradiciones culturales del país tal y como las prácticas de los juegos tradicionales de El Salvador, puesto que los niños prefieren pasar tiempo en sus aparatos electrónicos, que convivir entre ellos y aprender cosas nuevas.
Sin duda alguna, nuestro país es rico en cultura y sólo resta de nosotros el seguir fomentando a las nuevas generaciones las buenas tradiciones y recalcar la importancia de tener una identidad cultural muy marcada, que nos identifique como salvadoreños y que nos haga sentir orgullosos de haber jugado: Trompo, Landa Libre, A la Víbora de la Mar, Chibolas, Piscuchas, las Cebollitas, Las Varitas de Listón, Componte niña Componte, La Rueda, Capirucho, la Hondilla, Yoyo, Peregrina y muchos juegos más.