Fotografías y Redacción: Fátima Martínez y Erika Argueta
La Feligresía Católica se reunió a nivel mundial para celebrar el miércoles de ceniza, dando inicio a la cuaresma, período especial de encuentro y escucha con Dios, según la iglesia.
En los primeros siglos del cristianismo cuando alguien pecaba gravemente, debía manifestar su conversión observando un tiempo de penitencia, 40 días antes de la pascua de resurrección, en medio de la asamblea se derramaba ceniza sobre su cabeza en señal de arrepentimiento y rechazo al mal.
Pero ¿Qué significa recibir la ceniza? Es un signo de penitencia para reconocerse como pecadores, con ella se manifiesta el arrepentimiento y el deseo de conversión. Al recibir la ceniza, tradicionalmente se recuerda que “polvo somos y al polvo volveremos”, frase que es mencionada por el sacerdote al colocar la ceniza en la frente del feligrés.
En Catedral Basílica Nuestra Señora de la Paz o más conocida como Catedral de San Miguel, se dispuso de 5 misas en diversos horarios para que los creyentes pudieran congregarse para participar de esta celebración. Niños, jóvenes y adultos llegaron para celebrar este hecho litúrgico previo a la Semana Santa.
“Es una tradición que abre las puertas de la Semana Mayor o como es conocida Semana Santa” comentó Rolando Alirio Mena, un feligrés originario de Cojutepeque quien desde pequeño ha servido para la iglesia católica y asistió a la misa de las 11:00 de la mañana de la catedral antes mencionada.
La ceniza que es utilizada en las diferentes Eucaristías se obtiene de las palmas bendecidas en el domingo de ramos del año anterior, las cuales son quemadas en un recipiente adecuado.
En cuanto al comportamiento del cristiano católico en este tiempo de cuaresma Alirio mencionó “No solo en cuaresma, sino en todo tiempo debemos cumplir los mandamientos como lo manda la iglesia, amarás a tu prójimo, ¿Quién es tu prójimo? es el que está más cerca, en eso se resume todo y no es la celebración de una muerte, al contrario, es la celebración de una vida, alguien que dio su vida para darnos la vida eterna”.
Para poder vivir la cuaresma de la mejor manera, la Iglesia Católica hace un llamado a practicar la oración, el ayuno y la abstinencia, no solo el hecho de no comer carne sino, trabajar la parte espiritual, porque la reflexión y salvación es personal.
El llamado para toda la feligresía es a participar de estas actividades que sirven de preparación para la semana santa y para que permitan que estas tradiciones religiosas sigan realizándose, las cuales simbolizan la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
