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Moto Club San Antonio, llevando esperanza sobre ruedas

La construcción de una vivienda fue la primera obra que realizaron

Por: Yeny Romero

La abundancia de motocicletas en el cantón San Marcos, caserío El Chilamo, jurisdicción de San Antonio del Mosco, San Miguel, hace tres años representaba una oportunidad para divertirse y hacer turismo para 30 jóvenes residentes del lugar.

Sin embargo, hace un año, con la llegada de la pandemia a causa del COVID-19, la historia tomó un giro diferente, pasando de salidas de amigos a construcción de viviendas.

“No podíamos salir a ningún lado y decidimos enfocarnos en el área solidaria. Con el apoyo de amigos salvadoreños en el extranjero, pudimos construir tres habitaciones a familias que vivían en vulnerabilidad”, dijo alegremente Ever García, coordinador del Moto Club.

García tiene 31 años de edad y es un agricultor dispuesto a ayudar a la comunidad que lo vio crecer y no solo al Chilamo, pues el equipo ha visitado familias de escasos recursos dentro en todas las comunidades del municipio.

Según el líder de este grupo de jóvenes, no tienen un límite de edad para pertenecer al moto club y pueden participar las personas que así lo deseen, tampoco tener motocicleta es un requisito, es más la iniciativa de querer ayudar a esas familias que lo necesitan.

La construcción de una vivienda fue la primera obra que realizaron

A principios del 2020, los chicos de Moto Club San Antonio ya no pudieron salir a visitar lugares turísticos, pues se les hacía difícil reunirse debido a la contingencia por Covid-19, sin embargo, llegaron al acuerdo de visitar a una familia del mismo caserío.

‘’Hicimos una publicación en la red social Facebook para ver si personas altruistas nos quisieran colaborar y aportar para la construcción de la casa, los compañeros muy dispuestos dijeron poner la mano de obra y otros aportando económicamente para que esa familia pudiese tener su vivienda digna esa fue la primera obra que se realizó como Moto Club’’, comentó García.

La beneficiaria fue niña Santos Guevara, quien con ropa cómoda a sus 50 años de edad elabora petates para seguir adelante; vivía en condiciones inadecuadas, las cuales no le permitían sentirse segura, ella comentó que en una de sus pláticas con su hijo, él le preguntó: ‘’¿mamá, cómo vamos a hacer?’’.  

Pues las condiciones en las que vivían eran inadecuadas, la vivienda estaba construida con carpetas y sin techo… afortunadamente, esta realidad cambió poco después gracias a la solidaridad de Moto Club San Antonio.

Por otro lado, Marcial Lovos integrante de este equipo de jóvenes, apoya de manera significativa este proyecto dedicando parte de su tiempo para trasladar material en sus hombros, aseguró que su objetivo es también motivar a los demás jóvenes a andar por el camino correcto.

‘’No dejan de faltar críticas, pero nosotros sabemos lo que hacemos y con la ayuda de Dios pues siempre saldremos adelante, a veces hemos ido a velaciones con los compañeros, llevamos pan, café y lo necesario en la cocina, la gente muy agradable lo atiende a uno y para nosotros es una alegría enorme’’, añadió Lovos.

Asimismo, García dijo haberse sentido satisfecho por el apoyo que han recibido de las personas de su comunidad, destacando no solo en el voluntariado.

En la actualidad, este joven se ha convertido en el Presidente de la Asociación de Desarrollo Comunal (ADESCO) del caserío el Chilamo y ha participado en talleres para ser un mejor líder en las comunidades a través de Oxfam International.

“Aquí el amor por el prójimo se ve a través de la solidaridad y el apoyo a nuestros propios hermanos dentro de las comunidades”


– “Si hay instituciones que quieran unirse y puedan venir a ver lo que se ha hecho que lo, puedan hacer, San Antonio es el segundo municipio de extrema pobreza a nivel nacional’

Ever García, Coordinador Mioto Club.
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Redacción UNIVO NEWS

Equipo de periodistas, estudiantes, editores y productores de la Carrera de Comunicaciones de la Universidad de Oriente UNIVO.

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