Por: Marcela Romero
Al transitar por las calles de la ciudad de Chinameca, se encuentra uno de los barrios más conocidos de la comunidad, Barrio El Calvario, siguiendo la dirección de su calle principal se puede acceder a la Pilona, un lugar donde las personas sin agua potable pueden llegar para jalar y llevar a sus hogares el vital líquido. Al seguir el recorrido, se aleja el barrio para dar paso a las calles polvosas, con piedras que identifican un cantón llamado El Boquerón.
En el trayecto del camino se encuentran señoras con sus hijos y sus canastas llenas de ropa dirigiéndose a “El pozo de agua caliente” llegando a este lugar todas las madres comienzan a sacar sus jabones, detergente, lejía, guacales para poder agarrar agua y lavar.
“Desde niña vengo a este lugar a lavar, hoy en día no tan seguido, pero cuando en el barrio no cae agua potable todos los de la comunidad nos trasladamos para acá, y es que es un lugar muy tranquilo donde puedes convivir con amistades mientras lavas la ropa” comentó Verónica Saravia.
El pozo, es apreciado por muchos lugareños, los cuales hablan con gran fervor acerca del mismo, tal es el caso de Mauricio Quintanilla quien nos cuenta un poco de sus vivencias en este sitio, las cuales se cuentan por muchas ya que ella tiene más de 50 años en los que recuerda a la perfección la existencia del pozo.
“Recuerdo que tenía tan solo 7 años, cuando acompañaba a mi mamá al pozo, está claro que el mismo existía desde mucho antes, lo que pasa es que los alcaldes han ido remodelando, por ejemplo: primero solo era un hoyo donde recogíamos agua, pero después se construyó una pila en forma de horno, los habitantes colocaron piedras para lavar y se nos hacía fácil llegar y agarrar el agua, la que nacía prácticamente del cerro, pero recuerdo que antes el fluido era mayor, hoy en día por la deforestación se ha visto una baja muy preocupante”.
Maribel Romero afirma que a pesar de la notable reducción de agua que ha tenido el pozo, este sigue beneficiando a las personas de la comunidad, quienes todos los días acceden a este lugar para poder realizar sus labores relacionadas con el agua.
El lugar se caracteriza por poseer lugares de agua cálida, ya que no solamente existe ese pozo, sino que en la parte superior del mismo se pueden apreciar las aguas tibias, y en los inicios del cerro se encuentra un pequeño pozo llamado «mal de orín», el nombre es bastante cuestionable, algunas personas mencionan que lo llamaron así por la escaza cantidad de agua que este tiene.
Se estima que la cercanía del pozo con el volcán de San Miguel provoca que el agua salga muy caliente, algunos habitantes mencionan que les toca poner a enfriar el agua para poder bañarse.
Son dos cantones los que más se benefician por este pozo, Cantón El Boquerón y Cantón San Antonio, de hecho, algunas familias han optado por construir sus hogares cerca de este lugar para tener mayor facilidad de halar el agua o ir a lavar ahí directamente.