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El trapiche de Delicias de Concepción sigue endulzando Morazán

 Con reportes de José Enrique Hernández

Fotografías: José Enrique Hernández

El crujir de la caña se escucha desde lejos, en caserió Los Guevara, cantón La Cuchilla, Delicias de Concepción, Morazán; el trapiche que es hoy una máquina industrial y no una yunta de bueyes, se traga la caña exprimiendo todo el jugo, que pronto se convertirá en miel de dedo, miel de mesa, alfeñiques, batidos, y dulce de panela.

Desde las primeras horas del día, los trabajadores inician la jornada con la corta y el transporte de la materia prima hacia el trapiche, el cual trabaja todo el día.

Alfredo Guevara, quien es el hornero en la molienda, asegura que para este oficio se necesita mucha fuerza, para cargar y descargar la caña, así como para cortarla.

Luego de contar con el jugo de esta planta, este pasa a ser cocido a grandes temperaturas en la molienda; los hornos son alimentados con leña seca, hasta que se consigue la miel de dedo, miel de mesa, la puzunga, y luego, ya con más cocción, trabajados a mano algunos y otros con moldes: los batidos, alfeñiques y el dulce de panela.

Son tres los depósitos que don Alfredo utiliza para el proceso de la miel y tiene que esperar cierto tiempo para que esta esté en su punto y así elaborar diferentes derivados.

«En estos depósitos colocamos el agua que sacamos de la caña, luego pasamos la miel de cada recipiente al molde para hacer el dulce de panela y esperamos como 45 minutos para sacarlo y empacar», explicó.

El oficio de hornero ostenta, es un legado en su familia, «nosotros llevamos ya como cuarenta años haciendo esto es una herencia que dejo mis abuelos a mi papá y pues mi papá a nosotros y esperamos que nuestros hijos sigan», comentó.

Él, asegura sentirse orgulloso de que a la molienda familiar lleguen personas de todos los municipios de Morazán, especialmente de los más cercanos.

El dulce de panela se utiliza en muchas bebidas como el café, así como en otras consideradas ancentrales como: el «chaparro» «cususa», para hacer vinagre, así como para comidas tradicionales como el ayote en dulce, alborotos, miel de jocote o de marañon, entre otros.

En el país quedan pocas moliendas y su dulce produción, como los olores que emana el agua de caña cuando está en cocción, solo pueden disfrutarse una vez al año, entre los meses de enero, febrero y marzo.

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Redacción UNIVO NEWS

Equipo de periodistas, estudiantes, editores y productores de la Carrera de Comunicaciones de la Universidad de Oriente UNIVO.

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