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El sacerdote que salió a sembrar la milpa   

 Ruiz dejó de lado su ropa clerical y sus zapatos de cura, se vistió con camisa manga larga la cual tuvo que arremangarse, se puso zapatos de trabajo,  un pequeño sombrero que no le cubría mucho,  y tal como describió: fue uno más ente la comunidad, inculcando el amor al trabajo.

Redacción: Miguel Rodríguez
fotografías: Arely Hernández

José Noel Ruiz es un joven moreno, fornido, de sonrisa a flor de piel, es además el párroco de El Carmen, La Unión y hace unos días también: sembrador de milpa.

Este sacerdote dispuso un tiempo para sembrar, cuidar y cosechar la milpa junto a algunos feligreses debido a que había estado evaluando que el templo necesitaba reparaciones e ideó un festival gastronómico. En una misa pidió apoyo para poder contar con el préstamo de un terreno y así poder sembrar y ayudar también a la producción de lo que querían comercializar.

“Estoy  impresionado con la respuesta de la gente, porque al hacer la mención de la idea, uno de los servidores se me acercó y me dijo ‘padre como a cuatro cuadras de la iglesia parroquial tenemos con mi familia un terreno,  fue un servidor de la parroquia quien nos apoyó con el terreno” contó emocionado.

Era un terreno grande y fértil, encontrarlo había sido fácil, pero había que limpiarlo y quitar la maleza para que pudiera ser cultivado, convocó a los hermanos de las comunidades un domingo para que fueran ayudarle, “fueron alrededor de dieciocho hombre los que llegaron a trabajar y yo con ellos, todos con cumas y machetes para limpiar el terreno” narró.

De acuerdo con Ruiz, quien es originario de la comunidad de San José del Buen Consejo,  de San Rafael Oriente, su padre le enseñó a amar el trabajo, esto le ha ayudado para servir en la parroquia que tiene asignada desde hace dos años;  “mi papá cultivaba el maíz, frijol, yuca, arroz y jícama, él es un hombre que ama mucho su trabajo, sus cultivos,  su relación con la tierra y yo aprendí en mi hogar a tener ese cariño por la tierra,  por los cultivos y por tanto no pierdo mis raíces, sigo conectado a esta historia hogareña”.

Sembrar una milpa en el oriente del país considerada zona árida no es cosa fácil. El sacerdote sabía que tenía que estar pendiente del desarrollo de esta.

Los escases de lluvias no fue un impedimento para obtener buenos resultados, él y todos los feligreses de la comunidad se organizaron para poder darle un “regadita” después de los primeros quince días que cesó la lluvia; por suerte el terreno tenía en las cercanías un pequeño rio. Además, tuvieron que abonar constantemente para que pudieran tener una buena cosecha.

Fue un proceso de mucho trabajo, que el pasado domingo hizo valer los esfuerzos de todas las personas que lo apoyaron desde un principio. Con la cosecha hicieron pupusas, riguas, atoles, tamales, elotes en todas sus variedades; también hubo yuca frita y salcochada, sopas de res, cerdo y  variedad de carnes, papitas fritas y refrescos.

En El Carmen los feligreses se unieron en el festival para apoyar las mejoras del templo, pero sobre todo para agradecer al párroco que sudó junto a ellos para poder obtener una buena cosecha, un maíz cultivado en comunidad de cual aprovecharon todo hasta las tuzas.

“mi papá cultivaba el maíz, frijol, yuca, arroz y jícama, él es un hombre que ama mucho su trabajo, sus cultivos,  su relación con la tierra y yo aprendí en mi hogar a tener ese cariño por la tierra,  por los cultivos y por tanto no pierdo mis raíces, sigo conectado a esta historia hogareña” José Noel Ruíz, párroco

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Redacción UNIVO NEWS

Equipo de periodistas, estudiantes, editores y productores de la Carrera de Comunicaciones de la Universidad de Oriente UNIVO.

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