Por: Anner Ventura
Rodeado de hospitales y negocios de todo tipo, se encuentra un lugar que es el centro de entrenamiento deportivo y esparcimiento general para todos los migueleños.
Se trata del estadio Miguel Félix Charlaix de la ciudad de San Miguel, donde las personas asisten desde tempranas horas a hacer ejercicio, unos a correr y otros a caminar vistiendo para ello ropa deportiva; mientras que otros, lo visitan con razón de comercializar sus productos.
Este pintoresco lugar, se ubica en el área urbana del municipio, sobre la Avenida Roosevelt Sur, entre la 7a y 11a Calle Poniente.
Los más de 43,600 metros cuadrados, ofrecen espacios como canchas destinadas al futbol, así como al básquetbol y voleibol, además de juegos para niños.
Las canchas están tapizadas de grama artificial, lo que las hace cómodas para realizar ejercicio y practicar deportes según la afición de cada visitante, también cuenta con graderíos, bancas y está reforestado, dando un respiro al calor de los que se ejercitan caminando o corriendo en la zona.
Otros, por su parte, prefieren visitar el lugar únicamente para realizar camitas… También se cuenta con un parqueo y la la presencia del Cuerpo de Agentes Municipales (CAM).
El Charlaix es el escenario de campeonatos deportivos escolares y también de equipos de futbol de colonias y barrios, que aprovechan la buena iluminación del estadio para realizar sus actividades de entrenamiento al caer la noche y el gimnasio funciona en diferentes horarios.
A la fecha los kioscos de ventas de frituras y comida rápida permanecen cerrados por prevención sanitaria debido a la pandemia, aunque unos cuantos abren sus puertas en horas de la tarde.
¿Quién era Charlaix?
Acerca del origen del nombre que lleva el estadio, Miguel Félix Charlaix, de acuerdo con la literatura que hace referencia a este, nos dice que proviene de un ciudadano migueleño que nació el 1 de junio de 1918; estudió la primaria y secundaria, en el Instituto Católico de Oriente.
Fue parte de la promoción de 1936. Obtuvo el título de Doctor en Química y Farmacia en la Universidad de El Salvador, en 1941.
Su padre, era Luis Charlaix y su madre, Margarita Funes de Charlaix. Tras graduarse, se dedicó a administrar el laboratorio que fundó su progenitor Charlaix, contrajo matrimonio con Marina Contreras, una joven originaria de Santa Tecla, en el departamento de La Libertad; con quien procreó cuatro hijos: Miguel, Ana Marina Margarita, María Eugenia y Virginia.
Fue un destacado hombre dedicado a sus negocios y muy caritativo. Participaba en las actividades sociales; así fue como llegó a ser el presidente del Comité de Festejos de San Miguel, de 1959 a 1966; periodo en el cual, trabajó por fundar el Carnaval de San Miguel.
Fue presidente del “Club de Leones” y fundador del “Club Deportivo Águila”; apoyaba mucho a la selección nacional de Baloncesto de San Miguel, especialmente a los equipos “El Internacional” y «El Águila”.
En el campo de los deportes, este distinguido hombre, ostentó el título de campeón de Tenis de Mesa.
Charlaix murió un 21 de marzo de 1966, en un accidente aéreo, cuando procedía de la Hacienda La Carrera, en Usulután. Ahí, se había reunido con el entonces Presidente de la República, Cnel. Julio Adalberto Rivera y con el Dr. Leopoldo Joaquín Alviz y Miguel Antonio Peña Charlaix.
La razón del encuentro, fue para conseguir ayuda para el viaje del Club Deportivo Águila a Costa Rica y otros asuntos de la ciudad. En el regreso, la avioneta falló y calló en la pista El Papalón, en San Miguel.
Su servicio social, organización y planificación, altruismo y su legado a San Miguel, fueron la pauta para que el estadio fuera bautizado posteriormente con su nombre.