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Doña Juana, 40 años preparando deliciosas minutas

Una de las razones para trabajar es que tiene una hija con una enfermedad en los riñones y las ganancias las invierte en la compra de sus medicinas

Por: Roberto Sánchez | Edición: Jairo Gómez

Juana López es una persona de la tercera edad, de 81 años, residente en el municipio de Santiago de María, Usulután, quien se dedica a la preparación de minutas desde hace 40 años. Su día laboral comienza a las 7:00 de la mañana, hora en que se dispone a organizar las cosas para su venta.

Lo primero que hace es verificar que su carretón de minutas se encuentre en un buen estado. Posteriormente, con zapatos cómodos, un delantal y su mascarilla puesta, se dispone a iniciar una nueva jornada.

Es así como a paso lento y con fuerza de corazón empuja su carretón por las calles del municipio ya mencionado ofreciendo sus productos.

Doña Juana, como es conocida por los lugareños, prepara minutas de sabores como uva, fresa, naranja y su especialidad, la de chile, limón y sal.

Y para quienes prefieren el postre con un toque distinto, ella también cuenta con la presentación de sabor a leche, así como de jalea de tamarindo.

De esta forma, su carisma al momento de vender y la amplia variedad de presentaciones, le han permitido a la doña Juana comercializar las minutas, incluso en la temporada lluviosa.

«Antes yo me andaba por todos lados, iba a los torneos, en los mercados…», dijo la comerciante, ahora, por su avanzada edad, solamente se desplaza por el centro de la ciudad.

Ella aseguró que nunca se ha sentido avergonzada por ejercer esta labor, ya que el trabajo para ella es lo mejor a pesar que con el tiempo muchos de los carretones con las que ella vende se le han arruinado, pero siempre ha adquirido uno nuevo.

«Tengo dos hijos varones, ellos tienen su hogar… Ellos me dan la comida, lo que yo necesito. Pero salgo a trabajar porque me gusta trabajar, me gusta salir», expresó.

Sin embargo, también dijo tener otras razones, pues vive con su hija que padece de una enfermedad en los riñones, por lo que los ingresos que obtiene de su jornada, le ayudan a cubrir otros gastos que se le presenten.

Por otra parte, la pandemia del COVID-19 provocó que doña Juana no pudiera hacer lo que tanto le gusta, pero ahora que las cosas está volviendo a la normalidad, dijo sentirse feliz de regresar al campo de batalla, ya que el trabajo es vital para vivir mejor.

En relación con lo anterior, ella relató que estar encerrada durante tanto tiempo fue aterrador al no poder salir con su venta, hasta el punto de sentirse enferma.

«Sigan adelante en sus estudios para que trabajen honradamente y no se avergüencen de ningún trabajo, fueron las palabras que doña Juana dice a los jóvenes.

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Redacción UNIVO NEWS

Equipo de periodistas, estudiantes, editores y productores de la Carrera de Comunicaciones de la Universidad de Oriente UNIVO.

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