Cuando a la escuela le sobra pobreza
153 alumnos necesitan un lugar digno para consumir los alimentos una biblioteca y sala de estudio con el objetivo de generar aprendizaje
Redacción y fotografías: Erick Argueta
Laura Gabriela Chicas Gonzáles tienen15 años de edad, ella se levanta a la 6:00 de la mañana, ayuda a su madre a hacer los oficios de la casa, después realiza las tareas escolares. Esta adolescente, originaria del caserío San José Cureña de Torola, Morazán, camina por veredas llenas piedras grandes y pequeñas, mucho polvo en la época de verano, y lodo durante el invierno.
Los árboles le sirven de sombra para protegerse del sol y descansar en su trayecto de una hora veinte minutos, una caminata que hace con dos primos desde su vivienda hasta otro municipio cercano, para poder estar a las 12:00 meridiano en el Centro Escolar Caserío San Dieguito, San Antonio El Mosco, San Miguel.
En la época del invierno Gabriela se cubre de la lluvia con un paraguas; pero cuando la tormenta es fuerte se cubre con una capa y deposita los cuadernos en una bolsa plástica, “porque lo que importa es no mojar los cuadernos» menciona. Este no es sacrificio solo de esta joven, sino de muchos estudiantes de comunidades aledañas como San Diego, El Portillo, Nueva Concepción y San José, quienes tienen que caminar todos los días por caminos y calles en pésimo estado, para poder superarse.
Sin biblioteca y sin comedor escolar
Al Centro Escolar San Dieguito asisten 153 alumnos desde parvularia a segundo año de bachillerato general a distancia.
Actualmente hay 70 estudiantes graduados, aunque el porcentaje que tienen un trabajo o están estudiando en la universidad es mínimo; en la zona quieren que la escuela sea Complejo escolar y dar oportunidad a los jóvenes a la educación presencial pero esto depende de la aprobación de una plaza docente por parte del director departamental Mario Somoza.
«Somos un cantón casi en total olvido y una de las luchas es mantener el bachillerato ya que la promoción de este 2018 será la quinta promoción de la modalidad semipresencial, hasta el momento De estos 70 bachilleres 10 estudian en la universidad esto no es representativo para la cantidad de estudiantes que han obtenido el título de bachiller esto se da por la falta de oportunidades y la pobreza del lugar” dijo el director, Santos Porfirio Nolasco.
De acuerdo con Nolasco hacen falta además una biblioteca, un lugar para que los chicos estudien y un sitio adecuado para la alimentación de los estudiantes.
Por ahora, los niños y adolescentes comen bajo los árboles, sentados en pedazos de madera o los arriantes del jardín, en las cercanías del tanque de agua en el que se puede leer: «UNICEF».
Lucio Rivera padre de familia comentó, «Somos una comunidad de escasos recursos por lo que las ayudas son bienvenidas para llevar a cabo estos proyectos porque los estudiantes lo necesitan y si alguien desea unirse a la causa se le agradecerá porque la educación es una buena inversión para la sociedad».
«Está es una de las escuelas marginadas por el gobierno ya que las ayudas son pocas y no se ajusta cumplir tantas necesidades, esperamos el apoyo porque está comunidad lo necesita, dijo el docente, Geovanny Antonio Chávez Aguirre.
«Invitamos a cualquier persona que quiera contribuir a este caserío que no estaría apoyando únicamente a una comunidad sino a un cantón porque a este centro escolar asisten alumnos de diferentes sectores” aseguró el director.
Si alguien está interesado en ayudar con libros, mesas, sillas, unirse para ayudar a este centro escolar puede contactarse al 7937-2841 o 7533-6777, o a: San-dieguito-1@hotmail.com.