Artesanos del domingo de ramos
Yucuaiquinenses llevan la tradición desde su municipio
Vendedores de palmas se establecieron desde el pasado jueves en el portal de la alcaldía municipal de San Miguel
Colorido, bullicio, personas muy amables y a su vez muy desveladas, es lo que podemos encontrar en el lugar. Son un grupo de personas que se ganan la vida vendiendo ramos a todos aquellos religiosos que buscan el ramo mejor arreglado para llevar en el tan esperado Domingo de Ramos.
Desde el pasado jueves, hombres, mujeres y niños, se establecieron en dicho lugar; ahí comen, duermen y conviven entre ellos, todo con el fin de poder vender los productos que elaboran de forma artesanal.
Para doña Adelia Pérez de 63 años, originaria de Yucuaiquín, La Unión, esto se ha convertido en una tradición, pues cada año, desde que era muy joven se ha transportado desde su municipio hasta los alrededores de la catedral de San Miguel, para ganar un poco de dinero y así poder ayudar económicamente a su familia.
Doña Adelia asegura que tiene 37 años en este negocio, y lo aprendió muy rápido cuando tenía 26 años, gracias a su mamá, quien también elaboraba estos arreglos. “Yo empecé yendo a vender a San Alejo, luego a El Divisadero, posteriormente a Jocoro y ya ahora me vine para acá, a San Miguel. La verdad yo le doy gracias a Dios, porque, aunque sea un poquito de dinero consigo” expresó la señora.
El costo de sus palmas es de $0.50 el más pequeño y el más grande $1.00, un precio muy bajo según algunos de sus clientes, pues el trabajo para hacer cada uno de estos es muy tardado y difícil. “Nosotros primero compramos los materiales, la palma blanca, pintura, papel y pegamento para forrar las cruces y la flor de coyol. Este es un gran proceso, empezamos desde noviembre con todo, para poder estar acá para estas fechas”. Comenta doña Adelia mientras continúa tejiendo una de sus palmas.
A pesar de la alta temperatura en San Miguel, el sueño y la incomodidad, los vendedores atienden muy amablemente a sus clientes, permintiéndoles elegir el producto de su agrado e inclusive agregándoles más decoraciones para complacerlos.
Yucuaiquín es uno de los lugares en donde hay más personas que se dedican a la elaboración de ramos en la zona oriental. Ellos le agregan un toque especial a sus palmas, utilizan colores muy llamativos para pintarlos e idearon agregarles una cruz por la parte superior, hecha con papel mache y también una flor hecha con el mismo papel.
Muchos de estos comerciantes prefieren irse hasta la capital, algunos viajan en camiones con todas sus cosas y otros se transportan en buses brindados por la alcaldía de Yuquaiquín allá son acogidos por iglesias para que puedan tener un lugar donde dormir y así, poder vender su mercancía.