¡A bailar! para construir un refugio para animales
El próximo 31 de agosto y sábado 1 de septiembre, la fundación “Échame una Pata” llevará a cabo el primer “Zumba Master Class”
Redacción y fotos: Yaditza Villegas
William Flores es un instructor y bailarín internacional, originario de Perú, que desde hace 15 años reside en Suecia y está en el país; su visita a El Salvador, es con el objetivo de apoyar con la recaudación de fondos para la fundación «Échame una pata» y así esta pueda contar con su propio refugio para animales.
Las sedes donde se llevarán a cabo los eventos serán: “Polideportivo Merliot Gimnasio Tiro con Arco”, San Salvador, el día 31 de agosto en horarios de 6:00 de la tarde y sábado 1 de septiembre “Estadio Charlaix” de la ciudad de San Miguel en horarios de 5:00 de la tarde.
“Ya he apoyado este tipo de eventos antes, en esta ocasión “Échame una Pata” cuenta con patrocinadores y apoyo de los medios para que se lleve a cabo, y las personas se suman a la causa bailando zumba y aportando de manera monetaria” comentó William.
William Flores tiene 28 años, nació en Perú el 25 de Agosto de 1990, pero reside en Suecia y se nacionalizó Sueco desde hace 15 años. Se caracteriza por ser una persona enérgica , ha sido Instructor de Zumba desde hace 7 años y es un experimentado bailarín de ballet, baile contemporanio , jazz, reggaeton, salsa, cumbia, baile folklórico, merengue y hip-hop.
Tiene experiencia de actuar en varios eventos importantes nacionales e internacionales de baile y Zumba Fitness. Dubai, Estados Unidos, Singapur, México, Alemania. España, Malta, Francia, Italia, Irlanda, son en algunos de los más de 50 países en los que se ha presentado y llega por primera vez en El Salvador. Da el 110% en cada actuación y se preocupa por sus estudiantes fuera y dentro del centro de Zumba® Fitness. Su pasión por el baile hace que su alegría genere un mundo nuevo para todos los que vienen a sus clase.
Cómo nace “Échame una Pata
La fundación “Échame una Pata” es un proyecto que nació en la ciudad de San Miguel, en marzo del año 2015, por iniciativa de su fundadora, Silvia Beatriz Ayala Granados, con la idea de rescatar animales de la calle, sustentándolo en el voluntariado y apadrinamiento responsable para la recaudación de fondos y recursos que pueda necesitar el cuido y mantenimiento de una mascota.
Además, dentro de la causa hay seis personas involucradas de lleno en el proyecto, con ayuda de jóvenes voluntarios, y otras fundaciones que colaboran. “Todo empezó como un sueño, la idea es hacer un evento mensual, para obtener fondos, por ahora recibimos un fuerte apoyo el cual nos ha permitido someter el proyecto al proceso de legalización y registrarlo como fundación para hacerlo más formal” contó Ayala.
“Antes de crear la fundación, inicié rescatando un perrito, y así me di cuenta que no podía cambiar esa realidad para todos, pero era más significativo cambiarle esa realidad a uno”, recalcó Beatriz. La fundación, actualmente, no cuenta con un refugio propio, pero se han formado lazos de ayuda con veterinarias y hogares temporales para la rehabilitación de las mascotas; los perros van de hogar en hogar hasta lograr conseguir una familia que los adopte de forma permanente.
De esta manera, el proyecto no solamente se enfrasca en el rescate de animales, también se promueven campañas educativas para combatir el maltrato animal, en colegios y escuelas, con el fin de lograr un cambio de conciencia en jóvenes y niños para que tengan una mejor afinidad con los animales desde temprana edad.
Según un registro del año 2000 del Ministerio de Salud, se calculan alrededor de 723 mil 604 perros de los cuales, aproximadamente unos 108 mil, son perros que deambulan por las calles. “La gente piensa que no hay fundaciones que protejan a los animales, y con actividades como el “Zumba Master Class”, nos damos a conocer y las personas pueden no solo apoyar con dinero, pueden hacer donativos como medicinas, productos para el aseo de las mascotas, como también alimentación” mencionó Ayala.
Existen muchas limitantes para estos proyectos, pero las campañas educativas, los hogares canguros, la adopción, el voluntariado y cualquier tipo de ayuda para el rescate y rehabilitación de los animales de la calle, se vuelve significativa para cada asociación en pro del rescate de los animales que deambulan por las calles del país.