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Ciudadanos custodiaron 186 huevos de tortuga

La zona de la playa El Cuco, Chirilagua (San Miguel), está repleta de ranchos particulares, pasan vehículos motorizados, y hay mucha basura, sobre todo plásticos

Eran casi las tres de la tarde y estar en la playa comenzó a ser tedioso, quería escuchar las olas, las hojas de los árboles mecidas por el viento, pero los meseros pusieron música, luego le subieron volumen al punto de ser molesto, de pronto llegó uno de mis hijos a avisarme que había aparecido una tortuga, que fuera a verla con él.

La arena de la playa quemaba la planta de los pies y el mar estaba a unos 6 metros, vimos a una tortuga golfina de unos 80 centímetros subida en un bordo de arena, un pescador la llevó hasta ahí y ella intentaba hacer un hoyo en aquel ardiente ambiente, levantaba la cabeza como para respirar y con las aletas delanteras se esforzaba por cavar, tiraba arena al aire, pero luego se bajó a un sitio más húmedo.

Algunos pescadores buscan los huevos de tortuga para venderlos, sobre todo en esta época que es raro que desoven, una docena puede costar hasta $9.00; las últimas tortugas llegaron en noviembre. Paradójicamente el quelonio hizo su nido justo en la salida de la cooperativa de pescadores, donde afuera atracan lanchas, estaba llena de arena y cansada.

La zona de la playa El Cuco, Chirilagua (San Miguel), está repleta de ranchos particulares, pasan vehículos motorizados, y hay mucha basura, sobre todo plásticos.

Un grupo de personas se acercó para ver la tortuga, otros para tomar fotos y algunos otros para cuidarla; la intención de  pescadores de apropiarse de los huevos despertó la inquietud de dos mujeres, éstas enfundadas en pantalones cortos, camisas frescas, una de ellas de sombrero, no esperaban encontrarse la escena, también 5 jóvenes se quedaron a respaldar la iniciativa de cuidar los huevos.

La PNC fue alertada, así como los trabajadores del vivero local de tortugas del restaurante Tortuga verde.

La mujer de sombrero era colombiana, ambientalista, no mencionó su nombre y explicó el valor de las tortugas en los ecosistemas, mientras la otra, quien era fiscal,  pero nadie se dio cuenta, reportó el suceso.

Los policías del puesto de El Cuco, luego de perderse unos minutos en una cantina, no por estar tomando, sino porque tenía el mismo nombre del hotel en cuya playa estaba la tortuga, llegaron armados, con fusiles, pistolas y celulares; llegaron y una de las agentes grabó cuando la tortuga desovaba y cuando se fue hacia el mar, luego nos alejamos para estar un rato en la sombra.

De lejos, a unos 5 metros del lugar vimos como los pescadores se acercaban a los policías para ofrecerles camarones, “¿será que les dan camarones a cambio de los huevos de tortuga?” murmuró alguien y la colombiana salió corriendo a ver el nido.

El agente Noyola Rivas empezó a cavar en este, entonces la colombiana corrió a verificar que pasaba, nada pasó, solo que ella, la fiscal, cinco jóvenes y yo estábamos ahí verificando que nada les ocurriera a los huevos del quelonio y que fueran llevados al vivero; – perdone pero la situación de los policías (en El Salvador) es para dudar – dijo la joven, a lo que el agente contestó: – si un hombre es infiel, no implica que todos los hombres lo sean, a mí me dan asco los compañeros que agarran mordida, y aquí nosotros estamos velando por el medio ambiente, llevamos tres años en esto –  replicó.

Noyola, alto, delgado, moreno, con lentes de sol los cuales nunca se quita, aseguró que varios pescadores de la zona tienen un carné que les acredita para recolectar los huevos de las tortugas, para llevarlos al vivero, ahí los venden y los del vivero los incuban.

William Martínez, un cuidador del vivero aseguró que cada tres meses han liberado quelonios, unos 1, 500 y que es una forma de ir frenando el comercio ilegal de huevos de tortuga.

“Motivamos a los pescadores a que colaboren y lo hacen, llevan los huevos al criadero, se les paga por eso y les ayudamos “comentó.

15 docenas y media, o sea 186 huevos se encontraron en el nido de la tortuga golfina que anidó a las 3:00 de la tarde, todos fueron llevados al criadero, en un promedio de 50 días eclosionarán y luego serán liberadas al mar, queda pendiente limpiar la playa, concienciar a la gente local su importancia, a los hoteleros que deberían tener responsabilidad social  y despejar el área de anidación de los quelonios, ya que a la zona llegan golfinas, carey y  prieta, especies en peligro de extinción.

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Redacción UNIVO NEWS

Equipo de periodistas, estudiantes, editores y productores de la Carrera de Comunicaciones de la Universidad de Oriente UNIVO.

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