El medio ambiente aún espera políticas para mejorar
Poca explotación de energías renovables, la creciente migración de las zonas rurales a las urbanas, así como la falta de políticas para el consumo de agua mantienen el estancado el medio ambiente en el país
Fotografías: Anner Ventura
El panorama del medio ambiente en El Salvador no es el màs positivo, sin embargo existe una amplia biodiversidad y aún se puede generar energías limpias, políticas que conlleven a una mejora en su gestión.
De acuerdo con United Nations Environment Programme, en 2020 esta fue la evaluación sobre el estado ambiental del paìs, les presentamos algunas ideas de este informe.
El Salvador registra alrededor de 5.7 millones de habitantes (al 2007), de los cuales 62,7% vive en la zona urbana debido a un proceso de migración desde las áreas rurales (MINEC, 2007).
Se estima que en 2007 El Salvador alcanzó un consumo final de energía de 23,961 bep, 55,3% cubierto principalmente por derivados del petróleo, 23% por biomasa, 13,6% por electricidad y 8,1% por otros (CEPAL, 2007). En el 2008, los sectores de mayor consumo energético son el residencial con 33% (la leña representó 67% del mismo), y el transporte con 33%, principalmente de derivados líquidos del petróleo, seguido por la industria con un 28%, principalmente de derivados líquidos del petróleo (CEPAL, 2009).
Las inundaciones representan casi el 31% del total de eventos ocurridos en el país en los últimos cuatro años, ubicándose en segundo lugar las tormentas con el 23% .
Aparte de la mayor dependencia de energía térmica, existen otros problemas en el mercado energético. Primero, la poca eficiencia energética, que no permite reducir la demanda. El sector industrial consumió 40% y la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) el 10% de la energía eléctrica nacional con sistemas de bombeo hidráulicos ineficientes. La barrera principal a la implementación de estas medidas es, generalmente, el acceso a financiamiento para realizar estos proyectos.
En segundo lugar, existe poca explotación de las fuentes de energía renovable. El uso de leña para cocción sigue siendo un problema importante que contribuye a la deforestación para obtención de leña y a problemas de salud para los usuarios. Se estima que el 28% de hogares urbanos y el 86% de hogares rurales cocinan con leña (MINEC, 2009).
Uno de los problemas que más aquejan a El Salvador es el manejo de los desechos sólidos. Se estima que en el año 2009 las áreas urbanas del país generaron 3,400 toneladas de desechos por día. El 86% de la producción se concentra en 6 departamentos: San Salvador, La Libertad, Santa Ana, San Miguel, Sonsonate y Usulután. Del total de desechos sólidos, el 75% recibe cobertura sanitaria y de recolección.
En cuanto a la contaminación del agua, un estudio de FUNDE-USAID reveló que el 93% de agua residual se descarga sin tratamiento en los ríos y quebradas, el 83% de agua superficial está contaminada y sólo el 11% del agua proveniente de las precipitaciones se infiltra en el suelo.
El Salvador, a pesar de su pequeña extensión territorial y su alta densidad
poblacional, mantiene una biodiversidad significativa, con buena representatividad de ecosistemas y especies, por lo que es catalogado como un país con alta biodiversidad. No obstante, enfrenta amenazas comunes con otros países como la reducción, el deterioro y la fragmentación de los hábitats, la sobreexplotación de los recursos y la contaminación, reza el informe.
Por otra parte, las asociaciones ambientalistas como el CESTA exigen que se apruebe la ley del agua, que se mejore la soberanía alimentara y que haya mayor utilización de energías renovables, entre otros.