En una emotiva ceremonia, el nuevo pontífice restablece el acceso al Palacio Apostólico, marcando un nuevo comienzo para la Iglesia Católica.
Por Luis Hernández
Tras el rezo del Regina Caeli desde la Logia de las Bendiciones, el Papa León XIV presidió la reapertura del apartamento papal en el Palacio Apostólico, retirando los sellos colocados tras el fallecimiento del Papa Francisco el pasado 21 de abril. Este gesto simbólico, cargado de solemnidad y esperanza, reafirma la continuidad y estabilidad de la Iglesia Católica.
La ceremonia contó con la presencia del Camarlengo de la Santa Iglesia Romana, cardenal Kevin Joseph Farrell, y del Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin. También participaron el Sustituto para los Asuntos Generales, monseñor Edgar Peña Parra; el Secretario para las Relaciones con los Estados y los Organismos Internacionales, monseñor Paul Richard Gallagher; y el Regente de la Casa Pontificia, monseñor Leonardo Sapienza.
La reapertura del apartamento papal no solo marca el inicio del pontificado de León XIV, sino que también se presenta como un momento de reflexión y renovación para la comunidad católica en todo el mundo. Con este acto, el nuevo Papa busca fortalecer la unidad y la misión evangelizadora de la Iglesia en una época de profundos desafíos y transformaciones.
