Estudiante combinó el buen fútbol y el rendimiento académico
Su pasión por el deporte inició desde que estaba muy pequeño, la disciplina por la que siempre se inclinó fue el futbol y a medida pasaban los años aumentaba su interés por practicarlo, pero sobre todo, las oportunidades para hacerlo.
José Mauricio Martínez, conocido como “Pipo”, nació en el hospital de Nueva Guadalupe del departamento de San Miguel, el 1 de mayo de 1991, su madre es Ada Ruth Hernández de Martínez y su padre Mauricio Martínez García; tiene dos hermanos menores y actualmente reside en el municipio de Jucuapa junto a su familia.
Su trayectoria en el deporte ha tenido altos y bajos como todo proceso de superación, pero su talento nato le ha permitido abrir puertas al demostrar sus habilidades.
Cuando Mauricio todavía era un niño, deseaba ir a la escuela de futbol de su municipio, pero su padre por ser un hombre muy ocupado no lo podía llevar, por lo que su única opción era jugar con sus amigos; lo cual le divertía mucho pero no era suficiente para perfeccionar su técnica.
Después de un tiempo su papá le permitió ir a entrenar, pero para su sorpresa, la categoría en la que él se debía incorporar no pudo practicar porque solo llegaron otros dos compañeros; sin embargo, ese era su día de suerte, porque muy cerca estaba entrenando el equipo de segunda división Club Deportivo Aspirantes de Jucuapa, Usulután y su profesor habló con el técnico para que les permitiera entrenar con ellos, a lo que él respondió de manera favorable.
Una vez que se incorporó, comenzó a hacer lo que más le gusta y en una de tantas jugadas pudo anotar un gol en el partido que estaban realizando entre los jugadores del mismo equipo. Al ver su habilidad, el técnico lo invitó a jugar en un partido amistoso que realizarían la siguiente semana y él muy entusiasmado aceptó.
En ese partido terminó de llenar las expectativas, al anotar nuevamente, demostró que podía ser un buen elemento para el equipo, por lo que firmó el contrato para jugar con ellos. De esa manera fue como inició su carrea en el futbol profesional, posteriormente se integró en el Liberal de Quelepa, también de segunda división y por último en Club Deportivo Dragón.
El tener la oportunidad de jugar en tres equipos de alta categoría, es lo que según Mauricio, le ayudó mucho para subir de nivel y a pesar de que su paso por Dragón haya sido fugaz debido a una lesión que tuvo en la rodilla, él estaba orgulloso del trabajo que pudo realizar; sin embargo sentía que sus oportunidades se estaban terminando.
Al igual que todos los jóvenes, entró a la etapa en la que debía definir el rumbo de su vida, pero en ese momento su lesión no le permitía seguir haciendo lo que más le gustaba, así que decidió publicar en su Facebook que ya no jugaría profesionalmente porque se iba a retirar del futbol para trabajar, porque tampoco podía estudiar.
Para su sorpresa, una hora más tarde, alguien le escribió porque vio su publicación y le preguntó si deseaba estudiar, él respondió que sí, entonces esa persona, llamada Luis Mendoza, quien era un delegado de la Universidad de Oriente (UNIVO) para buscar buenos futbolistas, le dijo que podía conseguir una beca completa en esa institución para que se pudiera preparar profesionalmente.
Mauricio se emocionó mucho con esa propuesta, pero a su vez le entraron muchas dudas porque ya tenía dos años de estar gestionando una beca en otra universidad pero nunca pudieron ayudarle; sin embargo, la propuesta de la UNIVO era en serio y después de comprobar que cumplía con los requisitos para obtenerla se le otorgo sin ningún problema.
El experimentado futbolista optó estudiar Profesorado en Educación Física y Deportes, motivado por su incansable atracción hacia el deporte y además por su deseo de enseñar lo que a él le gusta.
Durante su primer ciclo de estudio, la beca con la que contaba era la de aptitudes, que es uno de los beneficios que brinda la UNIVO, él pertenecía a la selección de futbol masculino y a cambio recibía su recompensa, pero a medida iba avanzando su preparación, sus calificaciones también jugaron a su favor, así que pasó a obtener la beca por méritos al rendimiento académico.
Después de tres años de estudios, a sus 25 años se graduó en la primera promoción de profesorado en Educación Física y Deportes de la Universidad de Oriente y actualmente desempeña el cargo de coordinador deportivo de la misma institución.
La razón por la que consiguió el empleo se debió a su buen rendimiento académico y también a los resultados deportivos que obtuvo a lo largo de su formación. Su labor es administrativa y consiste en brindarle los insumos a cada entrenador de las ocho disciplinas deportivas con las que cuenta la UNIVO, para que ellos puedan desarrollar su trabajo de manera efectiva, además es el encargado de la disciplina de ajedrez, tenis de mesa y futbol sala.
Ahora, Mauricio asegura que estudiar profesorado en deportes no limita las posibilidades para obtener empleo, como algunas personas consideran, sino que el espacio laboral en esa área es bastante amplio, ya sea en las escuelas, universidades y hasta en las comunidades.
Después de todo, el empeño y sacrificio con el que se persigan los sueños es lo que verdaderamente importa y así, más que una publicación, las acciones pueden cambiar la vida.
