Jesús Cautivo y la Procesión del Silencio: una tradición de fe en San Miguel este Jueves Santo

La parroquia San Francisco de Asís vivirá esta noche una de las manifestaciones más solemnes del Triduo Pascual: la exposición de Jesús Cautivo y la tradicional Procesión del Silencio.
Por F. Martínez
Cada Jueves Santo por la noche, la parroquia San Francisco de Asís en la ciudad de San Miguel se convierte en el epicentro de una de las tradiciones más profundas de la Semana Santa católica: la exposición de la imagen de Jesús Cautivo, seguida por la llamada Procesión del Silencio.
La imagen representa a Cristo en el momento de su captura, cuando fue apresado y llevado ante las autoridades antes de su crucifixión. Por ello, es colocado fuera del templo como un acto simbólico de entrega, reflejando su estado de indefensión y sufrimiento. Este gesto busca invitar a los fieles al recogimiento, a meditar sobre la entrega de Jesús y su sacrificio.
Posteriormente, la Procesión del Silencio recorre las principales calles de la ciudad, sin música ni palabras, solo con el sonido solemne de los pasos y los tambores, en un ambiente de respeto absoluto. Esta procesión busca acompañar espiritualmente a Jesús en su dolor, guardando silencio como muestra de luto y contemplación.
Más allá del rito, esta tradición migueleña encierra un profundo mensaje de fe y espiritualidad. La figura de Jesús Cautivo y el silencio de la procesión nos recuerdan la importancia de la reflexión interior y la conexión con los momentos más intensos de la pasión de Cristo.




