La Cámara de Representantes aprobó un proyecto impulsado por aliados del presidente Donald Trump que propone llamarlo “Gulf of America”.
Por F. Martínez
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley que propone cambiar el nombre del golfo de México, una importante masa de agua que baña las costas del sureste del país y de México, por el de “Gulf of America” (golfo de América o golfo de EE.UU., en inglés).
La iniciativa fue presentada por la congresista Marjorie Taylor Greene, una política del Partido Republicano y figura cercana al presidente Donald Trump. Según el texto aprobado, todas las agencias del gobierno federal estarían obligadas a modificar mapas, documentos oficiales y sistemas administrativos para reflejar el nuevo nombre.
El proyecto ahora pasará al Senado, la otra cámara del Congreso estadounidense, donde también predomina el Partido Republicano. Si allí también se aprueba, el cambio podría volverse oficial.
Esta propuesta forma parte de una serie de acciones impulsadas por sectores nacionalistas dentro del Partido Republicano que buscan reforzar símbolos y nombres que consideran representativos de la identidad estadounidense. Sin embargo, la idea ha generado polémica dentro y fuera del país, tanto por su simbolismo político como por el posible impacto en las relaciones con México y otros países latinoamericanos.
Aunque aún debe ser discutida y votada en el Senado, esta iniciativa pone sobre la mesa un tema que trasciende lo simbólico y toca cuestiones diplomáticas, históricas y culturales. El nombre del golfo de México ha sido reconocido internacionalmente durante siglos, y cambiarlo podría provocar tensiones innecesarias en un contexto global ya complejo.
